San Lorenzo en el día de su cumpleaños número 107 logró la
victoria de local que necesitaba ante San Pablo por 1 – 0. Así se volvió a
meter en la pelea por la clasificación a los octavos de final de la Libertadores en un mano a mano con el elenco Paulista. Cauteruccio el autor del
golazo del triunfo.
La estratagema era siempre la misma: Matos peinaba a nadie.
A veces recibía Blanco, otras estaba Romagnoli y esporádicamente Mussis. Pero
no había alguien designado para ese trabajo oficialmente. Lo hacían los que
estaban por ahí. Cauteruccio entró y Matos peinó un pelotazo-pase de Emmanuel
Mas. El uruguayo la agarró tiro un sombrerito, entró al área, pateó por arriba
de Rogerio Ceni. Golazo, sencillamente. Y por primera vez, la fórmula dio exacta. Y a buen tiempo.
Porque San Lorenzo había generado a lo largo de los 90
minutos de juego, pero de una manera poco profunda y aislados el ataque, uno
del otro. Y apostaba a lo que podían ofrecer sus defensores y sus recuperadores
en el mediocampo del Nuevo Gasómetro. La alarma se encendió ya desde el comienzo. Cuando Kalinski salió
adolorido, dejándole su lugar a un Facundo Quignon que es un poco más generador
de juego y menos “perro de caza”. Pero los grandes se agigantan en las
difíciles y más agigantada que la figura de Juan Ignacio Mercier para volver recuperar
la pelota no existió en el encuentro.
El elenco de Bauza jugó como siempre, sin un mediocampista
por izquierda claro (alternando Romagnoli y Blanco ese puesto) y eso trajo
algunos problemas que Mas supo resolver con claridad. Bastos, Pato, generaban mucho e incluso complicaban a los
defensores del Ciclón, pero no intimidaban a Torrico quien tuvo poco trabajo en
el primer tiempo. La lentidud de Yepes se compensa con su experiencia y su
habilidad en los mano a mano, haciéndolo eslabón importante ante estos
delanteros de renombre o con pasado en el exterior sumados a la fiereza en la
marca de Caruzzo.
Los momentos de sufrimiento para el local aparecieron con el
ingreso de Ricardo Centurión por el lesionado Kardec. Ya en la primera, casi
aprovecha una desatención entre Yepes y Torrico que supo resolver bien el
colombiano. Así estuvo en las bandas (más en la izquierda del ataque), inquieto
pero individualista. Aprovechó poco y nada a sus compañeros y muchas veces fue
comido por Buffarini (de gran partido nuevamente), Caruzzo y si hacía falta,
Mercier. El desequilibrio estuvo en los cambios de la segunda parte.
Buenos ingresos de Villalba (a pesar de alguna que otra falta innecesaria sobre
el final) y de Cauteruccio, quienes entraron por Mussis y Romagnoli
respectivamente.
Los delanteros están empezando a convertir, parece que San
Lorenzo encontró la fórmula eficiente para hacer jugar a sus hombres en
ofensiva. Con este triunfo, iguala la línea de San Pablo con seis unidades
aunque con dos goles menos de diferencia (San Lorenzo cero, San Pablo +2) y ahora
deberá visitar Brasil para enfrentar a un Corinthians. Será mano a mano entre los equipos que se enfrentaron hoy en
el Bidegain. Igualados en unidades, en resultados, esta vez el triunfo fue del
cumpleañero.
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