Estudiantes cayó derrotado de local ante Atlético Nacional
de Medellín y ahora deberá ganar la próxima fecha y esperar un resultado para
pasar a octavos de final de la Copa Libertadores. El goleador, Mejía.
La victoria lo catapultaba al liderazgo de la
tabla y a una inminente clasificación. El empate lo dejaba no tan cómodo, pero
aún dependiendo de sí mismo. La derrota dejaba a Atlético Nacional, su rival,
un punto por arriba. Y a todo esto, había que estar pendiente de lo que pasara
entre Libertad y Barcelona de Ecuador.
Desde el segundo siete, Carrillo fue a apretar al arquero
mientras Nacional hacía retroceder la pelota. Así arrancó y así fue a lo largo
de toda la primera mitad. Estudiantes con una línea de tres defensores, con
Pereyra adelantado a la línea de mediocampistas y con Carrillo como
centrodelantero (con facultad para moverse por todo el frente ofensivo pincha).
Esa fue la estrategia de Pellegrino para buscar el triunfo que le diera las grandes chances de
pasar a los octavos de la Copa Libertadores.
El profe Osorio no salió a especular. Salió a jugar con sus
tres delanteros, con Mejía delante de una línea de cuatro y con mucha fiereza.
Y el que más lo buscó, tuvo las chances. Las más
claras, generadas por su mejor jugador, su delantero Guido Carrillo quien en
más de una oportunidad hizo trabajar al bueno de Camilo Vargas. La defensa del
visitante estaba desconcertada: pases errados que derivaban en laterales
ofensivos y tiros de esquina rivales, desatenciones en las marcas en jugadas
rápidas. Pero el equipo argentino no lograba concretar lo que generaba.
Pero fue Mejía, quién la aguanto genial con el cuerpo ante
el mediocampista rival y lanzó un remate que rebotó en un defensor local,haciendo una carambola que venció a Hilario Navarro poniendo el marcador a
favor del elenco de Osorio.
Pellegrino rápidamente alentó a sus jugadores y el equipo
mantuvo la intensidad e incluso se adelantó unos metros, aunque no pudo vulnerar a una defensa que se iba despertando de a poco y se mantuvo así hasta el final del primer tiempo.
Acosta ingresó en la segunda mitad para empezar a generar
juego y ser más punzante. Gran acierto fue, ya que las ocasiones se repetían
una y otra vez contra el arco de Vargas que estuvo en una de esas noches
brillantes.
Auzqui también saltó a la cancha buscando marcar ese gol que
pusiera a Estudiantes como líder de la tabla. Pero las situaciones se repetían
a más no poder y la valla del elenco de Osorio estaba que no caía: defensores
atentos, Mejía al igual que Palomino retrocedieron unos metros y armaron un
fortín para soportar los embistes hasta el final del encuentro. Mientras tanto,
alguna contra esporádica trataba de inquietar a Hilario Navarro y los
defensores pincharratas.
Emotivos hasta el punto máximo fueron los minutos de descuento del cotejo en
el cual los centros llovieron cual tormenta sobre el área del elenco visitante, que defendió ese gol con lo que tenía y aún más.
Inmerecido entre situaciones y generación el triunfo de
Atlético Nacional. Pero esto es justamente un juego y como tal, están inmersos
el azar y la injusticia en él. El azar que le dio el gol a Mejía, la injusticia
de que Estudiantes lo buscó más y no convirtió, pero también hay que destacar la
garra de un equipo que supo proteger su valla hasta el final del cotejo.
Libertad y Barcelona igualaron uno a uno, quedando así el
equipo paraguayo y Nacional con ocho unidades y Estudiantes con siete,
peleando los tres, por solo dos lugares.
Ahora Estudiantes deberá ir a jugar contra Barcelona a
Ecuador y conseguir sí o sí las tres unidades, además de tener un ojo puesto en
lo que será el partido entre Libertad y Atlético Nacional. Ahora todo dependerá
de ellos. Y de otros.
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