Luego de la salida de Jurgen Klopp como entrenador del equipo, el BVB tiene un nuevo hombre al mando: Thomas Tuchel, quien comenzó con el pie derecho. Una nueva era comienza en un club que quiere volver a gritar campeón.
Reinhard Rauball, presidente del Borussia Dortmund, no dio
lugar a especulaciones al contratar a Tuchel para dirigir al primer
equipo y reemplazar nada menos que al histórico Klopp, quien además de
llegar a una final de Champions en 2013, conquistó dos bundesligas en las
temporadas 2010/2011 y 2011/2012, una Copa de Alemania en 2012 y dos Supercopas
en 2013 y 2014. La llegada de Tuchel sin dudas fue vista como una incógnita
tanto para los 115.000 socios del Dortmund como también para la dura prensa
alemana. Sin embargo, hay varios detalles que le dan la razón a Rauball en su
cuestionable decisión de poner al mando de un equipo con la vara demasiado alta
a un técnico sin experiencia en equipos grandes.
Tuchel, antes de
asumir en el Dortmund, dirigió desde el 2009 al recién ascendido Mainz, y los
posteriores cinc años fueron del todo positivos, destacando las clasificaciones a
Europa League en las temporadas 2010/11 y 2013/14, año en el cual dimitió como
entrenador del primer equipo. A pesar de su escasa efectividad en puntos (no
llegó a 40%), le sirvió para mantener a los maguntinos en Primera División
hasta el momento de su renuncia. Luego, pasaría un año entero sin actividad
hasta su llegada al equipo de Renania del Norte. Paradójicamente, los
dos últimos técnicos del equipo que cada 15 días hacen explotar el Signal Iduna
Park fueron ex entrenadores del Mainz, ya que Klopp se había hecho cargo del
mismo desde el 2002 hasta el 2008, logrando el ascenso a la Bundesliga por
primera vez en la historia del club de Maguncia en 2004.
La realidad, al
menos hasta ahora, marca un gran comienzo del entrenador alemán de 1,92 metros
al frente del poderoso equipo aurinegro, plagado de figuras. Es así que el
Dortmund ganó los ocho partidos que dirigió Tuchel y marcó 30 goles mientras que sólo recibió seis.
En la temporada 2015/16 de la Bundesliga, marcha puntero junto al Bayern Múnich
con nueve puntos, tras ganar cómodamente los primeros tres encuentros (4-0 en el
Signal Iduna Park ante el Borussia Monchengladbach, mismo resultado en su visita al
recién ascendido Ingolstadt, y el pasado fin de semana como local 3-1 ante el
Hertha de Berlín).
En cuanto al funcionamiento del equipo, se rescata una gran
ambición por el juego de posesión y búsqueda de espacios. Casi como una
orquesta, en la que todos deben cumplir sus funciones en el momento adecuado.
Sin embargo, también tienen la capacidad de romper con el esquema cuando
superan los tres cuartos de campo en ataque, quebrando líneas y sorprendiendo a
la defensa. Primero el orden, luego la tenencia, después la sorpresa. Así
renace el Dortmund.
Otro de los puntos
que debe tener en cuenta Tuchel es el de mantener el buen clima en el vestuario
y estar atento a los inconvenientes que les surjan a los jugadores. Klopp tenía
varios diplomas en esa materia, puesto que se lo reconocía más por sus dotes de
“psicólogo” del plantel que por sus estrategias para jugar. El ejemplo más
conmovedor fue cuando luego de perder la final de Champions ante el Bayern
ingresó al campo de juego y le dijo a Marco Reus, una de las grandes estrellas,
que a pesar de la derrota era un héroe por haber hecho feliz al pueblo de
Dortmund durante toda ese año.
Ahora, la clave
estará en sacarle el mayor jugo posible a este equipo que cuenta con
futbolistas de toda índole y que además de los compromisos locales participa de
la Europa League: Mats Hummels, capitán y emblema del aurinegro; Ilkay
Gundogan, mediocampista clave en la recuperación; Reus, figura del plantel, y Pierre
Emericke Aubameyang, el escurridizo delantero gabonés que además oficia de
goleador.
De esta manera, la
ilusión de los fanáticos que copan cualquier estadio donde juegue su equipo, se
mantiene intacta luego de la salida de un referente como Jurgen Klopp. A partir
de ahora, y hasta el año que viene, los objetivos no pueden ser menos que la
obtención de la Europa League y por supuesto pelearle hasta el último suspiro
la Bundesliga al Bayern Múnich de Pep Guardiola. Thomas Tuchel y sus dirigidos,
parecen estar preparados.
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