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Nuevos matices, misma identidad

En el Olímpico, Juventus venció 3-0 a Lazio con un gran Pogba. Encontró pronto una salida a la presión rival mediante Pereyra y Tevez. Allegri ha cambiado el esquema, no así la identidad de juego del equipo.





El inicio del periplo de un entrenador en un club supone el principio del cambio en mayoría de ocasiones. Con el fin de imponer sus propios ideales, modifican el estilo que el equipo traía. No obstante, ante la salida de Conte, Allegri ha cambiado poco. Y si lo hizo, fue aportando matices y variantes con el correr de los partidos. Mantuvo el esquema de 3-5-2 que tantos réditos le otorgó al ahora seleccionador de Italia, hasta que en la jornada anterior mutó y lo mantuvo para visitar a Lazio.

Si bien ha cambiado el parado de sus jugadores sobre el campo, la identidad colectiva no ha variado. Frente a Parma, empezó a darle resultados el nuevo 4-3-1-2 con una goleada de local. En el encuentro posterior a la fecha FIFA, el ex DT del Milan salió al Olímpico con el mismo dibujo y acabó venciendo e imponiéndose ante el planteo rival.

La presión inicial de los dirigidos por Stefano Pioli no dejaba salir con comodidad a los Bianconeros, que sin embargo encontraron la forma para llevar el balón a terreno rival. Pereyra, actuando de mediapunta como en muchas ocasiones lo hizo en Udinese (también jugó de interior en Friuli), completaba el rombo en el mediocampo y recibía entre líneas. Sus movimientos por detrás de Parolo y Biglia acabaron siendo muy productivos. Permitía a los zagueros hallarlo con pases verticales que rompían líneas. Además, originaba espacios al atraer y desplazarse en diagonal hacia la banda derecha.

De esta manera, Juventus lograba sacar chances de peligro con velocidad. Más allá de que Pirlo se encontraba obstaculizado por Lulic, Pereyra y Tevez hacían profundos los ataques. Por si fuera poco, los de Allegri cedían la iniciativa, recuperaban el balón por detrás del mediocampo y atacaban los vacíos que dejaba el conjunto local en transiciones defensivas. Al sacar el contraataque, los espacios entre zagueros y volantes de Lazio eran evidentes, y allí crecieron los visitantes.

Tras una acción a balón parado, Tevez condujo la contra y asistió a Pogba. El francés, que atacó el lado débil, recibió con un control orientado excelente y definió ante la salida de Marchetti. Un golazo que atestiguaba el primer tiempo de la Juve. Contra un rival espeso con el balón, que no tenía más que lateralizar y enviar centros hacia Klose, conseguían organizarse y salir con velocidad. Sin posibilidades de crear peligro, Pioli cambió de banda dos veces a Candreva y Keita Baldé, pero nunca halló soluciones.

Al unísono y a conciencia de la comodidad con que recibían los mediapuntas de espaldas a los volantes, el entrenador de los romanos retrasó sus líneas para conseguir ocupar los pasillos. De todos modos, esa acción liberó a Pirlo, que comenzó a manejar el partido con su precisión característica desde la medular. Por fuera, los extremos de la escuadra celeste no retornaban, y el líder de Serie A creaba superioridades con los desdobles de Lichsteiner y Padoin.

Para el inicio del complemento, Allegri optó por mover las piezas y atacar el sector del lateral izquierdo, Brahfeid, quien en el desarrollo del partido recibió muy pocas ayudas. Pereyra pasó a jugar decididamente como extremo y el esquema cambió a 4-3-3. Desde esa demarcación, el ex River trianguló y se asoció junto al marcador de punta suizo y Marchisio. De hecho, así llegaría el segundo gol, bajo una rotación magnífica de piezas. El interior atacó la posición que el argentino dejó libre al acercarse a Pirlo en una acción defensiva; Lichsteiner envió el balón y Claudio encontró por dentro a Tevez. El ‘10’, que está en un gran estado de forma, engañó con la mirada al segundo palo y remató al primero. Otra gestación que finalizó con una gran definición.

Más tarde, Pogba sellaría la goleada. El mediocampista galo volvió a tener un partido muy bueno, por la agresividad para recuperar el balón o conducir. Originó continuamente líneas de pase por detrás de Parolo, y sus movimientos volvieron a permitirle a Tevez jugar por el frente de ataque. Un pase de Pirlo halló a Pereyra en la frontal. El tucumano, en una acción parecida al gol que Juventus marcó ante Milan en San Siro, tocó el balón hacia Paul, que perfiló el cuerpo y marcó su segundo tanto.

Llegaría la expulsión de Padoin, el ingreso del joven Mattiello y el retorno de Vidal. También, Buffon taparía dos remates ante las únicas ocasiones de Lazio en la segunda mitad. Un remate lejano de Candreva y una buena acción individual de Anderson encontraron la respuesta del arquero. Pioli no pudo dar un giro ni siquiera con el ingreso de Djordjevic en lugar de Klose. Juventus, que exhibió su capacidad en ataque organizado en la segunda mitad, contó con auxilios permanentes de los interiores hacia las bandas y nunca quedó descompensado en el retroceso. A Allegri volvió a darle resultado el cambio de esquema, aunque nunca ha mutado el sello del equipo.

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