Sin profundización y dependiendo en exclusividad de la movilidad de
Gervinho, Roma igualó sin goles como visitante ante Sampdoria, que sumó un
partido más a su racha sin derrotas.
Entre semana,
sus fortalezas se vieron obstruidas. Las virtudes estuvieron minimizadas por un
rival que explotó cada una de sus debilidades. En medio de la segunda temporada
que lleva en el cargo, Rudi García debe buscar la mejor salida a un resultado
catastrófico sufrido ante el Bayern Munich. Desde que ha tomado el cargo, el
actual es el momento más importante y en el cuál se puede observar su dirección
y conducción del colectivo.
La visita a
la Sampdoria se tornaba como un partido elemental para realzar la figura y,
sobre todo, no perder pisada a la Juventus, tras acercarse en las principales
posiciones la pasada jornada. Sin embargo, la Roma parece aún afectada por las
consecuencias de la exhibición muniquesa en el estadio Olímpico. Como en pocas
ocasiones desde el inicio de temporada, le costó generar juego y careció de
creatividad en campo contrario.
Por la
fecha de Serie A que habrá entre semana, y frente al objetivo de rotar a sus
dirigidos, el entrenador francés se decidió por algunos cambios en el once
titular. No modificó el esquema táctico de 4-3-3, tampoco la búsqueda de su
equipo, pero sí dio descanso a Cole –la había pasado realmente mal ante
Robben-, Pjanic e Iturbe. Espeso en ataque, sin cambio de ritmo y con poco
desequilibrio, el conjunto escolta del Calcio pocas veces pudo doblegar al
adversario en el transcurso del partido.
El trivote
en la medular contó con el retorno a su posición original de Florenzi.
Habitualmente, García lo coloca como extremo (incluso ha jugado de lateral),
pero en esta ocasión actuó de interior derecho. Tanto él como Nainggolan se
ofrecían constantemente a De Rossi para sacar el balón y lograr asentarse en
terreno adversario. De todas maneras, en la primera etapa, casi nunca pudo
hacerlo con facilidad. En tres cuartos, Roma carecía de profundización y no
podía finalizar con claridad.
Del otro
lado, los conducidos por Mihajlovic se encuentran realizando una correcta
temporada, y volvieron a exhibir varios de sus puntos fuertes. Movimientos en
bloque y líneas juntas, con pocos espacios entre ellas. Al no encontrar una
zona para recibir con ventaja, Totti y Ljajic perdían asiduamente ante la zaga
de Sampdoria. Los locales nunca se desordenaron y, durante gran parte del encuentro,
fueron un equipo corto cuyos efectivos pasaron rápido la línea del balón para
no permitir trascender a la Loba.
Bajo ese
contexto de partido, Rudi intentó hallar soluciones. Sus tres hombres más
ofensivos rotaron sin descanso y las piezas se movieron para no brindar
referencias. Así, Totti caía a la derecha, Ljajic y Gervinho se asociaban por
cualquiera de las bandas, pero pocas una sociedad los dejaba de frente a Romero.
La primera ocasión de los visitantes llegó con una gran asistencia de Astori
desde el círculo central. El marfileño tuvo dos opciones en la misma acción
pero no llegó a concretar ninguna de ellas. No obstante, Gervinho fue el único
signo de peligrosidad que evidenció Roma en los primeros 45 minutos. Sus
movimientos al espacio maquillaron la poca creatividad en ataque organizado, e
hicieron que su equipo contase con algunas chances.
El dominio
territorial y con pelota del escolta en el Calcio fue incluso superior en la
segunda mitad. Con el equipo plantado en terreno enemigo, la Samp se vio
obligada a retrasar sus líneas para cubrir los vacíos que Nainggolan comenzaba
a explotar. De todos modos, la línea defensiva del dueño de casa se hizo
insuperable; por si fuera poco, adelantaron su posicionamiento en muchas
ocasiones para acercarse a zona de volantes o provocar el fuera de juego. La
escuadra de Génova cerró el carril central con la colaboración de todos sus
efectivos , e hizo que Roma nunca pudiera tener superioridad para
combinar y llegar por bandas. En las esporádicas jugadas ofensivas, Eder se
mostró activo y Okaka aguantó muchos balones, pero contaron con pocas chances
frente a De Sanctis.
Los cambios
que llegaron desde el banco tampoco lograron originar un giro en el desarrollo.
Pjanic ingresó demasiado tarde para lo que el juego demandaba y Florenzi
regresó al extremo derecho del ataque. Posteriormente, Destro dio otro aire en
el área al entrar por Totti. De hecho, Mattia tendría la oportunidad más clara
del encuentro, aunque Romero le sacó un cabezazo con grandes reflejos. El
arquero argentino disputó su primer partido como titular, luego de la grave
lesión de Viviano en el cotejo anterior.
Sampdoria
aún mantiene el invicto. Y continúa siendo –junto a Roma y Juventus- uno de los
equipos con menos goles en contra. Cerró líneas, hizo un gran trabajo colectivo
y no permitió la recuperación de su rival. García apostó en el último cuarto
por el desnivel de Iturbe, pero poco pudo hacer el atacante. Pocas opciones
para quebrar el cero, y escaso juego entre líneas. La muralla de Mihajlovic fue
inquebrantable.
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