Tras finalizar en la segunda posición el campeonato italiano
de la Serie B, el Frosinone Calcio cuajó un histórico ascenso a la
máxima categoría. A continuación, la increíble historia de este equipo que, no
hace más de tres años, militaba sin pena ni gloria en la Tercera División de Italia.
El Football Club Frosinone fue fundado en el año 1928 en la
región de Lacio. Su existencia pasó siempre por la lucha en las distintas categorías
del ascenso de Italia, no más que eso. En el año 1990, luego de conseguir un
histórico objetivo, como fue subir a la Serie C, problemas financieros se interpusieron en su
camino, por lo que la entidad debió volver a comenzar desde abajo.
Refundado bajo la denominación de Frosinone Calcio, nombre
vigente aún, el club reanudó sus actividades futbolísticas en la Serie D. Luego
de años oscilantes, con sendos ascensos y descensos, el equipo logró una cierta
estabilidad y, en el año 2006, logró ascender a la Serie B de Italia, y quedar
a sólo un paso del máximo anhelo de todos sus hinchas: jugar en la Serie A.
Roberto Stellone es un italiano de 37 años, que actualmente
se dedica a la dirección técnica de equipos de fútbol. Previamente se desempeñó
como jugador, en la posición de delantero. La última camiseta que vistió fue la
del Frosinone, que por ese entonces militaba en la Serie B, Segunda División de
Italia. En 2011, su equipo sufrió el descenso a la Lega Pro, tercer escalón de
jerarquía en el fútbol italiano, y Stellone decidió ponerle fin a su carrera, con
un último acontecimiento deportivo bastante doloroso.
Enseguida, se calzó el buzo de entrenador. Siguió ligado al
club que lo vio retirarse como jugador, dedicándose a formar y compartir sus
conocimientos y experiencias en la cantera del Frosinone. Sus equipos juveniles
tenían muy buen desempeño, en contraste con las malas campañas de la primera. Entonces,
decidieron darle la oportunidad más grande que ha tenido hasta el momento: ser
el encargado de encauzar al primer equipo.
En su debut como DT de primera, con todo lo que eso implica,
culminó una buena primera temporada, ya que su equipo finalizó en el 7° lugar
de la tercera división de Italia. Ya exento de las cargas y presiones que
conlleva un estreno en un cargo de jerarquía, Stellone logró formar un conjunto
sólido y ganador. Logró el ascenso a la Serie B en 2014 tras vencer, en la última
ronda de los playoff, al Lecce del mítico Fabrizio Miccoli.
Consciente de las limitaciones de su plantel, el entrenador
fue cauto y, a la hora de marcar un objetivo, tenía en claro que era el de
mantenerse en segunda. Sin embargo, con el correr de los partidos, Frosinone,
que lograba buenos resultados, se animaba a mirar con más cariño la tabla de arriba que la de abajo.
Y llegó la recompensa. Con la conducción técnica de aquel ex
jugador que había sufrido un descenso en su última experiencia dentro del
terreno, el Frosinone finalizó el campeonato de la Serie B segundo y, por ende,
logró el boleto para participar en la Serie A la próxima temporada. Ni el
hincha más optimista del humilde club italiano lo hubiera soñado tan perfecto.
Sin jugadores de renombre, pero a base de mucho trabajo, este club de la ciudad de Frosinone, de no más de 50.000 habitantes, hizo historia en este 2015. Con su 4-4-2 habitual, sin brillo pero aguerrido y competitivo siempre, se convertirá, cuando haga su debut en la Serie A, en ser el primer equipo de la región de Lacio en disputar la máxima categoría sin pertenecer a la capital. Y como no podía ser de otra manera, también cuenta con un argentino en su plantel: Mario Santana, volante de 33 años, quien jugó en San Lorenzo antes de convertirse en un trotamundos del Calcio. Atención, Roma y Lazio, que tienen un nuevo vecino que no entiende de imposibles.
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