Ads 468x60px

.

El fantasma del Gran Danés

Manchester United consiguió un triunfo tan valioso como sufrido ante Everton con una actuación extraordinaria de David De Gea que, además de contener un penal tuvo tres intervenciones magníficas y fundamentales para el resultado final que recordaron las hazañas del legendario Peter Schmeichel.


Old Trafford recibía a un rival que, pese a la irregular campaña que viene llevando a cabo, siempre es un adversario respetable en base a un juego aceitado con la posesión y el buen trato de pelota como bandera. El Everton del español Roberto Martínez significaba una buena medida para un equipo que aún no encuentra su mejor forma, aunque resulta un rival temible como es el United de Louis Van Gaal. Sin duda, una de las primeras pruebas de fuste que enfrentaba el conjunto local cuando uno analizaba el fixture en la previa del comienzo de Premier League.

Manchester United, con altos y bajos durante el encuentro, se mantuvo como justo ganador hasta la segunda mitad del complemento, cuando aparecieron las dudas sobre sí mismo y el equipo, paulatinamente, se fue resguardando contra su área y arriesgó notablemente la victoria ante un Everton que en ese período dejó un aroma a injusticia en el marcador final. Durante ese lapso bastante largo del match que tuvo al anfitrión como dominador, aunque la diferencia entre uno y otro nunca fue abismal ni mucho menos, los ‘Red Devils’ mantuvieron el control del balón con el orden y el manejo de los tiempos de Daley Blind como base, con Ángel Di María y Antonio Valencia en el cambio de ritmo y con un Luke Shaw muy activo en ofensiva, que veían en Radamel Falcao, la compañía y el peso ofensivo que no entregaba un desenchufado Robin Van Persie. Everton dependía mucho de la pegada de Leighton Baines o de alguna intervención esporádica de Steven Naismith o de Romelu Lukaku en algún envío largo ya que el partido se desarrollaba en mayor medida en campo visitante.

Con esto sobre la mesa, no fue extraña la llegada del gol de Di María, cuando promediaba la primera mitad, tras un pase corto de Juan Mata que el argentino resolvió con un toque de derecha contra el palo izquierdo de un Tim Howard que se arrojó inútilmente intentando evitar la apertura del marcador. Tampoco  extrañó demasiado que el juego continuara su camino por los senderos más cómodos para el juego del dueño de casa, pero si extrañó su repliegue en los cinco minutos finales que terminaron con una dudosa falta de Luke Shaw sobre Tony Hiibbert que le dio a Leighton Baines la chance de igualar el partido en tiempo agregado e irse al descanso con una igualdad de condiciones injusta. Pero cuando la confiabilidad de Baines en la ejecución de faltas hacía pensar en la proximidad del empate, David De Gea comenzó a transformarse en la figura del partido arrojándose a su derecha para rechazar el remate de zurda del lateral izquierdo rival.

Cuando el complemento parecía constituirse en una copia de la primera parte y Falcao se acercaba peligrosamente al gol, Baines envió un centro pasado desde la izquierda a la salida de un tiro libre y Naismith aprovechó las ventajas que le ofrecieron los dos laterales del United –Rafael y Shaw- para cabecear al gol en medio de ambos y empatar el partido. Enseguida, Falcao, comenzó a cobrar el protagonismo que sólo pudo quitarle  la actuación posterior de De Gea, evitando en la línea de su propia arco el segundo gol de Everton tras un cabezazo de Jagielka luego de un corner ejecutado por Baines desde la izquierda. El United, una vez más, parecía pasar de dominador a dominado en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, el espejismo duró poco para los ‘Toffees’. Sólo seis minutos después del empate, Howard rechazó corto con los pies, Rafael jugó para Valencia y este para Di María que remató desde afuera del área de manera imperfecta encontrando a mitad de camino a Falcao, ahora fundamental en el área rival, que alcanzó a desviar el balón para poner nuevamente en ventaja a su equipo con media hora por delante en el juego.

Los cambios de uno y otro lado le dieron la razón a Martínez y llevaron a Everton a las cercanías del área local en el último cuarto de hora. Bryan Oviedo tuvo la sorpresa que le había faltado a Steven Pienaar, León Osman tuvo mayor protagonismo que el escocés Aiden McGeady y Tyias Browning, con un perfil más ofensivo que el de Hibbert, se convirtió en una opción de ataque por el lateral derecho y llevó a Di María hasta las cercanías de su área y quitándole al United  la capacidad de contragolpe que le entregaba el argentino y que perdió por el otro sector con la salida de Valencia y el ingreso de Marouane Fellaini.

Así, Everton comenzó a crear peligro y el público local trasladó su memoria hasta los gloriosos años 90 y creyó ver en David De Gea una renovada versión del fenomenal gigante danés Peter Schmeichel. Primero, a tres minutos del final, el arquero español controló un dificultoso remate de Osman desde el borde del área que pasó por debajo de las piernas de Marcos Rojo y prometía peligro. Con el tiempo reglamentario cumplido, Naismith y Lukaku armaron una jugada por el centro del campo y Naismith habilitó a Osman que ingresaba por la derecha para despachar un remate que aspiraba a clavarse contra el palo derecho, pero De Gea voló hacia allí y envió el balón al córner con su mano derecha. De Gea ya era figura pero aún faltaba el manotazo final. Tras en tiro de esquina que había cedido en la jugada anterior, Gareth Barry tuvo el empate en el borde del área chica que evitó Tyler Blackett y el rebote derivó en Oviedo que remató de zurda con dirección al arco para obligar a De Gea, tapado por una multitud de hombres propios y extraños, a recurrir a sus reflejos, estirarse a lo más alto de su palo izquierdo y utilizar el recurso de la mano cambiada para garantizar el triunfo de su equipo y escribir el primer renglón de una nueva leyenda del enorme arco de Manchester United.

Los de Van Gaal consiguieron, por fin, enhebrar dos triunfos consecutivos para crecer en la tabla de posiciones y calmar ansiedades en medio de una mejoría futbolística progresiva y sumieron en una mayor preocupación a un Everton que sólo alcanzó una victoria en siete juegos y ve de cerca la zona de descenso cuando se ilusionaba con la zona de Champions.

0 Comentarios..:

Publicar un comentario