Frente a la ausencia de delanteros por sendas lesiones, Pellegrini
armó un bloque de centrocampistas y mediapuntas y ganó 3-0 ante Crystal Palace.
Zabaleta acabó siendo la llave que abrió el cerrojo.
Ascender al
mismo peldaño en el que se encuentra ubicado el Chelsea en la Premier League le
ha costado caro al Manchester City. Con el paso de la competencia y la
clasificación a octavos de final de Champions League, sufrió continuas lesiones
que han disminuido los recursos. Ya sea a posteriori de la salida de Kompany,
como también luego de las bajas en fase ofensiva.
El bosnio
Dzeko fue el primer atacante en salir del equipo, al pedir el cambio ante
Queens Park Rangers después de solo disputar cinco minutos de juego. Retornó
aunque se resintió. Unas fechas luego, Agüero, en un excepcional estado de
forma, se lesionó ante el Everton y deberá parar hasta enero por un problema de
ligamentos. Por si fuera poco, el montenegrino Jovetic y el español Pozo (formado
en las divisiones inferiores del Real Madrid) tampoco pudieron entrar en la
convocatoria.
Para
enfrentar al Crystal Palace en la jornada previa al Boxing Day, Pellegrini no
contó con delanteros. Ninguno de los cuatro hombres que suele alinear frecuentemente
estuvo disponible para el duelo en el Etihad Stadium. Sin embargo, el entrenador
chileno buscó una salida y se basó en la calidad de sus mediapuntas para
generar peligro.
Salió al
campo con su habitual 4-2-3-1, bajo la idea de cargar el área mediante la rotación
y movilidad de piezas en campo rival. Así, en los primeros tramos del juego,
fueron Nasri y Milner quienes caían a la posición de delantero centro.
Mientras, por detrás, el City intentaba hallar a sus hombres en la frontal.
Haciendo uso de la técnica de sus futbolistas en juego interior, los ciudadanos
combinaron mucho por dentro y crearon situaciones en la primera mitad de juego.
Las
sociedades en espacios reducidos otorgaron muchas oportunidades al conjunto de
Manchester. Al salir del área continuamente, no brindaban referencias. Era la
vía para desorganizar el repliegue bajo que planteó la escuadra visitante. Por
momentos, Silva aparecía como punta de lanza. De cualquier manera, más allá de
fases largas de posesión y combinaciones de mucha calidad, el City falló en la
definición o se encontró con Speroni, el arquero argentino del Palace.
Por otro
lado, los desdobles de Zabaleta no tenían la intención de crear superioridad
por fuera con Navas para desequilibrar. En esta ocasión, el conjunto local
utilizó al carrilero español y a Kolarov para dar amplitud y generar espacios
internos. La búsqueda estaba clara, jugar por dentro para que cualquier
efectivo atacara la demarcación central del área.
No
obstante, la llave sería el lateral argentino ante la imposibilidad de
finalizar con acierto las acciones creadas. Así como convirtió ante el Sunderland o frente a la Roma, Pablo realizó diagonales hacia espacios interiores
que abrieron el partido. Veloz para desmarcarse y ocupar los vacíos que el
rival dejaba, generó líneas de pase y llegó a definir. En el cierre de la etapa
inicial, en una jugada muy similar a la de su último gol en liga inglesa, falló
la oportunidad. Al comienzo del segundo período, con el mismo movimiento hacia
dentro, fue vital para marcar el primer gol del encuentro.
Al tiempo
que Navas atraía sobre banda, Zabaleta se filtraba entre mediocentro, central y
marcador de punta. Allí recibió y dejó de cara a Silva, que anotó con el pie zurdo.
Para el complemento, el City había retrasado sus líneas. Siguió dominando con
balón y lejos estuvo de replegar, pero el fin era juntar líneas y evitar que el
Crystal encuentre espacios por detrás de Fernandinho. El latifundio entre
volantes y centrales es un problema recurrente en el equipo citizen, y por allí
recibía Bolasie para desnivel a través de su velocidad o conducciones.
Pellegrini corrigió en el segundo tiempo y no otorgó casi chances de
contraataque al adversario (a pesar de un gol mal anulado a los de Neil Warnock).
Junto a
esta última decisión, también sacó mejor provecho de los hombres de banda. Yaya
Touré y Nasri ubicaron con más asiduidad a Navas y Kolarov para luego centrar.
Por ese camino, llegaría el zurdo hasta línea de fondo y Silva volvería a
convertir para ampliar diferencias. Unos minutos más tarde, el técnico decidió
el ingreso de Lampard por el ex jugador del Valencia, que aún no ha sumado un
partido completo posteriormente a su lesión.
El
resultado final lo sellaría Touré, al definir una transición ofensiva rápida y
con mucha determinación. Los cambios por los que optó Pellegrini hicieron que el
City terminase el juego sin ocupar el área, ralentizando su juego y con seis
mediocampistas que ocuparon el ancho del terreno. Sin dudas, alcanzar la línea
del Chelsea no ha sido fácil para los de Manchester. Aún así, supieron
encontrar la victoria con un sustento colectivo y la capacidad de sus
llegadores.
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