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Xavi, el guardián de un tesoro

El volante jugó su último partido en el Camp Nou con la camiseta de Barcelona. El capitán se retiró levantando los trofeos de Liga y Copa del Rey, y con la víspera de la final de Champions League. Se marcha un estandarte. 




"Apasionado de este deporte y futbolero hasta la médula". Así se definió Xavi Hernández en su última rueda de prensa como jugador del F.C. Barcelona. El capitán jugó el sábado pasado su último partido en el Camp Nou con la camiseta blaugrana, y como si se tratase de un guión cinematográfico, fue el encargado de levantar el trofeo de Campeones de la Copa del Rey

Xavi es más que un excelente jugador de fútbol, no es solo un gran pasador de la pelota, tampoco es solo el director de una orquesta, ni tampoco el capitán de uno de los mejores equipos de la historia. Xavi es mucho más que todo eso. El 6 blaugrana es el referente de una idea, el intérprete de un estilo, el portador de un ADN especial y sobre todo es el garante de un tesoro

Al ser un hijo de la casa, un producto de la masía, se le exigió más que a cualquier otro. Muchos recordamos las épocas en las que se lo responsabilizaba por algunas temporadas de vacas flacas. Pero de eso se trata la función de guardián del tesoro, ponderar una idea y un estilo pase lo que pase, sin que importe el ruido de las críticas de aficionados y periodistas. En Can Barça debe haber necesariamente un Xavi, un referente que tenga en cuenta las formas y los medios en épocas de viento a favor o viento en contra. 

La coherencia es una de las características de Xavi, tanto dentro de la cancha como afuera. Una de las frases que lo caracteriza la utilizó al cumplir su partido 550 con la camiseta de Barcelona -"Yo solo soy un alumno de esta escuela"-, casualmente lo repitió en su última conferencia de prensa -"Soy alumno de Can Barça , he intentado llevar a la perfección lo que me han enseñado"-. Hace 24 años un pequeño Xavi llegaba al club y hasta el cansancio le repetían que si jugaba en el medio no podía perder la pelota, el de Terrassa lo cumplió durante sus más de dos décadas en Barcelona y 17 temporadas en el primer equipo

Cuando Xavi comenzó a tomar el ascensor que traslada a un jugador desde el Barcelona B hasta el primer equipo, un consolidado jugador como Guillermo Amor lo acogió para que su estadía durante esos entrenamientos sea cada vez más estable. Muchos años después fue el propio Xavi quien se encargó de recibir a decenas de promesas que llegaban con muchos nervios e ilusión a entrenarse con las estrellas del fútbol, indicándoles donde colocar sus botines y donde pararse en la cancha, un verdadero garante del tesoro más preciado. 

Su función de guardián no finaliza con su retiro, por el contrario. Johan Cruyff expresó lo siguiente tras el retiro de Pep -"A pesar de que el Dream Team acabó hace tiempo, yo, cuando veía jugar a Pep, pensaba que aún quedaba algo"-. Probablemente el holandés no tenía en cuenta que Guardiola regresaría a Barcelona unos cuantos años después y sería quien continuaría con la saga originada con Laureano Ruiz, retomada por Cruyff y perfeccionada por el propio Guardiola. Siguiendo el razonamiento de Johan, el retiro del 6 puede significar la desaparición de uno de los eslabones más importantes de la cadena de juego del Pep Team, sin embargo, si el destino no se pone en caprichoso, volveremos a disfrutar de él y de su tesoro. 

El propio Xavi lo mencionó en sus últimas declaraciones, su intención es formarse como futuro entrenador y cumplir su sueño de volver al club como director técnico. El garante del tesoro continuará ejerciendo su labor a la distancia, manteniendo encendida la llama de un paradigma futbolístico irrenunciable para los que llevan el ADN Barça en sus venas, el guardián disfruta de su labor y mientras él exista, el estilo no se negocia. Más que un adiós, es un, hasta muy pronto capitán. 

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