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Jacobo Urso, la vida por San Lorenzo

El mediocampista se destacó en la era amateur en San Lorenzo. Era reconocido por su juego y fue de los más respetados de la época, pero un acontecimiento dentro de la cancha terminó con su vida drásticamente.



¿Quién no ha escuchado a un actor decir que su muerte ideal sería arriba de un escenario, o a un jugador de fútbol decir que deja la vida por los colores? Bueno, el protagonista de esta nota nunca dijo esa frase, sino que dejó la vida por los colores pero de verdad. Murió jugando para San Lorenzo luego de un choque con otro jugador.

Jacobo Urso nació en Dolores, provincia de Buenos Aires, el 17 de abril de 1899, es hijo de Jacobo Urso y Rosa Florio, dos italianos que vinieron a hacerse la América. Jacobo, tuvo 11 hermanos, como él decía siempre: "Mamá y papá me dieron 11 hermanos y San Lorenzo me dio 11 más". A los 12 años comenzó a jugar en el club Alba, para pasar a San Lorenzo (en su etapa de fundación), cuando tenía 14 años. Siempre se desempeñó como mediocampista izquierdo o como se decía entonces half izquierdo o también como mediocampista central o half. Fue un futbolista precoz, porque entró al Ciclón en Tercera para pasar a los pocos partidos a la Intermedia y en sólo un año llegar a la Primera.

Urso, el segundo de la izquierda
Hay dos hitos que marcaron la carrera de Urso, uno fue el 7 de mayo de 1916, en donde fue titular en el partido ante Estudiantes de La Plata, en el que San Lorenzo inauguró su cancha de Avenida La Plata y que fue triunfo del local por 2-1. El otro es el que depositó a Jacobo como el primer jugador de la historia de San Lorenzo en ser citado por la Selección Argentina, en un partido por la Copa Newton ante Uruguay, en Montevideo el 24 de agosto de 1919.
En su lecho de muerte con el periodista del diario El Telégrafo
Su carrera evolucionó normalmente, sin embargo la tragedia se cruzó en su vida. Fue el 30 de agosto de 1922 cuando San Lorenzo enfrentó a Estudiantes de Buenos Aires por la 13º fecha del campeonato. Urso tuvo durante todo el primer tiempo un duelo personal con Comoli, de Estudiantes, y a los diez minutos del segundo tiempo, Urso fue a disputar una pelota con Comoli y Juan Van Kamenade, nunca se supo cual de los dos fue, pero lo cierto es que uno de ellos le asestó un codazo que le rompió dos costillas. Una de esas costillas le perforó el riñón, lo cual produjo una hemorragia al instante. Urso quedó en el piso, pero se incorporó y siguió el partido, pero enseguida notó que no podía respirar con normalidad y que escupía sangre constantemente. Sus rivales, compañeros y el árbitro le pidieron que abandonara el partido.
     

Urso hizo caso omiso a las sugerencias y siguió. Lo único que hizo fue acercarse a donde estaban los jugadores que no formaban parte del partido, a un costado de la cancha, ya que no había banco de suplentes, porque no estaba instaurado los cambios de jugadores (recién se hizo en 1968), para pedir un pañuelo y secarse la sangre que emanaba de su boca. 

Urso no quiso dejar a su equipo con diez hombres, entonces continuó jugando hasta el final del partido. Cuando el partido terminó, Jacobo fue internado en el hospital Ramos Mejía en estado crítico. Sin embargo, se recuperó a las pocas horas y recibió a un periodista del diario El Telégrafo en el cuál declaró: "Las lesiones fueron casuales y de ninguna manera fueron intencionadas como algunas personas mal intencionadas quieren hacer remarcar". Al periodista también le deslizó: "Espero que los dirigentes suspendan el partido ante River así me recupero y puedo jugar".

Esta es la bandera con la cual envolvieron el féretro
Lo cierto es que Jacobo empeoró, hubo que extirparle el riñón, perdió mucha más sangre y hubo que hacerle una transfusión. Pero nada de eso sirvió, Jacobo Urso murió el domingo 22 de agosto a las 18:05, es decir, una semana después del golpe recibido. Fue velado en su casa y enterrado en el cementerio del Oeste (hoy cementerio de Chacarita), el féretro salió desde el Viejo Gasómetro y fue despedido por casi siete mil personas. Fue tal la conmoción que se pensó en suspender el campeonato, pero no ocurrió. El féretro fue cargado por jugadores de San Lorenzo y por jugadores del Teplizer Fussball Klub de Checoslovaquia, que se encontraba de gira por Sudamérica.

Monolito que estaba en la entrada del Viejo Gasómetro
Jacobo Urso es recordado en el Nuevo Gasómetro, en donde el museo del club lleva su nombre e incluso el monolito que estaba en el Viejo Gasómetro se encuentra en este sitio. Y también el nombre de Jacobo Urso es usado por un equipo de Saladillo, el Club Atlético Jacobo Urso.  En tiempos en que los jugadores viven lesionados, salen del campo ante cualquier molestia o se guardan para jugar algunos partidos, Jacobo Urso dejó la vida por los colores de verdad y se despidió de este mundo por no abandonar el campo de juego. Un héroe para el pueblo del Ciclón.

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