La preocupación
reina en el interior de Manchester
United ante otra campaña pobre, que ayer escribió una nueva página negra
con un empate de Cuarta Ronda de F.A. Cup ante Cambridge United. Este humilde
club de la ciudad homónima se ubica en la mitad de la tabla de la cuarta
categoría del fútbol inglés, 76 escalones debajo de los ‘Red Devils’. Hasta símbolos del club como Gary
Neville o Paul Scholes han realizado críticas
que en gran parte reflejan la actualidad del United.
Sin embargo, pese a
que es sabido que los trapos sucios se lavan en casa, las palabras emitidas
ayer por el entrenador holandés Louis Van Gaal tras el empate de Abbey Stadium
suenan a poco autocríticas y hasta un tanto desubicadas respecto al contexto del
enfrentamiento entre un gigante del fútbol mundial, el segundo club más rico
del mundo y un club que regresó en la temporada pasada del Conference Football
tras nueve temporadas de ausencia en la estructura de la Football League.
Si bien Van Gaal dejó
entrever en algún pasaje de su discurso cierta disconformidad con el juego de
su equipo indicando que, tal como sucedió ante rivales como Yeovil Town y
Queen´s Park Rangers, “Manchester United cayó al nivel de Cambridge” en la
noche de ayer y no supo llevar el juego al terreno más fertil para demostrar
las diferencias futbolísticas entre ambos, la continuidad de su monólogo eximió
prácticamente de responsabilidad su trabajo aunque reconoció el trabajo del
conjunto local y de su entrenador Richard Money. Analizaremos entonces el tramo
más controversial de su versión de los dichos:
“Ustedes saben que en un partido como este todos los aspectos del juego están en contra tuyo” refiriéndose a Manchester United como víctima de los enfrentamientos a equipos de menor categoría. Y aquí dejó claro que cuestiones como el viaje, la atmósfera, del estadio, un rendimiento superior y una estrategia defensiva facilista del rival para este tipo de partidos, el campo de juego y hasta el árbitro son elementos desfavorables en el camino al éxito en este certamen de los equipos más importantes que provienen de la élite del fútbol inglés.
El desarrollo de la Cuarta Ronda de la F.A. Cup le entrega parte de razón a Van Gaal si lo miramos desde el punto vista de la realidad de los resultados. Chelsea, Manchester City y Southampton, los tres primeros de la Premier League quedaron en el camino derrotados por Bradford, Middlesbrough y Crystal Palace, Tottenham cayó ante Leicester City y tanto Manchester United con Cambridge United como Liverpool frente Bolton Wanderers deberán disputar Replays.
El camino lleno de
responsabilidades de los principales conjuntos de Premier League siempre
resulta un dato no menor cuando se enfrentan a equipos que no temen a la
derrota y ven un empate como un resultado heroico con la victoria como un
milagro que lleva al gigante a las proximidades del infierno futbolístico.
Este es un punto importante en favor del
equipo de menor categoría pero oculta una ventaja para el club de élite en el
conocimiento previo de la situación que elimina cualquier sorpresa al hecho y
lo coloca dentro de los aspectos psicológicos a trabajar en las vísperas del
choque.
También forman parte
de la planificación e ingresan en la responsabilidad del cuerpo técnico la necesidad
de motivar a sus jugadores para un partido que a priori resulta
accesible o utilizar a aquellos que puedan ver en estos choques una posibilidad
única de demostrar su nivel, la conformación de un esquema táctico que pueda
superar al previsto esquema cauteloso del rival, la posibilidad de recurrir a un
juego distinto al habitual que no termine perjudicado por un campo de juego sin
las aptitudes del propio y hasta la preparación mental para la posibilidad de
que un árbitro –no fue el caso de Chris Foy ante Cambridge- pueda sancionar con
alguna licencia en favor del más débil.
Quedan fuera de lugar
los viajes, a los que un equipo de la envergadura de Manchester United o cualquier
estructura similar debería estar sumamente acostumbrado, más aún con el conocimiento de competencias continentales que exigen traslados a tierras lejanas como Rusia o Ucrania entre otras con planteles extensos plagados de figuras y aún más la atmósfera de un estadio con poco más de un diez por
ciento de la capacidad del propio. ¿Qué podría decir entonces un rival que se
enfrentará al desconocimiento de un Old Trafford que como mínimo presentará
sesenta mil espectadores en la revancha y que viajará con los mismos jugadores
que un plantel corto y adecuado a su categoría le permiten?
Con este análisis, las
palabras de Van Gaal le agregan un grano de arena más al momento de confusión
de su equipo que aún mantiene cierta confianza en el hecho de mantenerse en el ‘Top
Four’ de Premier League aunque si la situación cambia a corto plazo, Old
Trafford podría arder literalmente. Seguramente, los últimos días del mercado
de invierno entregarán más novedades desde Manchester y las necesidades se
transformarán en millones de libras en busca de nuevos ‘salvadores’ para una
situación delicada.
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