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Parecía servida la mesa para que el conjunto mexicano consiguiera sin problemas el boleto al Mundial de Clubes, cual seria la sorpresa que el conjunto canadiense diría otra cosa.
Partido de Ida
Miércoles 22 de Abril. En el Estadio Azteca y teniendo todo para irse con una ventaja a Canadá para jugar la vuelta de la Final de Concachampions, las Águilas dejaron que el Impact de Montreal les pusiera a sufrir con un gol, que les tuvo contra la pared la mayor parte del tiempo.
El cuadro canadiense tuvo tres opciones de gol en todo el partido, y con una que metió le bastó para aniquilar la tranquilidad de las Águilas, que materialmente se regalaron en esa anotación.
Ignacio Piatti es un nombre que difícilmente olvidarán, pues además de su gol, mismo que cayó al 16', los puso en apuros; no fue fácil marcarlo. Sumado a la velocidad de Oduro, ponían en predicamento en cada proyección al equipo mexicano.
Las triangulaciones del cuadro azulcrema eran correctas, salían con balón dominado, traspasaban la media cancha con velocidad, pero en el último toque, ese que ha sido su dolor de cabeza en todo el torneo, fallaron al por mayor.
Parecía como si los botines de Darío Benedetto fueran presa de algún maleficio y hasta sus cabezazos iban con fuerza desmedida y sin dirección. Salió entre abucheos, y ni siquiera la presencia de Oribe le ayudó a que recuperara la tranquilidad para mecer las redes.
Otros como Darwin Quintero y Michael Arroyo quedaron a deber, se fueron en blanco en medio de la decepción de la hinchada americanista, que agradeció el ingreso de Martín Zúñiga a quien el técnico apenas le dio 10 minutos para sacar adelante el atolladero.
Un testarazo de Oribe Peralta al 88' fue como una bocanada de aire para las Águilas que, con un empate 1-1, ahora tendrían que ir a patio ajeno y pelear con uñas y dientes para conseguir el título.
Partido de Vuelta
Miércoles 29 de Abril, Ciudad de Montreal, Cánada. Bastaron cinco minutos de un fútbol brillante para que América consiguiera el titulo de Campeones de Concacaf.
El partido comenzó como nunca esperó el cuadro mexicano. El Impact de Montreal fue al frente presionando desde el mediocampo rival y no tardarían en abrir el marcador. Ignacio Piatti conduciría el esférico en las afuera del área y serviría para Andrés Romero, quién se llevó a tres jugadores de las Águilas y sin miramientos convirtió para poner adelante al conjunto canadiense.
América cayó en la desesperación, apareció el juego ríspido, las tarjetas amarillas, algunos empujones y faltas fuertes de parte de José Guerrero y Pablo Aguilar en contra de Oduro y Romero.
Al 50', el cuadro mexicano volvió a ver la luz, de la mano del "Pipa" Benedetto, quién se lució con una tijera para rematar ante la humanidad de Nicht, con un trallazo imparable a centro del paraguayo Oswaldo Martinez.
El Impact ya no pudo reponerse, el América cobró confianza, se plantó como un grande en la cancha y Oribe Peralta remató con la cabeza un centro de Quintero para poner el 2-1 al 64'.
El cuadro local desapareció en el terreno de juego y América
se adueñó del esférico. Benedetto volvió a mover las redes y de sus botines salió
el 3-1 al minuto 66, tras un servicio de Miguel Samudio.
Para que no hubiera dudas en la cancha, el "Pipa", que jugó el segundo tiempo inspirado, armó una excelente jugada individual, controlando, retrasando y poniendo el 4-1 al minuto 81, dándole forma a su "hat-trick".
A dos minutos del final, el cuadro canadiense todavía sacó una jugada brillante por parte de Piatti y Jack Mclnerney anotó el 4-2, 5-3 global, para alzarse el cuadro mexicano con el titulo que lo avala como representante del área en el Mundial de Clubes.
Es innegable el crecimiento del fútbol norteamericano, ya sea en Selección como en sus equipos, sumado a la inclusión de jugadores que proyectan y potencializan aún mas a esta liga, pero hoy por hoy el América supo sostener la hegemonía que el fútbol mexicano impuso desde el 2006 en la Concacaf, al grito de "Sigo siendo el Rey".
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