Bielsa ha encontrado otras variables para lograr un progreso en el
Olympique de Marsella. Desde la inclusión de Romao como mediocentro a los
movimientos de Payet y Gignac.
Han pasado
las horas de incertidumbre y el colectivo evolucionó. A posteriori de las
denuncias de Marcelo Bielsa en conferencia de prensa ante el presidente Vincent Labrune, su equipo ha ido mutando hasta encontrar un funcionamiento que actúa
de plataforma en base al porvenir. La política de fichajes ha sido contraria a
lo esperado por el entrenador argentino, que sin embargo encuentra cada día más
soluciones para las dificultades que Le Championnat le presenta.
Lleva
encadenadas seis victorias consecutivas tras un mal arranque, y la liga
francesa ya lo tiene en el liderazgo. La forma de jugar es cada vez más efectiva,
asentada en los jugadores de los que dispone. Más allá de un pobre inicio,
cuando se hallaba inmerso en las problemáticas discusiones internas del cierre
de mercado, el Loco introdujo
diferentes variantes que le han permitido mejorar el funcionamiento.
Una de las
fallas que se apercibían en el Marsella tenía que ver con la espalda del
mediocentro Imbula. El latifundio generado cuando se descolgaba al ataque, sin
tomar en consideración el espacio liberado por detrás, hacía que el conjunto
quede partido por momentos y con un sector vacío que los rivales aprovechaban. Bielsa
cambió el dibujo táctico ante ese inconveniente en la medular, e hizo que la
escuadra esté mayor protegida en transiciones.
De 3-3-1-3,
ha modificado a un 4-2-3-1 muy flexible en fase ofensiva, por desplazamientos, rotación
y desequilibrio de sus futbolistas. Pero el movimiento más importante fue la inclusión de Romao como pivote. La titularidad del ex Lorient ha sido muy
beneficiosa para la agresividad de Imbula desde el círculo central, ya que
cubre el espacio y suele estar bien ubicado para frenar una hipotética contra
rival. De esa forma, el belga se incorpora -con criterio- a tres cuartos, y
cuenta con una gran precisión en su zurda. Además, protege la pelota y suele
realizar conducciones para atraer marcas y liberar compañeros; de hecho, en el
primer gol ante el Saint-Etienne retuvo el balón, lo envío a un costado y luego
halló el espacio en la frontal para recibir y rematar.
Han logrado
complementarse en el círculo central y la figura de uno y otro es sustancial en
el estilo de juego que se lleva a cabo en el sur de Francia. Dentro de un
conjunto que ataca con muchos efectivos e intenta recuperar en campo contrario,
la influencia de Romao es muy alta para imponerse frente a una transición
adversaria.
En tanto,
las proyecciones por las bandas constituyen un camino muy útil para atacar en
el Olympique. Dja Djedje por un lado, así como Mendy por el otro, ensanchan el
campo y siempre dan amplitud a las gestaciones. Incluso, el joven lateral
izquierdo suele ganar el carril y ha progresado en la calidad de sus envíos. A
principio de temporada, contemplábamos este aspecto y hacíamos referencia a la
capacidad de ambos marcadores de punta de subir al unísono. Si bien actualmente
comienzan más retrasados y con un central menos en la zaga, tienen exclusivo
protagonismo sobre la banda.
Por otro
lado, el centro delantero Gignac ha aportado ya con ocho anotaciones, pero cada
uno de sus movimientos tiene un concepto. Cae a banda con tanta pulcritud que,
en la misma jugada, origina una serie de recursos que el Marsella ya ha
interiorizado en su juego. Sale del área, no brinda referencias al marcador,
crea superioridad por fuera al asociarse con Thauvin o Mendy y deja el espacio por
dentro que es atacado por los mediapuntas. Muchos goles han llegado mediante
este desplazamiento. Ayew y Payet atacan el espacio y llegan para definir con
asiduidad.
La intensidad
a través del juego posicional y las recepciones entre líneas de Payet también caracterizan
al Marsella. El conjunto se mueve en bloque en ambas fases. Al retroceder,
existen mejores coberturas que en los primeros días en Velodrome. A pesar del
desgaste físico que ha obligado, por caso, a disminuir la presión en el
complemento de la última jornada disputada, mantiene el orden. Con el correr de
la competencia, Bielsa y Marsella evolucionan en su búsqueda.
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