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Chelsea y Arsenal dueños de una mediocre temporada

El último sábado, con la consagración de Arsenal en F.A. Cup, finalizó la temporada 2014-15 del fútbol inglés. Chelsea, ganador de la Premier League y de la Capital One Cup, fue sin dudas el mejor equipo en un año con escaso brillo.


La campaña 2015-16 culminó con dos protagonistas excluyentes en tierras inglesas. Chelsea, el equipo del portugués José Mourinho, se llevó el título liguero de punta a punta, con una actuación sin fisuras que, además, le permitió  alzarse con la Capital One Cup. Arsenal, de excelente segunda mitad de temporada, se convirtió en el máximo ganador histórico de F.A. Cup, tras derrotar en el mítico Wembley a Aston Villa con un contundente  4-0, llevándose una porción de la gloria a repartir.

Premier League: territorio Blue

El conjunto de Stamford Bridge hizo de la temporada de premier un verdadero paseo. Un inicio de campaña con cuatro victorias al hilo, que iniciaron una racha de 14 juegos invicto fueron el primer envión de un Chelsea que completó su camino al título con otra racha sin derrotas en la segunda rueda que esta vez alcanzó los 16 partidos y finalizó cuando el equipo ya se había consagrado campeón.

Chelsea no fue dominador de ninguno de los apartados estadísticos que evalúan el juego. Fue cuarto en cantidad de remates a puerta, sexto en posesión del balón y cuarto en el porcentaje de pases exitosos entre los índices más importantes. Pero dentro del campo jugó prácticamente siempre como quiso y demostró un gran poderío a partir del orden y la contundencia.

Nemanja Matic y Cesc Fábregas fueron el equilibrio y el cerebro de un equipo que tuvo en Eden Hazard al hombre más desequilibrante y en Diego Costa a una máquina goleadora que marcó 20 tantos en 26 presencias. Una enorme temporada de Branislav Ivanovic, quien no solo cumplió con eficiencia su tarea defensiva sino que se convirtió en un arma de ataque. El serbio aportó cuatro goles y cinco asistencias, como parte de una defensa que marcó diez de los 73 goles anotados por el equipo de Mou fue un punto destacable en un equipo que recibió menos goles que cualquiera a lo largo del certamen.

Además de la notable eficacia de los londinenses, la campaña de sus principales competidores no alcanzó el nivel necesario para darle pelea seria al equipo campeón. Ninguno de sus adversarios más destacados logró alcanzar siquiera el 70 por ciento de los puntos en juego. Así, los 87 puntos obtenidos por Chelsea, la marca más baja para un campeón en la últimas cuatro temporadas, fueron largamente suficientes  para levantar el trofeo.

Manchester City alternó buenas y malas y perdió pisada promediando la segunda mitad del torneo. Arsenal despilfarró gran parte de sus chances en las primeras ocho jornadas. Manchester United vio cumplido su objetivo de regresar a la competición europea más por la caída de Southampton y las pobres campañas de Tottenham, Liverpool y Everton que por sus propios méritos. Ninguno de ellos, los que a priori podían por una u otra razón comprar número con chances para campeonar, fueron rivales serios en la segunda mitad del torneo y liberaron espacio para una tranquila consagración de Chelsea.

En la zona baja, Hull City, Burnley y Queens Park Rangers pagaron con el descenso campañas muy flojas. Newcastle y Sunderland sufrieron por encima de las expectativas previas y equipos como Crystal Palace y West Bromwich Albion supieron cambiar de rumbo a tiempo para evitar la pérdida de categoría que los amenazaba seriamente a principio de 2015. La nota con aroma a hazaña la entregó Leicester City, que sumó 22 de sus 41 puntos en las últimas nueve jornadas, escapando decorosamente al descenso al que se abrazaba antes de iniciarse el último cuarto de temporada

Desde el ascenso, llegan para la próxima temporada Watford y Norwich City, viejos conocidos de la élite inglesa y Bournemouth, el sorpresivo campeón de Championship que debutará en la máxima categoría y ya ha comenzado el armado de su plantel con la incorporación del ghanés Christian Atsu. La pretemporada será corta, ya que en poco más de dos meses, el 8 de agosto próximo, la temporada 2015-16 estará en marcha.
Los números de Premier League

Estadísticas por Equipo


Estadísticas Individuales



El Equipo Ideal de CR



Las Copas


Arsenal inició la temporada consagrándose campeón de la Community Shield 2014. Un contundente 3-0 sobre Manchester City, con tantos de Santi Cazorla, Aaron Ramsey y Olivier Giroud, el equipo dirigido por Arsene Wenger obtuvo el primer título en juego como vigente campeón de la F.A. Cup.

El máximo título copero del fútbol inglés, fue defendido con firmeza por el  conjunto Gunner. Arsenal goleó, el último fin de semana, a Aston Villa por 4-0 con goles de Theo Walcott, Alexis Sánchez, Per Mertesacker y Giroud, para repetir la gesta de la temporada anterior. Tras superar a Hull City, Brighton & Hove Albion, Middlesbrough, Manchester United y Reading a lo largo del torneo, los londinenses se alzaron con su duodécimo título de F.A. Cup, superando la línea de Manchester United para convertirse en el equipo más ganador de la historia del certamen.


La Capital One Cup, en cambio, fue el primer eslabón del doblete obtenido por Chelsea en la temporada. Allá por el mes de marzo, los Blues derrotaron por 2-0 a Tottenham Hotspur con goles de John Terry y Diego Costa y se llevaron la Copa de la Liga inglesa. Previamente, el equipo de José Mourinho había eliminado a Bolton Wanderers, Shrewsbury Town, Derby County y Liverpool en la carrera hacia su quinta consagración en la competición.


Las copas no hicieron más que confirmar la superioridad de  Chelsea  y la correcta temporada de Arsenal como los dos equipos más destacados del fútbol inglés. La regularidad y la solidez, terminaron haciendo la diferencia en favor de Chelsea en el largo plazo liguero. Pero, pese a que Manchester City fue escolta de los Blues en liga, no hay duda de que Arsenal ha sido el equipo más competitivo del fútbol inglés detrás de la eficiente formación de Mou. La amplia diferencia entre ambos en la tabla de posiciones, demuestra la innegable mediocridad de una temporada inglesa en la que Chelsea se paseó con tranquilidad y los demás no consiguieron a lo largo del ciclo constituirse en una amenaza real para los de Stamford Bridge.

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