En el cierre de la serie de replays de Cuarta Ronda,
Liverpool consiguió el pasaje a la siguiente fase con excesivo sufrimiento.
Tras 85 minutos de juego en el Macron Stadium, Bolton se imponía por la mínima
diferencia y resistía con un hombre menos y como podía las insistentes
embestidas de los hombres de Brendan Rodgers. Pero los minutos finales fueron
fatales para los Trotters y la visita se llevó un triunfo tan justo como
trabajoso que lo ubica en Quinta Ronda de la mítica F.A. Cup.
Liverpool fue quien propuso protagonizar el partido desde el
inicio ante un equipo local que nunca renunció a la respuesta. Así, los Reds eran más peligrosos a partir de la velocidad de Rasheed Sterling, la habilidad
de Philippe Coutinho y algunas pinceladas del talento de Adam Lallana. Bolton
contestaba con juego largo en dirección a Matt Mills, un defensor central que Neil
Lennon colocó como delantero junto a Eidur Gudjohnsen en la ofensiva con bastante suceso y con la conducción del
joven Zach Clough, una enorme promesa
que posee el plantel del equipo que
milita en Championship en la presente temporada.
Tras un primer tiempo que tuvo las mejores opciones en los
pies de Sterling, llegó el momento de Bolton en la primera mitad del
complemento. Un envío aéreo bajado por Mills terminó en un polémico penal que
Roger East le sancionó a Martin Skrtel sobre Clough. Gudjohnsen no supo de injusticias
y puso en ventaja a Bolton con un remate
fuerte al medio del arco que le dio el puntapié inicial al mejor cuarto de hora
del anfitrión en el juego.
Un cabezazo de Gudjohnsen y un contraataque comandado y
definido por Clough pudieron ampliar la ventaja para un Bolton que sufrió la
expulsión del mediocampista Neil Danns, tras una falta a Joe Allen promediando la
etapa final. Pero Lennon decidió retirar del campo a Clough, su mejor carta de
contraataque, para agregar al sector medio a Liam Trotter y el partido dio un
giro rotundo. Con Mills solitario en campo rival, Gudjohnsen colaborando en la
mitad de la cancha y sin el hombre que podía cambiar el ritmo hacia el arco
rival Bolton terminó replegado contra su propia área. Liverpool recuperaba las
riendas del partido con veinte minutos por delante.
Con la pelota en su poder y con Fabio Borini y Daniel Sturridge
en el campo, los de Rodgers comenzaron a
castigar a un rival sin reacción. Los postes en dos oportunidades, varios
rebotes salvadores y un par de intervenciones importantes del portero Andy
Lonergan pudieron sostener la ventaja durante quince largos minutos. Pero el desenlace era inevitable y el cántaro fue
tanto a la fuente que la terminó rompiendo.
A los 86, Emre Can, de destacable actuación, encontró un
espacio a espaldas de una defensa multitudinaria y colocó un preciso pase que
Sterling aprovechó para empatar el
partido tras escapar a la liviana marca de Trotter. El empate era una realidad
y quedaban aún cuatro minutos y el descuento para evitar el tiempo agregado.
Liverpool decididamente quiso evitar el desgaste innecesario y fue a buscar
el triunfo con la seguridad de un rival al borde del nocaut.
En el minuto 91, Coutinho tomó una pelota al borde del área,
se acomodó para rematar con derecha y despachó un disparo que pegó en el
travesaño y se metió en el arco para terminar con el sufrimiento e impartir
justicia en el score. Liverpool se llevó, de este modo, un boleto merecido a
Selhurst Park para enfrentar a Crystal Palace en Quinta Ronda. Bolton se quedó
sin nada y masticando bronca. Quizás Lennon se arrepentirá de haber renunciado
tan temprano a la posibilidad de respuesta. Pero será demasiado tarde.
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