La idea inicial del Dortmund hizo que Pep buscase soluciones. Supo
salir ante la presión y dar vuelta el marcador. Acabó siendo 2-1 para el
Bayern. El ingreso de Ribery fue vital en el desarrollo.
Fueron 70 minutos de realización del plan en el Allianz Arena. En la previa al partido, Guardiola expresaba ante la prensa que “nuestro estilo de juego es ideal para ellos porque jugamos a 40 metros de distancia de Neuer”. Durante un gran período de tiempo, el planteo del Dortmund prevalecía en condición de visitante, bajo el objetivo de anular las virtudes del adversario y sacar ventaja en su característico juego de transiciones.
Klopp es un
entrenador moderno y un gran innovador. Pocos conjuntos han sabido desplegarse
de tal manera frente al Bayern Munich en el último lustro. De hecho, el ex
técnico del Mainz repitió esquema e ideas planteados en el choque que habían
mantenido por Supercopa alemana a principios de temporada. Desde un primer
momento, asfixiaron la salida de balón de los bávaros e intentaron ganar la
segunda jugada.
La presión
alta del Borussia, ejercida en contadas ocasiones contra el Munich, no dejaba
trascender a los de Pep. Kagawa se ubicaba sobre Xabi Alonso y no le permitía
recibir. De igual manera, Reus y Aubameyang taponaban la salida de Boateng y
Benatia. Al Bayern le costó sacar la pelota desde atrás, si bien se encontraban
en superioridad numérica. La imposibilidad de encontrar a Xabi les impedía
asentarse con claridad en campo contrario.
De todas maneras,
Lewandowski sería el principal receptor de salidas con envíos directos. El ex
del BVB, capaz de aguantar cualquier balón, permitía a su equipo ganar metros y
acercarse a Weidenfeller. Incluso, pese a que los de Westfalia repitieron la
idea de partidos anteriores entre sí, el Bayern esta vez sí supo crear una gran
cantidad de ocasiones. Robben agitaba la banda derecha del ataque y encontraba
rápidamente el apoyo de Lahm; las sociedades generadas entre ambos originaron
las principales oportunidades del local. Philip abría hacia el holandés, que
obligaba a salir a Durm por él y creaba el espacio que atacaba luego el
capitán. Al unísono, Robben encontraba un vacío interior cuando Bender trataba
de perseguir a Lahm. La movilidad de ambos hizo que el Bayern hallase por aquel
costado las armas para crear peligro en ataque posicional.
Weidenfeller
apareció una y otra vez para salvar al Dortmund, que igualmente conseguía
llevar la pelota a terreno adversario y tener sus propias ocasiones. Kagawa,
cuyas recepciones orientadas o descargas fueron siempre de una gran calidad,
ganaba espalda de Alonso y desde allí crecía. Junto a Mkhitaryan, hacían girar
al mediocentro español y lo obligaban a correr hacia atrás. Jugaban de frente a
la zaga y contaban con el desdoble de Piszczek o las rupturas de Aubameyang y
Reus. En algunas situaciones, Neuer debió corregir la espalda de sus centrales.
Aún así, la
apertura del marcador llegaría con una transición rápida de los borussers entre
tres de sus hombres ofensivos. Aubameyang inició por la banda asociándose con Kagawa,
y luego se impuso con velocidad por el carril derecho tras la devolución al
espacio del japonés. El centro preciso fue conectado de cabeza por Reus, quién
llegó por el lado débil y atacó la pelota.
Las
intenciones del Dortmund variaron de un tiempo a otro. Klopp se decidió por el
repliegue a campo propio y la búsqueda de una salida veloz a la contra.
Guardiola liberó a Xabi, le ordenó jugar decididamente en terreno enemigo, y sus
dirigidos presionaron más arriba. Hasta se pudieron observar algunos quites de
Benatia en tres cuartos de cancha. Aunque al Bayern le costaba crear los
espacios, romper las líneas del entramado defensivo rival, hasta que volvería a
jugar la lectura de campo del conductor de Santpedor.
Pep
modificó nuevamente luego, haciendo que Alonso vuelva a la zaga y Lahm y
Alaba formasen el doble pivote en la medular. Ubicó a dos centro delanteros al
colocar a Pizarro junto al atacante polaco, e hizo ingresar a Ribery. La
entrada del francés sería decisiva, por su dinámica y desequilibrio. En dos
arranques con balón, exhibió su capacidad de desnivel. Además, buscó habilitar
ante el desmarque de Robben, en la acción de la igualdad. Subotic interceptó el
pase y el balón le quedó a Lewandowski, quién sacó un remate fuerte y bajo que
tomó a contrapierna al arquero, cuando salía a tapar a Arjen.
Unos
minutos más tarde, Ribery volvería a ser elemental. Ingresó al área y recibió
la falta de Subotic. Robben se encargó de sentenciar el juego y lograr la
remontada. Definitivamente, ningún equipo ha sabido de qué modo presionar con
tanta agresividad al Bayern como hizo el BVB. Klopp, entrenador especialista en
ahogar equipos protagonistas con balón, supo llevar a cabo su plan una gran
parte de tiempo. Guardiola encontró salidas ante las dificultades planteadas, y
acaba sacando una diferencia que comienza a otorgarle en bandeja la Bundesliga.






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