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Por la senda del triunfo

Boca superó con claridad como local al Zamora de Venezuela por 5 a 0 por la Copa Libertadores. Los goles fueron marcados por Lodeiro, Meli, Carrizo y Osvaldo en dos oportunidades. De esta manera, suma nueve puntos, es puntero del Grupo 5.

Ganar, golear, gustar. Esa vieja profesía futbolera, que postula que cuando un equipo cumple con las 'tres G' es porque jugó un partido redondo, se cumplió ayer en La Bombonera. Boca, que hasta hace pocos meses oscilaba entre el infierno y el edén; que debió padecer la eliminación a manos de su rival de toda la vida, River, en la Copa Sudamericana, parece haber encontrado la paz gracias a los buenos resultados que cosechó en este 2015 arraigados al buen juego.

Por la fecha 3 del Grupo 5 de la Libertadores, frente al Zamora de Venezuela, esta idea de juego que enfatiza en proponer Arruabarrena parece haber rozado su punto más alto, sobre todo en la primera mitad. En ese tramo, a Boca le salió todo: sacar la pelota limpia desde el fondo, juego asociado y por abajo, desdobles por los costados, combinaciones interiores, situaciones de gol y efectividad frente al arco rival.

De la mano de Gago y Lodeiro, dos jugadores excepcionales si están concentrados sólo en lo que al juego respecta, el Xeneize logra conexiones en campo rival con mucha precisión y velocidad, algo indispensable para conseguir romper al rival cuando opta por acumular gente atrás para salir rápido de contra. Inclusive, ayer se lo vio muy bien a Meli en este rol, sin tanta dinámica y verticalidad, una constante en él, y sí con algo más de pausa y cabeza fría para jugar simple.

También se pudo ostentar algo a lo que aduce en cada conferencia el DT: el juego interior. Si bien es cierto que el rival dio muchas facilidades para que esto se pueda realizar, Boca demostró que, además de poder hacerlo por las bandas, tiene capacidad como para entrarle al rival por el centro del ataque. Otra punto que se pudo observar fueron algunos movimientos que parecen cada vez más aprehendidos por los futbolistas, como por ejemplo la inclusión de Erbes entre los centrales cuando uno de ellos no encuentra receptor para salir jugando y decide ir él hasta la  mitad de la cancha con pelota dominada para provocar que un rival salga a marcarlo y así encontrar a un compañero libre, o el constante desdoble de los laterales cuando un extremo tiene la pelota en sus pies, para generar de esa manera el dos contra uno o arrastrar la marca rival. Esto último se puede apreciar claramente en el gol de Carrizo.

Ayer, el segundo tiempo sobró. Con el 3-0 de la primera mitad, los venezolanos salieron al campo para enfrentar los segundos 45 minutos ya sabiéndose derrotados, y Boca, por ende, bajó la intensidad de su juego. Lo bueno de este período del partido fue el encuentro, nuevamente, de Osvaldo y el gol. El ex Inter había fallado un par de situaciones muy claras previamente, por lo que con las conquistas posteriores quizás pueda calmar su ansiedad para permitirle jugar más en beneficio del equipo que para brillo propio.

Sin objeciones, jugando bien y goleando, Boca aplastó a un tímido Zamora de Venezuela por 5 a 0 y es puntero de su grupo. De no suceder nada extraño, clasificará a octavos de final, muy probablemente como primero de su zona. Gracias al resultado de ayer, Arruabarrena tendrá más margen por si quiere viajar la próxima semana a visitar al mismo rival con un equipo alternativo para no desgastar a los titulares, quienes seguramente jueguen por torneo local. Boca, continúa transitando la senda del triunfo. 

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