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Sacarse la casaca..

El Tribunal de Disciplina no aplicará ninguna sanción a Tevez luego de la lesión de Ham. Todo queda a criterio de un árbitro y de las consecuencias nadie se hace cargo. Los tiempos de Don Julio han terminado, pero como diría el mandamás: "Todo pasa" o más bien "Siga, siga"..



Carlos Tevez es el foco de todas las miradas luego de la lesión de Ezequiel Ham. Desde todos los lugares se critica su vehemencia a la hora de ir a buscar la pelota y las voces comenzaron a alzarse por la violencia con la que se juega cada fin de semana en el fútbol argentino. Nada nuevo porque muchas veces se pega más de lo que se juega, pero los "puristas", aunque no lo sean, salen de sus madrigueras todos juntos y más cuando una fractura expuesta lo potencia. Esto tampoco es nuevo, la sociedad, el periodismo, que es un reflejo o viceversa del "pueblo", y hasta los propios jugadores se hacen eco de esa jugada desafortunada. 

Algunos lo defienden, otros confirman y reconfirman que el Apache fue a "romper a su rival". Los que tienen la camiseta puesta, en su mayoría hinchas de Boca, bancan y avalan que fue a buscar el balón y que todo se debió a una casualidad. Los contrarios, un gran sector de los que largan sus opiniones, mantienen que no era necesario ir a buscar la pelota con tanta fuerza y dejando "la plancha". Los juicios se mueven según la camiseta porque siempre es más sencillo poner en jaque a los rivales. Antes fue Leonel Vangioni en un superclásico, después apareció Mario Yepes con una patada en el pecho en un clásico ante Boca y hoy es el ex Manchester United. Todos los caminos llevan al mismo sitio pero no llegan a un lugar desahitado porque nadie se hace cargo. 

"Es difícil demostrar la mala intención", lanzó el titular del Tribunal de Disciplina, Fernando Mitjans y de paso agregó: "Cuando Vangioni lastimó a (Cristian) Pavón, tampoco lo hicimos". No hace falta agregar demasiado como para confirmar que si el árbitro no lo observa y no lo sanciona, desde las altas esferas no se harán cargo de la lesión de un jugador. No actuar de oficio es marcar que mañana un mal intencionado que "zafa" de la roja sigue en las canchas sin problemas. Ahora bien, suponiendo que Carlitos simplemente quiso ir a trabar y llevarse la redonda: ¿no merece una sanción? Ham estará varios meses fuera de las canchas, algo que a Tevez solo le hubiera pasado si lo expulsaban. Del otro lado de la vereda aparece Agustín Orión, quien lesionó a Carlos Bueno y sufrió una sanción por la violencia de su jugada. ¿La diferencia? Simplemente ver la roja. 

Dejamos en manos de una sola persona toda la responsabilidad de una situación en la cual participan muchos. Ahora los árbitros además de cobrar penales, laterales, tiros libres, faltas o de marcar con aerosol la distancia, son jueces deportivos fuera de las canchas. Orión lo sufrió; Tevez zafó. Se llenan la boca para justificar errores arbitrales pero a la primera de cambio le sueltan la mano. Es extraño cómo funciona el sistema, aunque quizás la equivocación es intentar entender de qué forma funciona. La lógica de esas entidades pocas veces coincide con la realidad o hasta con el pensamiento colectivo, que para ser sinceros tampoco es un punto de vista de los mejores. 

Extrañamente si descendemos algunas categorías la cosa cambia. En febrero pasado José Napoli, jugador de Dock Sud, lesionó a Lucas Ferreiro, player de Talleres de Remedios de Escalada. Ese día el árbitro no cobró nada, pero luego el futbolista del Docke recibió cinco fechas de suspensión. Al parecer y como para confirmarlo en la C y en la A no existe la misma justicia. Podríamos comenzar a hablar de poderosos y de débiles, el mundo se divide en estos dos grupos en varias ocasiones y a la vista de todos no aplica la misma imparcialidad. Todo pasa, decía Don Julio y si señores hasta las fracturas expuestas pasan. Siga siga..

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