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Victoria del Inter a pesar del efecto Gignac

El conjunto de Porto Alegre le ganó por 2 - 1 a Tigres de México por el partido de ida de la segunda semifinal de la Libertadores. D’Alessandro y Valdivia marcaron los goles del elenco local, mientras que descontó Ayala de cabeza. Más allá de no anotar, el francés hizo un buen partido.

Apabullante. El comienzo del local fue tan tremendo que ya estaba 2 - 0 antes de diez minutos. El primero llegó a los cuatro minutos: salida bajo presión de Arévalo Ríos y Andrés D’Alessandro pateó desde afuera y la clavó abajo, lejos del Patón Guzmán. El segundo cayó a los nueve: a Jorge Valdivia le quedó una pelota boyando, remató de primera a portería, rebotó en la pierna de un defensor que intentó barrer la ejecución y se clavó por encima del arquero argentino.

No hubo tiempo para mucho análisis que los brasileños ya se habían puesto en ventaja. Incluso estuvieron más cerca de poder aumentar la ventaja, que Tigres de poder realizar un descuento. El detalle más claro estuvo en la presión a los defensores con Nilmar Valdivia, D’Alessandro y Lisandro López como principales exponentes.

Pero en toda esta incursión defensiva a veces pagaba con desaciertos en defensa y espacios vacíos que pudieron aprovechar los jugadores del elenco mexicano. Además, hay que sumarle el valor calidad que aportan André-Pierre Gignac y Rafael Sobis. Este último, puso el centro para el cabezazo de Hugo Ayala en el descuento. Y el francés tuvo dos importantes jugadas que se autogeneró, pero encontrándose con Alisson en ambas.

En la segunda mitad, Arévalo Ríos tuvo una muy clara dentro del área con solo cinco minutos de disputa. Tigres sabía que debía (y que podía) igualar el encuentro. Pero unos minutos después, Ayala le entró fuerte a Licha López y vio la segunda amarilla, quizás lo peor es el hecho de que se perderá la vuelta. Jurgen Damm fue el que pagó los platos rotos y le dio entrada a Briseño. La idea era no desarmar el fondo.

Luego fue todo un juego de apuestas: Internacional a las habilidades de D’Alessandro y de Charles Aranguiz (los dos mejores del elenco brasilero) para poder desequilibrar al Patón Guzmán y terminar de sentenciar el partido. Los de Ricardo Ferretti lo hicieron a las genialidades que pudiesen llegar a concretar tanto Sobis como Gignac y a la conducción muy correcta de Javier Aquino.

No pasó más de una sucesión de ataques por el lado del local. No fue el mejor segundo tempo de ninguno de los dos elencos. El hecho de que la visita no tuviese los once jugadores los hizo replegarse atrás. Los locales temían a las contras y optaban por el juego de posesión.

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