Juventus ha alcanzado la final de la Champions League, en una señal de
consolidación del proceso que inició hace un lustro. Luego del descenso en los
escritorios, el club se ha renovado.
Inmerso en
una crisis económica y deportiva alejada de sus mejores días –allá por la
década del ’90-, el Calcio está lejos de su modernización. Varios clubes han
intentado dar un salto cuantitativo, pero no han podido sustentarlo por la
carencia de recursos. De esa forma, la Juventus inició en solitario el proyecto
de renovar la estructura del fútbol italiano. Sus resultados competitivos han
ido mejorando con el correr de los años y el progreso también es institucional,
aunque sus patrimonios aún distan mucho de los que poseen las grandes entidades
europeas.
La Serie A
fue la mejor liga del mundo en la última etapa del pasado siglo, por allí
pasaron los jugadores de mayor renombre del mundo y las burbujas relucientes
hicieron que se consolidasen proyectos efímeros. Pero, con la ida de distintos
empresarios (pertenecientes al cine, multinacionales alimenticias, entre otros),
las aspiraciones acabaron y gran parte de los clubes entraron en quiebra. Algunos
han podido recuperarse, pero el campeonato doméstico perdió en el coeficiente
UEFA y le fue quitada una plaza europea.
La cúpula
dirigencial joven de Juventus inició hace un lustro un período que, sin dejar
de evaluar a cada paso el presupuesto, tenía como objetivo relanzar al equipo
internacionalmente. En detrimento de la vieja guardia, que actualmente continúa
mandando en la confederación italiana, la familia Agnelli comienza a observar el progreso. Incluso, han sabido dar nuevos aires al primer equipo cerca del
comienzo de la presente temporada.
Lejos de la
desesperación que azotó el ambiente en julio del pasado año, cuando Antonio
Conte decidió hacerse cargo de la Nazzionale, los Bianconeros decidieron tomárselo
con calma. Rápidamente contrataron a Massimiliano Allegri y, lo que al
principio era incertidumbre, se modificó con el correr de los partidos. Es que
el nuevo entrenador dio otros matices al equipo en medio de la continuidad de
lesiones, pero lejos estuvo de realizar un cambio dramático en el juego del
equipo.
Si la idea
colectiva que obtuvo un tricampeonato nacional se basó en el 3-5-2, Allegri
intentó girar a un nuevo esquema que acabó imponiendo. Sin embargo, el sistema
en 4-3-1-2 no ha modificado su solidez defensiva y el eje bianconero. Por el
contrario, Pirlo tiene aún mayor importancia por su salida de balón y los
desplazamientos en largo; los laterales/carrileros siguen ocupando toda la
banda y el colectivo tiene un juego interior de mucha calidad. Al talento de Pogba
y la madurez de Marchisio (vital para reemplazar a Pirlo en distintos momentos
del curso), se suma Sturaro, quien ha sido rescatado de Genoa por la cadena de
lesiones, y Vidal -lejos de su mejor nivel tras la lesión previa al Mundial-.
Pereyra se
ha convertido en el mediapunta que más utiliza el cuerpo técnico, pero no por
su fineza, sino por su capacidad de agitar el ataque y su movilidad en la
frontal del área. Mientras tanto, Llorente ha perdido cierto lugar en la
consideración, arrastrado por el gran nivel exhibido por Morata. El ex atacante
del Real Madrid fue vital en las eliminatorias de octavos de final y semifinales
de Champions League, por lo que se ganó su lugar de acompañante de Tevez, sin
duda la gran figura de la Vecchia Signora en la temporada.
Juventus,
liderado aún por Buffon y Chiellini, alcanza la instancia decisiva del máximo
certamen continental tras doce años, cuando también eliminó al Madrid en la
misma instancia pero cayó ante el Milan en Old Trafford. Por si fuera poco, se
encuentra en la final de Copa Italia, título que no ha podido alzar bajo el
mando de Conte, y ya revalidó la liga, alcanzando el póker regulando su
rendimiento en las últimas jornadas.
La clave en
los años recientes ha estado en su política de fichajes (o cesiones). Los
directivos han sido capaces de sumar a sus filas a jugadores que habían quedado
libres en otros equipos. Así, Pirlo, Pogba o Llorente llegaron sin cargo. Tevez
y Vidal fueron adquiridos por cifras cercanas a los 10M de euros
respectivamente. Morata ha sido la compra más cara de la Juve en los últimos
seis años (20M). La rentabilidad de los fichajes es excepcional. Además, sumará
a Rugani (el del Empoli es el zaguero de mayor futuro del Calcio) y tiene en
copropiedad a futbolistas como Fausto Rossi, Goldaniga o Berardi.
Al tiempo
que los dirigentes piensan en la construcción de un hotel y un centro comercial
próximos al estadio (junto con Sassuolo, son los únicos clubes con estadio
propio), su presupuesto se elevará a 300 millones de euros por primera vez en
su historia. Todavía alejado de las cuentas de otros gigantes, le servirá para consolidar
su organización y mejorar al equipo. Berlín se encargará de dictar sentencia,
pero la plataforma de la institución turinesa va en busca de la modernización
del fútbol italiano.
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