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Aún con margen

Huracán obtuvo su tercera igualdad consecutiva en la Copa. Visitó Bolivia y empató en cero ante Universitario. Encontró las armas para recuperarse de sobresaltos defensivos.





Tres partidos, tres puntos. Los números de Huracán, luego de los encuentros de ida del grupo, distan de otorgarle una plataforma con la cual tomar aire de cara al futuro. Sin embargo, han sido tres igualdades que muestran signos colectivos de competitividad. Tras el juego en el Mineirao, el equipo argentino mostró por tramos su semblante más regular e igualó en la altura de Sucre (2.800 metros sobre el nivel del mar) ante Universitario.

Lejos estuvo de poder imponerse. De hecho, no pudo contar con una fase larga de dominio. Aunque terminó cumpliendo con lo planeado. Entregó el balón al conjunto local, optó por el repliegue y, cuando hizo falta, apareció la mejor versión de Giordano. Atravesó sofocones y supo responder con algún ataque esporádico que llevó peligro al arco de Robles.

Para el juego en Bolivia, Apuzzo determinó la titularidad de Montenegro, quien había ingresado en los dos partidos anteriores, en detrimento de Toranzo. Tanto el ex River como el lateral Balbi no fueron de la partida, teniendo en cuenta que el Globo deberá afrontar el clásico con San Lorenzo en la próxima fecha del campeonato argentino. Pero el Rolfi no pudo ser el conductor del equipo, en gran parte debido a las pocas veces que pudo recibir con libertad en tres cuartos de campo.

En la escuadra local, Bejarano por una banda, y Castro por la otra, originaban las mejores chances cerrándose a los vértices del área. Ambos comenzaron el partido a perfil cambiado, con una marcada tendencia a cerrar sus conducciones y finalizar las jugadas por dentro. Muchas acciones iniciadas por el español Cuesta derivaban en envíos a la diagonal de cada extremo, al tiempo que el centro delantero Mercado atraía la marca de los centrales.

Frente a la imposibilidad de acertar de cara a portería, el entrenador Baldivieso decidió la permuta de posiciones entre Bejarano y Castro. De esa manera, los desdobles de los laterales comenzaron a tener más protagonismo, dado que los carrileros ya no se cerraban y se apoyaban en ellos para profundizar. En distintos tramos del juego, Mercado pudo imponerse ante Eduardo Domínguez, pero sus definiciones no fueron acertadas. Incluso, el moreno atacante, de un portentoso físico, contó con una gran oportunidad que desaprovechó. Inmediatamente, el lateral Mancinelli estrelló un cabezazo en el palo.

Sin balón, tal como hiciera una semana atrás ante Cruzeiro, Huracán se paró en 4-4-2. Esta vez, fue Torassa quien ocupó el carril derecho, mientras Romero Gamarra hacía lo propio por el carril opuesto. Montenegro se ubicaba cerca de Ábila. De todos modos, la línea de centrocampistas recuperó frecuentemente cerca de su propia área, por lo que una vez más se le hizo difícil llegar a campo rival con precisión y juego corto. Nuevamente, el envío a Ábila fue el recurso utilizado con continuidad. Wanchope estuvo mayormente fino en sus descargas y obligó siempre a Filippetto, aunque luego el colectivo no pudiera aprovechar la segunda jugada.

Partiendo desde el doble pivote, Villarruel se soltó y tuvo movimientos verticales hacia terreno rival. Un pase suyo al desmarque del centro delantero comprendió la jugada mejor desarrollada por la visita. Aún así, el equipo dirigido por Apuzzo carecía de claridad al subir el balón y no podía asentarse con creatividad.

De cara al inicio del complemento, el legendario futbolista que hoy dirige a la U hizo ingresar a Palavicini, para comenzar a jugar con dos referencias de área (luego colocó un mediapunta por Mercado y deshizo el movimiento). El argentino contó con dos chances que desaprovechó. A medida que se sucedieron los minutos, el dueño de casa profundizó con la subida de Ballivian y Camacho. Las pocas ayudas de Torassa y Romero a los laterales influían, pero Universitario no pudo cerrar con acierto lo creado.

Con el objetivo de obstaculizar a los lanzadores, el entrenador del club argentino determinó el ingreso de futbolistas que cerraron el carril central. A pesar de que Huracán replegó bajo y no contó con chances claras para llevarse una victoria, no sufrió en el cierre del partido. Tres empates que, dentro de un grupo igualado y en el que debe disputar dos juegos como local, todavía le dan margen

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