Grandes arqueros: Jorge Campos

Jugador versátil por donde se lo mire, El Chapulín supo ganarse un lugar importante en la historia del fútbol, a pesar de desempeñarse en dos puestos donde el porte físico es importe. Él supo cómo romper esas reglas y ser uno de los mejores.

El 15 de octubre de 1966, nacía en las hermosas playas de Acapulco, Jorge Campos Navarrete, El inmortal, como se conocería tiempo después, uno de los mejores arqueros del mundo, pero a juzgar por su poco porte físico, nadie hubiera dado nada por una carrera tan fructífera cómo arquero. Ese puesto, según dictan las reglas, tiene que ser ocupado por hombres altos y fornidos, que tengan mucha agilidad y fuerza piernas, pero Campitos con su 1,66 se las arregló muy tranquilo para no sólo ser portero, sino que además fue un gran delantero centro, convirtiendo muchos goles.

Campos en su tiempo del debut como delantero

Él tampoco se tenía mucha fe en su carrera como futbolista y por eso, antes que nada se licencio en Administración de Empresas en la Universidad Nacional Autónoma de México. De hecho comenzó a jugar como aficionado para el equipo de dicha Universidad. Pero pronto comenzó a desempeñarse en el primer equipo, aunque tuvo que correrse a la delantera, porque el arco lo ocupaba Adolfo Ríos, uno de los ídolos del club. Campos permaneció siete años en el club, con mucho suceso, convirtiendo varios goles. 

El Atlante vio en él a un jugador con el que podía contar y lo contrató en 1995, pero no tuvo mucho éxito y se marchó al fútbol de los Estados Unidos, para jugar en Los Ángeles Galaxy, donde mal no le fue. Pero en 1997 jugó a préstamo en el Cruz Azul y fue campeón de invierno. Nunca estuvo mucho tiempo en un club, más allá de su primera incursión en el fútbol, dónde jugó siete años. El Inmortal, jugó además de en los mencionados clubes: Chicago Fire, Tigres y Puebla. En todos su tarea fue correcta, ni muy mala, ni mala, de hecho dejó una buena imagen en todos lados.

El Inmortal demostrando sus dotes para el arco

Campos, siempre se caracterizó por su baja estatura, pero desarrolló una excelente carrera en clubes de México y Estados Unidos (incluida la selección Azteca), desarrollando una personalidad de hierro, una agilidad muy pocas veces vista, unos reflejos increíbles. Todo elo tuvo que desarrollar al 100%, por lo que contaba anteriormente, es como un ciego que a falta de vista desarrolla su olfato, su oído, su tacto y su gusto en unos niveles mayores a los normales.

Sí, Campos tenía su propio merchandising, aunque no se pareciera tanto

En la Selección debutó el 20 de noviembre de 1991 en un partido amistoso ante Uruguay en el que empataron 1-1, en el combinado mexicano lo hizo debutar César Luis Menotti. Terminó por disputar 130 partidos. Jugó como titular los mundiales de Estados Unidos 1994 y Francia 1998, mientras que el mundial de Corea-Japón 2002, como tercer arquero.

Campos en su tiempo en la Selección en Francia 98

Párrafo aparte hay que dedicarle a los locos buzos que utilizaba Campos, esos colores vivaces y grandes, que se los diseñaba él mismo. Según varios arqueros, el portero debe vestirse de negro o blanco, para que el delantero no lo tenga como referencia a la hora de rematar, pero otra vez hizo caso omiso de las reglas impuestas y lo más sobrio que usó fue el buzo verde de la selección mexicana.

Repasemos el palmarés de Campos: Primera División 1990-1991 con el Club Universidad Nacional y 1997 con el Cruz Azul; Copa de Campeones de la CONCACAF 1989 con Club Universidad Nacional. 

Palmarés con la Selección: Copa de Oro de la CONCACAF 1993 y 1996, Juegos Panamericanos Winnipeg 1999 y Copa FIFA Confederaciones 1999.

Palmarés personal: Mejor portero de la Primera División de México 1990-1991, 1991-1992, 1992-1993, 1993-1994 y 1994-1995.

Jorge Campos en la actualidad, está intacto

Toda una estrella particular la de Jorge Campos, que en la época de Ricardo Lavolpe en la Selección de México, el Inmortal hizo las veces de auxiliar técnico. Hoy por hoy, nuestro protagonista se desempeña como comentarista de la TV Azteca con un gran suceso.

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