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TP Mazembe: La leyenda del todo poderoso

Tout Pouissant Mazembe se consagró campeón de África por quinta vez en su historia y disputará la próxima edición de la Copa Mundial de Clubes que organiza la FIFA. Revisamos el pasado, el presente y el futuro de un club que ya es referencia en el continente y siembra las semillas de un futuro promisorio.

Mbwana Aly Samatta corre con el balón con destino a la gloria. Roger Assale lo acompaña como ladero inquebrantable cual Sancho Panza. Pronto pasará a ser el Quijote para derrotar la estéril resistencia de Ismail Mansouri. El 2-0 final está por sellarse con los últimos suspiros de una final que comenzó a definirse en el Estadio Omar Hamadi de la ciudad argelina de Alger. 

Tout Puissant Mazembe, el todopoderoso de Lubumbashi, República Democrática del Congo, una tierra donde el centro de África se convierte en sur y la minería beneficia a unos pocos mientras la extrema pobreza y la exigua calma apabulla al resto de la población, acaba de derrotar nuevamente a los gigantes del norte. Esta vez, la víctima fue U.S.M. Alger. Un club argelino de creciente realidad en la última década, que llegaba desde la Fase Preliminar con la credencial de haber eliminado, en el Grupo B, al saliente campeón africano y actual campeón argelino ES Setif.

Pero, ¿Quién es este club que desde las inhóspitas tierras de la otrora República de Zaire se ha convertido en un exponente rutilante del fútbol africano y amenaza con volver a dejar otra huella histórica en el próximo Mundial de Clubes? Desde estas líneas intentaremos exponer el presente, el pasado y el porvenir de uno de los clubes con mayor proyección en el continente africano.

Ayer Saint-Georges, hoy Todo Poderoso

En los últimos días de la década del 30 del siglo pasado, Elisabethville, la actual Lubumbashi, fue testigo del nacimiento de un equipo de fútbol pensado para el ocio de un grupo de Boy Scouts del instituto benedictino Saint-Boniface. Así, en el año 1939, nació el F.C. Saint-Georges, semilla originaria del actual Tout Pouissant Mazembe.

Luego de un lustro, los Boy Scouts dejaron la institución y el equipo pasó a denominarse Saint Paul F.C. hasta la llegada de un grupo de extranjeros que tomaron las riendas del club hacia mitad de los años 40’. El arribo de la marca de marca de neumáticos Englebert, muy reconocida en aquellos tiempos, como sponsor del club, terminó con un nuevo cambio nominal a F.C. Englebert.

Los gloriosos 60’ del Englebert Mazembe culminaron con dos conquistas y dos subcampeonatos en la máxima contienda continental, dos Copas nacionales y tres Ligas locales que abrieron el palmarés del club entre 1966 y 1969. La campaña invicta de 1966 y el triplete obtenido en 1967–Liga, Copa nacional y Copa  de Campeones- motivaron el inmortal Tout Pouissant –Todo Poderoso- que el club trae hasta nuestros días en su insignia.

Hoy, con ocho títulos africanos -cinco Champions, dos Supercopas y una Copa de Ganadores de Copa-, 14 títulos de Liga, cinco Copas nacionales y un inolvidable subcampeonato  en la Copa Mundial de Clubes de 2010, Tout Puissant Mazembe es el máximo exponente del fútbol congoleño e intenta revolucionar el fútbol del continente negro.

Una década de posicionamiento y protagonismo

El presente le sonríe a los cuervos congoleños. TP Mazembe, el próximo representante africano en la Copa Mundial de Clubes y primer equipo extraño a Europa y Sudamérica que arribó a la definición del certamen –en 2010 tras derrotar a Internacional de Porto Alegre en Semifinales-, suma siete títulos en las últimas diez ediciones de la Linafoot, Primera División del fútbol de su país. Esto le permitió convertirse en el club más ganador de la Liga local con 14 títulos, uno más que AS Vita Club, actual campeón congoleño. 

En el concierto continental, la reciente conquista en Champions League, sumada a los títulos conseguidos en 1967, 1968, 2009 y 2010, le permitió al club congoleño alcanzar al Zamalek egipcio en el segundo escalón del palmarés histórico de la competición. Las cinco consagraciones, sólo superadas por las ocho del popularísimo Al-Alhy, también de la tierra de los faraones, colocan a TP Mazembe como máximo referente del África Negra, en la lucha contra los poderosos clubes del norte del continente.  

Como dato significativo, desde que el Enyimba nigeriano se alzó con el trofeo consecutivamente en 2003 y 2004, solo TP Mazembe ha logrado destronar a los equipos de Argelia, Egipto y Túnez en la máxima contienda africana a nivel clubes. Esto habla a las claras del enorme protagonismo que ha tomado el club desde que los millones del empresario y político Moïse Katumbi Chapwe llegaron al club en 1997.

La política, el dinero y el fútbol

El magnate Katumbi Chapwe, hijo de judíos sefardíes refugiados en África durante la Segunda Guerra Mundial, fue Gobernador de la Provincia de Katanga, principal centro minero de la República Democrática del Congo, desde 2007 hasta septiembre pasado, y dejó el cargo para ingresar en la lucha por la presidencia.

Su poder económico, originado en la industria pesquera y en su relación con la minería, que es la actividad más importante a nivel económico de la zona, le entregan a Katumbi Chapwe un poder enorme en la región. Sin embargo, su gestión al frente de TP Mazembe, lo ha catapultado a la popularidad y lo convierte en un serio aspirante a desbancar de la presidencia de la República a Joseph Kabila, que dirige el destino de los congoleños desde 2001. El potente músculo comercial de Katumbi Chapwe, le ha permitido generar negocios en diversos ámbitos y exceder las fronteras de su país hacia áreas limítrofes con salida al mar.

Esta realidad, le ha permitido obtener réditos a nivel futbolístico para el club que preside desde hace casi dos décadas. La llegada de figuras importantes del medio africano desde tierras vecinas como Zambia y Tanzania, y desde países más alejados como Ghana, Mali y Costa de Marfil, terminaron por complementarse con los valores locales, para conformar un verdadero seleccionado B del África Negra. Fuera de aquellos jugadores que han emigrado al fútbol europeo, TP Mazembe puede vanagloriarse de un plantel de excepción para el medio local e incluso continental. 

Así, el francés Patrice Carteron, quien llegó al club en 2013 tras dirigir al seleccionado de Mali, tiene a su disposición a baluartes nacionales como el veterano arquero Muteba Kidiaba o el defensor Jean Kasusula –ambos internacionales con los leopardos- pero también disfruta a jugadores de la talla de los zambianos Rainford Kalaba y Nathan Sinkala, los ghaneses Yaw Frimpong y Daniel Nii Adjei, los malienses Salif Coulibaly y Adama Traoré, el marfileño Roger Assalé o los tanzanos Thomas Ulimwengu y Mbwana Aly Samatta, gran figura del partido definitorio ante U.S.M. Alger, entre otros.

Un horizonte cercano

En 2010, dirigido por el ex delantero senegalés Lamine N’Diaye, TP Mazembe  consiguió una hazaña que recorrió el mundo. Tras derrotar 1-0 al Pachuca mexicano en Cuartos de Final, una nueva victoria,  esta vez ante  Internacional de Porto Alegre por 2-0, deposito al conjunto congoleño en la definición de la Copa Mundial de Clubes, en la que terminó cayendo ante el Internazionale italiano por 3-0.

Aquella gesta, conseguida en el Estadio Mohammed bin Zayed de Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos, con tantos marcados por Milota Kabangu y Dioko Kaluyituka, significó la primera vez que un equipo africano alcanzó la final del certamen, que se disputa desde 2000 e ininterrumpidamente desde 2005. Dicha marca, solo fue igualada por Raja Casablanca de Marruecos que, en 2013, alcanzó el encuentro definitorio  tras derrotar a Atlético Mineiro por 3-1.

Ahora, tras ganar la Champions League africana, TP Mazembe viajará a Japón en busca de repetir aquella gloriosa historia. Su camino se inicia el 13 de diciembre en Osaka, cuando enfrente al ganador de la Eliminatoria Preliminar que disputará Auckland City frente al campeón del fútbol japonés. Luego, si consigue superar un enfrentamiento en el que aparece como favorito, se cruzará en el camino de River Plate, aspirando a un lugar en la gran definición del 20 de diciembre en el Estadio Internacional de Yokohama. 

El poderío del equipo blanco y negro invita a la ilusión. Un equipo sólido en lo físico, con puntos altos en la zona de creación y definición –Kalaba, Assalé y Samatta-, mucha dinámica y habilidad en los extremos –Ulimwengu y Traoré-  y una mezcla interesante de experiencia y juventud en la plantilla, espera agazapado la posibilidad de superar el primer partido para poder luego sorprender al alicaído equipo de Marcelo Gallardo.

Futuro en construcción

El dinero de Katumbi, que ha atraído a las filas de TP Mazembe a jugadores importantes dentro del concierto futbolístico africano, también ha propiciado un proyecto cuya finalidad es nacionalizar el equipo y llevar talento al representativo nacional a mediano plazo: La  Katumbi Football Academy.

La configuración de un predio de 500 hectáreas que está en plena construcción albergará a la academia, que pretende emular en África las principales escuelas de fútbol juvenil de Europa. Con Arsenal y Barcelona como referencias y la aplicación del modelo llevado a cabo por Jean-Marc Guillou en la exitosa escuela del ASEC Mimosas -Academié MimoSifcom-, que propició una extraordinaria generación de jugadores al fútbol marfileño –Didier Zokora, Gervinho, Romaric, Yaya Touré y Salomón Kalou entre ellos-, el francés Regís Laguesse, de 65 años de edad, proyecta el mañana del fútbol congoleño.

Laguesse, quien fue parte activa como entrenador en la Academié MimoSifcon de Abidjan entre 1997 y 2000, tiene a cargo el proyecto, que recluta jóvenes de hasta 17 años por toda la Provincia de Katanga, ubicada en el extremo sur de la República Democrática del Congo. La academia, no sólo capacita a los jóvenes como futbolistas. Una interesante mirada pedagógica y la necesidad de reconvertir la vida de mucho de esos chicos, que viven en la carentes condiciones que aún ofrece un país en permanente estado bélico –ya sea latente o real-, son factores relevantes en una escuela de fútbol y de vida, que alberga a los jugadores como parte de una gran familia.

El objetivo final, más allá de conformar los planteles del futuro de TP Mazembe y de los Leopardos congoleños con gente surgida de las propias entrañas de la academia, es construir hombres de fútbol que puedan modificar el futuro del país mediante su influencia. De hecho, símbolos del club y del seleccionado, como el veterano arquero Robert Kidiaba y el  defensor Jean Kasusula, formarán parte de las filas del Partido Nacional Para la Democracia y el Desarrollo en las próximas elecciones nacionales parlamentarias, a celebrarse a fin de mes.

Recongolizar el fútbol de la institución más importante a nivel nacional, que hoy es referencia inequívoca en el continente y lo representará ante  el mundo en el próximo Mundial de Clubes es, al menos, una forma válida de influir en la búsqueda de la  paz y la unidad de una nación que ha vivido inmersa en la lucha tribal e intenta proteger la democracia como plataforma hacia un crecimiento necesario de manera urgente.

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