Argentina le ganó a Jamaica por 1-0 y se clasificó como
líder de grupo a los cuartos de final de la Copa América. Higuaín marcó el gol
de la victoria. Ahora deberá esperar el Grupo C para saber su rival, pero tendrá que cambiar su actitud si desea ser campeón.
El equipo de Gerardo Martino volvió a demostrar un primer tiempo muy
bueno. Javier Pastore de conductor, como el más importante del elenco; Lionel Messi haciendo los cambios
de frentes perfectos; Ángel Di María jugando de extremo e ingresando al área efectivamente
o rematando y siempre jugando a una velocidad distinta; Gonzalo Higuaín posteándose y
haciendo jugar a sus compañeros. Los defensores muy correctos, Pablo Zabaleta volviendo
a ser fundamental en sus apariciones en ataque, retrocediendo bien, ejecutando
centros en carrera. Marcos Rojo siendo más correcto en los retrocesos que en sus
apariciones en ataque; los centrales firmes, más Ezequiel Garay que Martín Demichelis, y Sergio Romero
acertado cada vez que se lo forzó.
Di maría entró por izquierda, encaró, se la dejó a Higuaín y
adentro del área, rodeado entre cinco, el Pipa resolvió girando sobre su propio
eje y ejecutando al otro palo. El gol argentino vino desde la fórmula de los dos mejores jugadores. Y de ahí en más absolutamente todo fue control
argentino: las aéreas, las divididas, los retrocesos y las contras.
El entretiempo fue el quiebre de todo. Al igual que fue como
contra Paraguay, hubo un cambio mental, una relajación, solo ellos sabrán lo
que ha ocurrido ahí.
Pero el equipo dirigido por Martino logró crear ocho
situaciones post gol, sin poder concretar ninguna. Las contras fueron a la
espalda de Rojo o las de Javier Mascherano y Lucas Biglia, quien jugó más adelantado, aunque ninguna logró inquietar a Sergio Romero.
Pastore salió, ingreso Roberto Pereyra. Ahí se rompió la conexión
entre los mediocampistas y los delanteros. Messi no jugó uno de sus mejores
partidos en su centenera con la camiseta albiceleste. Di María dejó de brillar
en el segundo tiempo. A Gonzalo Higuaín ya no le llegaba la pelota tanto como antes. El
equipo se vio relajado, se notó, se sufrió demás y de manera innecesaria.
Argentina se impuso bien ante un rival totalmente inferior.
Pero ahora se vienen los platos difíciles y estos baches no van a ser perdonados.
Un equipo que desea ser campeón, tiene que mantener la actitud.
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