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Hirsch, un argentino en San Marino

Adolfo Hirsch, delantero argentino, debutó en la selección de San Marino en 2011 y ya acumula seis años en ese país. Un futbolista que, antes de dar un salto, evaluará la situación de su trabajo en una fábrica.



A mediados de 2011, Adolfo Hirsch hizo su presentación con la camiseta de San Marino y se transformó en el segundo futbolista argentino que actúa para el país. Aquel partido fue derrota ante Rumania, pero significó un paso adelante en la carrera del delantero nacido en Guerrica, una localidad cercana a Pergamino. A posteriori de su debut, continuó siendo citado y hoy es una pieza segura en el seleccionado.

Ya asentado con 29 años en territorios aledaños a Italia, cuenta que el fútbol es una de sus grandes pasiones, pero no el motivo principal de su salida de Argentina. Tras quedar libre mientras estaba en la reserva de Banfield y retornar a su ciudad natal, jugó en ligas zonales hasta que viajó a Europa en 2009. Su relación afectiva con Danilo Rinaldi, el otro argentino que juega para el combinado sanmarinense, fue elemental para tomar la decisión. Hoy juega en el SS Folgore/Falciano, tras su paso por Virtus y el Cosmos.

- ¿Cómo llegaste a dar el salto a un fútbol como el de San Marino?

- A través de amigos que ya vivían acá, vine con la intención de buscar un trabajo y un futuro, el fútbol fue algo extra que siempre me gustó hacer.

- Teniendo en cuenta las diferentes culturas y el idioma, ¿cómo fue tu adaptación al país?

- El idioma –italiano- fue lo que más me costó, tardé unos meses en hablarlo. Culturalmente, no somos tan distintos y con eso no tuve problemas.

- La mayoría de jugadores jóvenes buscan dar un salto, ¿por qué optaste por atravesar una experiencia nueva en un país sin tradición futbolística?

- Nunca tuve la opción de jugar en otras ligas o a un nivel más importante. La llegada al fútbol de acá se da por casualidad. No me dedico exclusivamente a ser jugador, tengo mi trabajo y vivo de eso. El fútbol es una pasión y juego por eso, no me gano la vida jugando.

Tan solo una vez pudo San Marino vencer, aunque fue en un partido no oficial disputado ante Liechtenstein en 2004. Históricamente identificado con resultados negativos, se encuentra en los escalones más bajos del Ranking FIFA. Han obtenido empates históricos, como el logrado ante Estonia en la presente fase de clasificación a la Eurocopa 2016. En 2013, por caso, pudieron volver a convertir tras cinco años.

Precisamente, el entrenador Giampaolo Mazza abandonó su cargo hace dos años, poniendo fin a un ciclo que había comenzado en 1998, récord absoluto en selecciones nacionales. La llegada de Pierangelo Manzaroli abrió definitivamente las puertas del equipo a Hirsch.

- ¿Qué fue lo que te llevó a jugar por aquel país?

- Acepté porque conocía de jugar partidos importantes y sabía que solo acá lo podría hacer. La llegada a la Selección se da porque yo tengo el pasaporte y mis bisabuelos eran de acá. No todos pueden jugar en San Marino, solo los que tienen antepasados nacidos en estas tierras.

- ¿En qué se sustenta un futuro crecimiento de la Selección?

- Creo que el crecimiento son los jóvenes, los que van a conseguir resultados positivos dentro de unos años, hay pibes interesantes y mucho trabajo bien hecho en ese sector.

- La Federación del fútbol de allá, ¿qué intenta implementar para lograr una mayor competitividad a largo plazo?

- La Federación está creciendo, como todo el fútbol de acá, solo sirve tiempo y trabajo. Están mejorando las infantiles y dando mucha importancia a la selección mayor, con más entrenamientos y un personal profesional que nos sigue continuamente.

- ¿Reciben apoyo por parte de la gente?

- La gente no sigue a la Selección, son muy pocos los que apoyan y dan una mano de una manera u otra. San Marino tiene 40.000 habitantes y muchos deportes de importancia aparte del fútbol.

- Hace un tiempo tuviste la posibilidad de jugar en Wembley frente a Inglaterra –derrota 0-5 en 2014. ¿Cómo fue aquella experiencia?

- Fue única. Jugar en un estadio así, con 50.000 personas y contra esos fenómenos, fue algo increíble. Una experiencia que no olvidaré nunca.

- La liga de fútbol de San Marino es semiprofesional, ¿cómo es el torneo? ¿Cuál es el nivel general?

- La liga es competitiva, muy pareja, cualquiera gana a cualquiera, hay buenos jugadores en todos los equipos. Y el nivel es como un Argentino B, no tan físico, se juega mucho más y es muy táctico también.

El Folgore fue campeón de la última edición de liga y tuvo su lugar en la pre-Champions. Pese a no obtener el boleto que le otorgase el pase de ronda, Hirsch pudo convertir un gol en la serie. El global, ante el Pyunik armenio, acabó siendo de 2-4.

- Pese a no lograr la clasificación, ¿qué te aportó esa eliminatoria?

- Queda solo un lindo recuerdo, hacer un gol en Champions no es algo que sucede siempre. Fue una linda satisfacción personal, pero hubiese preferido pasar la fase.

 - ¿Cómo es un día de tu vida en aquel país? ¿Tienes otro trabajo?

- Sí, en una empresa que fabrica muebles, cocinas, artefactos de dormitorios y todo para la casa. En un día normal, me levanto a las 5 de la mañana. Desayuno en casa y una hora más tarde entro a trabajar hasta las 14 horas. Luego almuerzo, estoy un poco con mi familia, mi hijo y mi señora, y por lo general duermo una hora o trato de descansar. Después, tomo unos mates y a las 18:30 horas me voy a entrenar. De 19 a 21:30 entreno, vuelvo y ceno en casa. Me acuesto y miramos fútbol o películas. De lunes a viernes es así. Los domingos jugamos, intento descansar bastante los fines de semana.

 - ¿Cuáles son tus expectativas a futuro?

- No planeo nada, me gustaría jugar en otra liga, cambiar un poco. Pero sé que no es fácil, tendría que ser algo muy seguro, sino no dejaría el trabajo. Aunque espero que salga otra oportunidad en algún momento.

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