En el partido correspondiente a la ida de los cuartos de final de la Champions League, el Barcelona superó por 3 a 1 al PSG en París, y quedó con un pie en la próxima ronda. Suarez en dos oportunidades y Neymar fueron los autores de los goles del conjunto catalán, mientras que Mathieu, en contra, marcó el descuento para los franceses.
Se habían repartido los triunfos cuando se enfrentaron en la fase de grupos. Viejos conocidos, Paris Saint Germain y Barcelona despertaban ilusiones en el público futbolero con lo que sería su choque por los cuartos de final de la Copa de Campeones.
Los franceses, que venían de concretar una utopía en la fase previa al superar al Chelsea de Mourinho, llegaban al encuentro diezmados por las ausencias de jugadores muy importantes, algunos por lesión y otros por suspensión, tales Ibrahimovic, Verratti y Thiago Motta, entre otros.
Los primeros treinta minutos del equipo de Luis Enrique fueron excelentes. En ese tramo fue dueño absoluto del partido, controlaba la pelota con paciencia en campo rival y recuperaba de manera rápidamente tras cada pérdida. Si bien no generaba tanto peligro debido a la buena ocupación de espacios del rival, no sufría en absoluto en defensa, ya que el PSG no conseguía lanzar contraataques.
Como paradoja, en una de las pocas incursiones del equipo local en campo contrario, Busquets robó sobre el lateral y tocó para Messi, que se encontró con rivales mal parados que intentaban desesperadamente retornar a sus posiciones. El argentino, a tiempo, habilitó a Neymar sobre la izquierda, quien definió de manera formidable para el 1 a 0. Fue el premio a la propuesta.
Los de Blanc, entonces, optaron por adoptar una actitud más ambiciosa, y en lo que restó de la primera mitad pisaron más el área del Barcelona que en todo el tiempo que ya había transcurrido, aunque sin peligro real. Como continuación de esto, PSG tuvo un arranque de segundo período furioso, presionaba al Barcelona y no lo dejaba hacer circular la pelota. Luego, vino el concierto de Xavi Hernández.
El centrocampista entró por un lesionado Iniesta y reordenó a su equipo a través del pase. Barcelona giraba en torno a él, y el juego en general se volvió a dar en campo de los de París. El numero 6 se movía libremente por delante de Sergio Busquets, y permitía, a no más de dos toques, crear combinaciones que inquietaban al rival.
Suarez, con dos golazos que hicieron recordar al mejor momento del uruguayo en Liverpool, amplió la diferencia a tres de ventaja, resultado para nada abultado. A partir de ahí sí, más con amor propio que recursos, PSG buscó desesperadamente el arco rival. Y llegó al descuento, que pareció demasiada recompensa para una propuesta tan precaria, luego de un mal despeje de Mathieu, ingresado en la segunda parte, que terminó dentro del arco que defendía Ter Stegen.
A priori, parece que el 3 a 1 a favor del equipo de Luis Enrique es suficiente de cara a lo que será la revancha a jugarse en España. De todas maneras, el retorno al equipo de piezas importantes aún mantiene una luz de esperanza en el PSG. Eso sí, Blanc deberá optar por proponer algo más audaz si es que quiere dar un salto de calidad en Europa. Porque con millones se podrán comprar los mejores jugadores del mundo, pero la identidad, en cambio, no tiene precio.
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