Los Azules,
dueños de una rica y centenaria historia que abarca una gran cantidad de logros,
tanto en la antigua Yugoslavia como en la independizada Croacia, arrancaron la Champions League con una victoria ante Arsenal tan sorpresiva como esperanzadora. Su historia, su proyecto y su presente.
Portal imaginario –o no tanto- entre Oriente y Occidente,
Capital administrativa, centro político y económico fundamental, corazón de una
cultura pintoresca, ciudad bella por donde se la mire, Zagreb es la ciudad cabecera
de la República de Croacia, independizada en junio de 1991, en los primeros
movimientos que finalizarían con la disolución de la antigua Yugoslavia,
oficializada poco más de un semestre después.
En 1911, cuando Yugoslavia aún no existía y el Imperio
Austrohúngaro, que nucleaba a gran parte de los territorios y culturas
dispersas por Europa del Este, fabricaba los rencores que provocarían la
Primera Guerra Mundial, nacía el Prvi Hrvatski Gradanski Sportski Klub.
Esta
institución, que modificaría varias veces su denominación hasta el actual Gradanski
Nogometni Klub Dinamo Zagreb, sería protagonista importante del fútbol de la
región y conseguiría a lo largo de sus 104 años de vida, sumando los torneos
yugoslavos y croatas, 27 títulos de Liga, 20 Copas nacionales y cinco Supercopas
nacionales. La consagración en la Copa de Ferias de 1967 completa el palmarés
para nada despreciable de uno de los principales equipos del país balcánico.
Asiduo participante de las fases clasificatorias o de las
instancias iniciales de los torneos continentales desde los años 70, Dinamo
Zagreb no consigue despegar hacia los escalones más altos de cada uno de los
certámenes.
Desde aquella consagración en la Copa de Ferias de 1967, pese a
dominar claramente el fútbol de su país desde principios de los 90, los Azules solo alcanzaron los Cuartos de Final de la Copa de Ganadores de Copa en 1969-70, nunca superó la tercera ronda de UEFA
Europa League –Copa de ferias y Copa UEFA incluidas- y tuvo como tope la fase de
grupos en Champions League, a la que regresó esta temporada tras caer dos años
seguidos en Play-Off.
Las realidades de antaño, las promesas del presente
Vientos de esperanza
Tras superar en las fases previas a Fola Esch de Luxemburgo,
a Molde de Noruega y a Skënderbeu de
Albania, el sorteo de la Fase de Grupo no fue benévolo. Bayern Munich, Arsenal
y Olympiacos, compiten con el equipo croata en el Grupo F, por los dos lugares
en Octavos de Final o el premio consuelo: un pasaje a la UEFA Europa League.
Sin embargo, Dinamo Zagreb se las arregló para pegar un
fuerte golpe en la mesa y derrotar al Arsenal inglés por 2-1, en el Maksimir
Stadium de la Capital croata, con justicia y sin dejar dudas. La importante
victoria, como mínimo, lo pone en carrera por el tercer puesto, sin quitarle la
ilusión –aún sólo eso- de dar una sorpresa mayúscula y desplazar a los Gunners del segundo lugar.
Pero no es el resultado el combustible que enciende la
esperanza. El juego colectivo de un equipo que vierte destellos de los mejores
tiempos del fútbol balcánico, que conjuga talento con criterio y experiencia
con juventud, ha impresionado favorablemente al mundo futbolístico.
Ahora será tiempo de confirmaciones. La vista a Munich en
octubre, no será tan decisiva como el enfrentamiento clave ante el Olympiacos
de Esteban Cambiasso y Alejandro Domínguez en el Maksimir Stadium. Teniendo en
cuenta una probable derrota de los griegos en Londres ante Arsenal e igual
destino para Dinamo en su visita a Bayern, un triunfo de los dirigidos por
Mamic, podría determinar una
ventaja de seis puntos con nueve en disputa y dejaría a los croatas a un paso de la
UEFA Europa League. Además estarían con chances reales de definir mano a mano con los Gunners un lugar en Octavos de Final que sería histórico.
Esperanza e ilusión, chocan con la necesidad de una
regularidad que muchas veces le es esquiva a los equipos de Europa Oriental.
Pero GNK Dinamo Zagreb, tiene una oportunidad inigualable y material interesante
para conseguir una gesta histórica. Su público la espera. La magia de un fútbol
que ha mezclado grandes cuotas de talento con desarreglos y conflictos de índole política,
cayendo injustamente en las redes del olvido, la necesita.
0 Comentarios..:
Publicar un comentario