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Grupo B: República Democrática del Congo

Poco a poco este seleccionado busca volver a la gloria y recuperar el protagonismo que supo tener en los viejos tiempos. Buscará asentar su idea de juego y dar un salto en la CAN 2015.





Los Leopardos intentarán, en Guinea Ecuatorial, recuperar la importancia que supieron tener en el concierto africano en otros tiempos. Su regreso a la máxima competición continental en la pasada edición del certamen tras siete años de ausencia supuso un escalón hacia el regreso al protagonismo. En aquella oportunidad, bajo la conducción de Claude Le Roy, se fueron en primera ronda pero sin perder ninguno de sus tres compromisos. Hoy, bajo la conducción de Jean Florent Ibengé, con un fútbol audaz, que se acomoda a un plantel de buen nivel, República Democrática del Congo puede dar algún golpe de proporciones en el recorrido del torneo.

Historia

La historia futbolística de República Democrática del Congo es tan ciclotímica como su vida nacional. Un país que nació de nuevo de la mano del régimen autoritario de Mobuto Sese Seko, quien se mantuvo en el poder presidencial desde 1965 hasta 1997, vio sus mejores momentos futbolísticos  bajo el nombre de Zaire –el más duradero de los nombres que el Dictador le otorgó a esta tierra enclavada en el corazón del Continente Negro.

Campeones de África en Etiopía 1968 y en Egipto 1974, Los Leopardos dejaron su huella en la historia mundialista tras participar en la Copa del Mundo de Alemania de 1974, donde recibieron 14 goles en tres partidos sin convertir ninguno en el Grupo 2 junto a Escocia, Brasil y Yugoslavia. Entre sanciones y conflictos internos tanto a nivel nacional como futbolístico, Zaire recién renació en la década del 90 y en la década pasada regresó a sus altibajos que lo dejaron afuera de tres ediciones consecutivas de la Copa de África entre 2006 y 2012 para regresar a la competición en la edición anterior.

El camino a la Copa

Clasificó como mejor tercero participando de un exigente Grupo D con Costa de Marfíl, Camerún y Sierra Leona que culminó con un sospechoso empate entre los Elefantes y los Leones Indomables que clasificó a ambos, dejando a Los Leopardos terceros pese a su victoria en casa ante Sierra Leona. Los nueve puntos obtenidos y la victoria clave conseguida en Abiyán ante Costa de Marfil por 4-3, le permitieron ganarse el lugar en la Copa como el mejor de todos los terceros, relegando nada más y nada menos que a Nigeria.
  • RD Congo 0-2 Camerún
  • Sierra Leona 0-2 RD Congo (Mubele y Bokila)
  • RD Congo 1-2 Costa de Marfil (Mongongu)
  • Costa de Marfil 3-4 RD Congo (Kebano, Kabananga y Bokila 2)
  • Camerún 1-0 RD Congo
  • RD Congo 3-1 Sierra Leona (Bolasie 2 y Mongongu)
Posiciones: Camerún 14, Costa de Marfil 10, RD Congo 9 y Sierra Leona 1.

El juego

Los Leopardos juegan un fútbol muy vertical y ofensivo, basado en la velocidad y el recorrido de los laterales y los extremos que generan el desequilibrio necesario para aquellos que distribuyen desde la zona central. El esquema inicial varía entre  un 4-2-3-1 y un 4-4-2 pero siempre mantiene su mentalidad ofensiva.

República Democrática del Congo cuenta con un arquero que, sin ser de excepción, ofrece garantías como el veterano Robert Kidiaba, Issama Mpeko y, sobre todo, Kilitcho Kasusula son laterales con mucha participación ofensiva sin por ello olvidar ni perjudicar su labor defensiva, los centrales, Chancel Mbemba, un joven de 20 años y promisorio futuro que juega en el Anderlecht belga y Cédric Mongongu se complementan bien y cuentan normalmente con la asistencia de un mediocampista –normalmente el inteligente y potente Distel Zola, para conformar una línea de tres hombres cuando el equipo pasa al ataque con ambos laterales implicados en el desafío.


La salida tiene al capitán y emblema del equipo, el potente Youssuf Mulumbu y a Zola como alternativas por el sector central para luego buscar la escalada por uno u otro costado, normalmente utilizando a un mediocampista ofensivo como eje de juego cuando el juego llega a campo rival. Ese mediocampista suele ser Basisila Lusadisu, un versátil jugador que el entrenador conoce bien ya que lo dirige en el AS Vita Club congoleño.

En ofensiva ubica siempre dos extremos que según el sistema utilizado avanzan a retroceden unos metros en el campo pero nunca pierden su intención ofensiva. Yala Bolasie y Cedrick Mabwati, son dos hábiles velocistas que a campo libre pueden generar un verdadero desastre a la defensa rival. Sin embargo su conexión con aquellos que juegan dentro del área no es la esperada para tanto desequilibrio por las bandas y suelen entretener el balón mas de la cuenta y desperdiciar aquella ventaja conseguida.

En el área, Ibengé cuenta con variantes de distinto calibre. Por un lado, el prometedor Ndombe Mubele, un delantero sin tanto gol pero con mucha movilidad y gran capacidad para tirarse atrás o a los costados para liberar espacios en el área. Por el otro, el joven valor de Cercle Brugge belga Junior Kabananga, un imponente delantero de 1,90 metros que suele jugar de poste cuando el equipo presenta dos delanteros de área. Además tiene a Jérémy Bokila un espigado atacante que ganó protagonismo en el seleccionado congoleño con sus goles importantes en la fase Eliminatoria y a Dieumerci Mbokani, una carta de gol con vasta experiencia europea que hoy viste la camiseta de Dynamo Kyiv del fútbol ucraniano, son jugadores con mayor peso en el área que pueden elevar la potencia de fuego de un equipo que genera más de lo que concreta y debe sumar puntos en este apartado para trasladar al marcador sus intenciones ofensivas.



Como corolario, Los Leopardos presentan dos déficits muy marcados en su juego que deberán trabajar de cara a la competencia: la falta de mayor peso ofensivo y las falencias pronunciadas en la pelota parada. Por un lado deberá acompañar en los últimos veinte metros todo lo bueno que crea desde atrás y por el otro, aprovechar las faltas que reciben sus atacantes en tres cuartos de campo con mayor precisión en su ejecución. Si puede resolver esto a tiempo, el equipo dirigido por Ibengé es un rival al que habrá que tomar con el máximo de los respetos.

El entrenador

Jean-Florent Ikwange Ibengé

Nacido el 4 de diciembre de 1961  en Kinshasa, la capital de la otrora Zaire, Jean-Florent Ikwange Ibengé partió a Francia a los 12 años donde se recibió de licenciado en economía mientras no perdía su hábito de correr tras un balón. La pasión por el fútbol, aquella iniciada en su infancia en África, lo llevó a obtener el diploma de entrenador en la década pasada y en 2008 llegó al seleccionado congoleño como ayudante de Patrice Neveu para comenzar una carrera que en pocos años lo tendría al lado de Nicolás Anelka en Shangai Shenhua de China.

Finalizada su experiencia en oriente, Ibengé regresó a Kinshasa para hacerse cargo del AS Vita Club, uno de los clubes más importantes de la Vodacom Super League –Liga Congoleña- a quién llevó a la final de la última edición de la Champions League Africana donde cayó por goles de visitante ante el ES Setif argelino. Su trabajo generó la convocatoria de la Federación Congoleña, en el mes de agosto, para dirigir el seleccionado mayor de cara a las Eliminatorias que le dieron un pasaje para Guinea Ecuatorial 2015 y, a principios de diciembre pasado, lo consagró como el mejor entrenador del continente en la elección anual realizada por Africa Top Sports.

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