Keita digita. Pjanic se muestra como apoyo. Totti flota libre por donde su sapiencia le marque y Gervinho y Florenzi se irán acomodando a lo que el Capitano desee. Nainggolan es un todo terreno. Los dos latelares pasan -incluso a la vez- y el Manchester City observa el show de pases, desmarques y triangulaciones. La Roma es un verdadero espectáculo.
Y no importa que los Ciudadanos se hayan puesto rápidamente en ventaja con un gol de Agüero de penal (tontería de Maicon). El partido, al menos durante 70 minutos, fue propiedad absoluta de la escuadra italiana que demostró estar a la altura del certamen. Se necesita carácter para jugar como lo hizo la Roma. Porque no basta con la excelsa técnica, el sentido táctico. También hay que estar muy convencido de la idea de juego; arriesgó cada salida, pero no porque sí, sino en función de la idea de triangular permanentemente y buscar al hombre libre.
Maicon pudo haberlo empatado antes de los 8 minutos con un bombazo al travesaño. Luego empezó a mandar Pjanic. El bosnio tiene el mapa mental del partido en la cabeza y cuenta con un ladero como Nainggolan que se desdobla por todos y que con la pelota en los pies también desequilibra. De sus pies (y de la pésima ubicación de Kompany) nació el empate romanista. Resbalón de Hart mediante, Totti quedó de cara al arquero y definió con tanta categoría como marca su legajo. Se la picó al rubio con cara externa y los visitantes estallaron al grito de que hay solo un capitán. Il re di Roma marcó por primera vez jugando con su equipo en Inglaterra. Además, se convirtió en el jugador más viejo -cumplió 38 años hace 3 días- en anotar en la Champions League.
El problema del City en parte era táctico. Porque Fernandinho y Yaya Toure no podían con los tres internos rivales. Keita siempre recibía solo el primer pase y en cuanto Silva se disponía a ofrecer su ayuda (light), se abría la carretera para Maicon. Clichy perdía en el 2-1 ante el brasilero y Gervinho. A su vez, con la pelota el City carecía de fluidez, excepto cuando Silva,Yaya y algún lateral se prendían en esos juegos sobre las bandas en los cuales siempre terminan encontrando alguna ventaja. Dzeko ganaba todo de arriba, pero jamás gozaba de opciones de frente al arco. En cada corrida al espacio Yanga-Mbiwa, prodigioso marcador central, barría todo y le daba seguridad a Skorupski, arquero de ocasión.
Milner ingresó en el segundo tiempo por un pobre Navas. Pero el City seguía siendo el mismo equipo híbrido, sin juego en ataque y que se rompía fácil en defensa ante las triangulaciones italianas. Los primeros 15 minutos del complemento debieron haber tenido un gol romano. Totti y Pjanic por dos estuvieron realmente cerca. Los de Pellegrini fueron afortunados.
El resultado le jugaba a favor de todas maneras a los visitantes. El entrenador chileno terminó remediando el grave problema del medio quitando a Dzeko y ubicando a Frank Lampard. El veterano centrocampista le dio equilibrio a ese duelo central y avisó con algún remate desde afuera. Minutos después el eterno Totti saldría del campo y de allí en más se vio el mejor momento de los Ciudadanos. Porque Gervinho en el centro perdía en demasía, porque la salida ya no era tan sencilla para la Roma, porque Silva (y Jovetic cuando estuvo en campo) empezó a tomar opciones más peligrosas en el último cuarto de cancha. Rudi García bajó la persiana con el ingreso de Holebas por Florenzi, y casi le sale mal con la última andanada inglesa: queda claro, la Roma necesita de la pelota para hacer lo que mejor sabe.
Resultado vital para los italianos que se acomodan en una zona complicadísima y que los verá ahora midiéndose al Bayern Munich en dos juegos decisivos. Los últimos campeones de Inglaterra por su parte no arrancaron bien la temporada y vuelven a sufrir en una competición que no les sienta para nada bien.
0 Comentarios..:
Publicar un comentario