Cuando todo
parecía que el Milan tenía abrochada la victoria de local, sobre el final el
Hellas Verona se lo igualó 2 a 2 y prolongó la crisis del técnico Filippo
Inzaghi al frente del conjunto rossonero.
El Milan
necesitaba un triunfo para poder acercase a la zona de copas internacionales y
para despejar el mar de dudas que había sobre la continuidad de su entrenador,
Filippo Inzaghi. Sin embargo,
sería el Hellas Verona el encargado, primero, de manejar el balón durante los
minutos iniciales, y después, de abrir el marcador mediante un penal que Luca
Toni cambió por gol.
No le salía
una al Milan después del gol recibido porque, si bien comenzó a tener más el
balón que su rival, no podía romper la
defensa y encima sufría en los contraataques del equipo visitante. Jankovic
tuvo una clara para poder estirar la ventaja, quiso definir él en vez de darle
el pase atrás a Toni, pero su remate fue tapado por Diego López.
El Milan
jugaba mal, pero aun así se las ingenió para poder crear una chance de peligro
que terminó en penal, que no pareció, sobre Mexés. Ménez fue el ejecutante del
penal y con un furioso disparo puso el 1 a 1 parcial. Cuando se
iniciaba la segunda mitad, el local salió con todo y se puso arriba en el
marcador tras el gol de Mexés tras pelear una serie de rebotes con los
defensores y el arquero rival.
Luego del
gol, el Milan se refugió y trató, por momentos de manejar la pelota para que
pase el tiempo y poder elaborar jugadas de peligro. Sin embargo, en los últimos
minutos le cedió la pelota al Hellas Verona y eso fue un tremendo error.
Cuando
transcurrían los últimos minutos del tiempo adicionado, Toni bajó una pelota
para el ingresado Nicolás López que colocó la pelota junto al palo derecho ante
la salida del guardameta.
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