“Hay un lugar que siempre está en mis recuerdos sin importar los años que hayan pasado. Ese lugar donde nací y crecí para poder pisar las canchas del mundo entero. Quiero volver a ese lugar donde me sentí importante por primera vez, encontrarme con el Atanasio lleno y sentir de nuevo el apoyo de la mejor hinchada de este país. Aquí entendí el respeto por esta camiseta, el verdadero valor del hincha. Ahora vuelvo con la responsabilidad de devolver algo de lo que aprendí, para entregarme a este equipo y a esta hinchada con alma y corazón, como siempre lo hice. Ahora, regreso a casa”.
A lo mejor ese mensaje no fue escrito por Juan Pablo Ángel.
Sin embargo, el contenido expresa con claridad lo que aconteció cuando el
veterano delantero volvió a Atlético Nacional en el año 2013. No todos los clubes
de la liga colombiana pueden decir que han traído de vuelta a un jugador que
estuvo 16 años jugando en otros países (Argentina, Inglaterra y Estados Unidos).
El recibimiento de la hinchada al artillero estuvo acorde con lo que el jugador
significó para el club antes de volver.
Tampoco son muchos los futbolistas que, tras retirarse, pueden
sonreír por ser queridos en la mayoría de lugares en los que jugaron. El mejor
ejemplo se dio en la final de vuelta de la Copa Sudamericana de 2014. A pesar
de representar al equipo contrario, las directivas de River Plate le rindieron
un homenaje antes de que comenzara el encuentro. El jugador recibió una placa y
el aplauso cayó desde las atiborradas tribunas del Estadio Monumental, que luego
celebraría la obtención del título sudamericano.
Desde que comenzó su carrera, Juan Pablo destacó por ser un
buen cabeceador, por saber moverse bien dentro y fuera del área, por ser ágil
mentalmente y por ser un rematador imponente. Un gol suyo le valió a Atlético
Nacional un título en 1994. También sus goles fueron importantes en dos
victorias de River Plate frente a Boca y en la consecución de dos títulos de
Liga para el conjunto de Núñez. En Villa Park recordarán sus goles, en especial
aquel que hizo frente al Chelsea por Carling Cup. En “La Gran Manzana”, Ángel
ostenta el título de máximo anotador de la historia del New York Red Bulls.
Al final, Juan Pablo emprendió su vuelo definitivo. Desde
aquel 1 de mayo de 1994 hasta el 14 de diciembre de 2014, el ángel del gol
rompió las redes en 272 ocasiones. Los aficionados de Atlético Nacional, de
River Plate, de Aston Villa y de los New York Red Bulls lo recordarán siempre
con mucho cariño por su entrega, sus ganas y sus anotaciones. Pero, sin lugar a
dudas, el profesionalismo va a estar siempre por encima de todas sus demás
virtudes. Nunca se le vio criticando a un entrenador por no ponerlo a jugar ni a un seleccionador nacional por no convocarlo. Además, en el último
ciclo de su carrera, Juan Pablo fue el líder y el gran ejemplo a seguir de
todos los jugadores del club.
¡Gracias por tanto, Juan Pablo!
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