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Sufrir, sufrir contigo. Capítulo XII: Emoción, locura y frenesí


El Atlas volvió al triunfo. Superó al Cruz Azul  por 2-1 en condición de visitante y la salvación ya parece palpable. Un gol del argentino Matías Vuoso aseguró los tres puntos para los rojinegros en un encuentro en el cual tuvieron algunas  ausencias claves.



La jornada doce marcaba para el Atlas una visita compleja, sin el capitán Leandro Cufré y sin Isaac Brizuela por suspensión, había que buscar en el plantel reemplazos para dos tipos que hasta aquí, habían sido fundamentales.

Tomás Boy sorprendió en el Estadio Azul al prescindir además de otros dos futbolistas que la venían rompiendo: Rodrigo Millar (quién había ido a jugar con Chile) y Guillermo Martín. Para darle entrada al zurdo Carlos Gutiérrez y al veterano cumplidor Amaury Ponce en defensa. Quienes reemplazaron a los suspendidos fueron: el joven defensa central Luis Ramos y en ataque el batallador “Kikin” Rivera.

La afición se hizo sentir en el Azul, una buena entrada para observar a dos cuadros que prometían, uno por la necesidad de resultados y el otro por el buen momento que vive.

Sin embargo el partido se tornó soso, pantanoso y equilibrado, muchas faltas y bastante convicción defensiva mostraban ambos cuadros; los que sabían con el balón no se atrevían a hacer una distinta, ni Chávez por el Atlas, ni Pablo Barrera o Alejandro Vela por el Cruz Azul. El volante boliviano se metió en una pelea callejera y de milagro no se fue expulsado en la primera mitad.

Parecía que al encuentro no le ocurría nada hasta que Luis Ramos quebró la igualdad. Sí, el sustituto de Cufré anotaba tras un córner cuando el cronómetro marcaba el minuto 38, Así el rojinegro se iba al descanso con la ventaja en el marcador.

Ramos, de cabeza para el 0-1
Para el complemento el Atlas salió igual, pese a que el boliviano Chávez daba muestras de no haber estado en su día. Por Cruz Azul, Memo Vásquez dio entrada al irreverente Teo Gutiérrez para jugar como mediapunta, y el juego cambió, con el colombiano como gran protagonista del encuentro, manejando los compases del equipo de la noria. Al 51 filtró un pase para el incombustible Gerardo Flores y éste centró a media altura para que a segundo poste apareciera más sólo que político en desgracia Israel Castro, que anotó un gol bastante exótico.

¿Con qué lo metiste Castro?
Con la paridad la Academia no mermó en su idea colectiva y apenas a los cuatro minutos de la igualdad, Omar Bravo (hoy capitán) encabezó un contragolpe en mitad de cancha, casi cayendo, cedió por izquierda para Rivera que no se volvió loco y de primera habilitó a Vuoso que acomodó y sacó un bestial disparo al poste del arquero Corona, que poco pudo hacer ante la arremetida del toro (?). Gol del Atlas.

Toro goleador
A partir de ahí Cruz Azul no volvió a ser el mismo equipo determinante al frente, Teo se perdió en la intrascendencia y ni la entrada de “Chaco” Giménez pudo darle una cara distinta al ataque cementero. Gutiérrez tuvo un par que desaprovechó, primero la envió afuera cuando parecía un gol cantado y después, solo ante el meta Pinto, tiró a colocar y la terminó estrellando en el metal, luz y sombra en 45 minutos Teo Gutiérrez.

El Atlas reforzó el medio campo con las incursiones de Millar, Bocanegra y Robles para armar una línea de cinco en medio campo, el planteo resultó ya que se terminó llevando el encuentro.

El resumen

En una cancha donde no triunfaba hacía ocho años, hoy la emoción la puso el Atlas, que se va loco de contento para Guadalajara, con el subliderato general bajo el brazo y con el frenesí del toro, que lo empujó a una victoria que lo deja cada vez más cerca de la primera división. Faltan 15 puntos por disputarse y el Atlas ya le lleva 8 a Querétaro, 2 a San Luis y 1 a Puebla y Atlante, pronto muy pronto se puede consumar la salvación.
Nota por la pluma de
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