El conjunto chino, de la mano de Felipe Scolari, retorna al Mundial de Clubes, tras haber participado en 2013. Líder absoluto en su continente, intentarán desarrollar su juego solidario y ordenado en tierras japonesas.
Al sur de la República Popular
China se encuentra Cantón, una ciudad que reúne a más de 3.000.000 de
habitantes. El Guanghzou Evergrande Taobao (patrocinados por una inmobiliaria y
el Ebay chino de Alibaba) se ha convertido en el club más importante del lugar,
dejando al homónimo R&F varios escalones por debajo. Y ya no solo es
reconocido en Cantón y en China, también se ganó a base de talonario y un
proyecto encabezado en su momento por Marcello Lippi, un respeto absoluto en el
continente asiático.
Dos Champions en las últimas tres ediciones del certamen. Figuras del fútbol brasileño son atraídas por el salario y porqué no, por una liga que a mediano-largo plazo puede ser más competitiva y vista por el mundo. La atención se puede captar mediante proyectos serios e inversiones (más) fidedignas con el mercado futbolístico -ya que varios equipos europeos mastodónticos se encargan de explotar- o a través de una excelsa participación en un Mundial de Clubes.
Lippi marcó el camino a seguir con una idea de juego basada en la combinación por raso. Así colmó de trofeos las vitrinas del club. Fabio Cannavaro no consiguió mantener o mejorar dicha idea ya que su equipo se basaba en las genialidades de sus mejores jugadores, por lo tanto fue destituido y para sorpresa de muchos, el elegido para suplirle fue Luiz Felipe Scolari. Un entrenador que a priori y a posteriori no garantiza un fútbol vistoso ni de muchos kilates pero que sí puede aportar y así lo hizo, un pragmatismo absoluto basado en un equilibrio mayúsculo y de perfectas transiciones defensa-ataque.
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| Scolari clasificó por tercera vez a la ex Copa Intercontinental... |
El jugador asiático posee la capacidad innata de sacrificio, obediencia y de aplicarse en la tarea o pedido enviado por el entrenador. El orden chino sumado a la alegría brasileña dan como resultado un fuerte híbrido que entiende cuando el partido necesita del sacrificio, de remangarse y sudar y cuando se trata de soltarse la melena y disfrutar. Un ejemplo clarividente es el de Paulinho, capaz de ofrecerse una y otra vez en ataque por sorpresa y también de solidificar el doble pivote junto al capitán de gran temporada, Zhi Zheng.
Cabe destacar a los goleadores Elkeson y Ricardo Goulart. Dos delanteros que a la hora de decidir su futuro, no imaginaron o pusieron en una balanza sentimental, las opciones que podrían tener con Dunga (Scolari en su momento) de ser convocados por su selección al alejarse de manera notoria del fútbol más observado.
En el Mundial de Marruecos disputado en 2013, apeó al gigante egipcio Al Ahly pero cayó en semifinales ante el que a la postre fue campeón, el Bayern Múnich. Un 3-2 en contra en el tercer puesto ante el Atlético Mineiro, acabó por arrojar dos derrotas y una victoria pero un sabor de boca positivo debido a la imagen ofrecida en el terreno de juego.
Desde su ascenso a la máxima categoría en 2010, se ha transformado en el campeón dictatorial de la Super Liga China ya que el mes pasado levantó su quinto título consecutivo. En la Liga de Campeones tuvo un camino harto difícil desde el primer momento. En fase de grupos compartió zona con el último campeón (Western Sidney Wanderers), el FC Seoul surcoreano y el Kashima Antlers japonés. Con diez puntos, producto de tres victorias, un empate y dos derrotas; lideró el Grupo H.
Ya en las eliminatorias de ida y vuelta, remontó en el Tianhe Stadium ante el Seongnam de Corea del Sur, un 2-1 del primer partido, para acabar imponiéndose por 2-0 con ambos tantos de Goulart para el 3-2 final en el global. En cuartos de final superó con claridad al Kashiwa Reysol de Japón y en semifinales supo manejar (0-0) frente al Gamba Osaka, la renta obtenida (2-1) en casa.
El rival de la final fue el Al Ahli de los Emiratos Árabes Unidos. Un club que nunca a lo largo de su historia había traspasado la fase de grupos. Entrenado por el rumano Cosmin Olaroiu y con figuras del calibre de Everton Ribeiro, Lima u Ousama Assaidi, fueron la sorpresa de una copa que acabó en manos de los chinos como marcaban las apuestas desde un principio.
La primera piedra de toque será el América de México, más lejano espera el sueño de enfrentar al todopoderoso FC Barcelona. Disputar la final o poner en serios aprietos al campeón de Europa, sería como un cuento chino y por lo tanto un digno caso insólito para recortar por el personaje interpretado por Ricardo Darín en la comedia dramática estrenada en 2011.
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