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Sorpresa desde Birmingham en Anfield Road

En Merseyside, Liverpool recibió al Aston Villa en busca de los tres puntos para poder acercarse al, hasta el momento, imparable Chelsea de José Mourinho. Pero no pudo imponerse y cayó por el gol de Agbonlahor.




En Anfield, los de Brendan Rodgers contaban con el debut de Adam Lallana, la presentación de Mario Balotelli ante sus nuevos hinchas pero con las ausencias importantes de Daniel Sturridge, lesionado, y Raheem Sterling, que ingresó en el segundo tiempo. Mientras que los de Paul Lambert presentaban en sociedad a su fichaje más impactante: Tom Cleverley, que llegó a préstamo desde el Manchester United por toda esta temporada.

Los primeros 20 minutos fueron de dominio absoluto del equipo de Birmingham. Liverpool, que pareció excesivamente relajado, regaló la posesión al Aston Villa, que rápidamente abrió el marcador. A los nueve minutos de juego, en un córner desde la izquierda, Philippe Senderos quedó sólo, cabeceó y un rebote en Sakho derivó en Gabriel Agbonlahor, que sólo tuvo que empujarla a la red.

Las pelotas paradas empezaban a ser un problema para los Reds, que cuatro minutos después dejaron sólo, otra vez, al central suizo, quién no cabeceó bien y se perdió lo que era el 2-0 para la visita.

Tras este simbronazo, el Liverpool reaccionó y empezó a manejar los tiempos. Con la posesión de la pelota durante los ultimos 25 minutos, los dirigidos por Brendan Rodgers empezaron a aproximarse al arco de Brad Guzan.

Pero gracias a la gran labor defensiva de Senderos y Nathan Baker, los esfuerzos ofensivos del Liverpool fueron todos en vano. Sólo tuvo dos jugadas claras; la primera fue un remate a los 43' que salió desviado a pocos centímetros del palo derecho del arquero norteamericano por parte de Lallana. Y dos minutos después, Balotelli disparó también de larga distancia y se fue desviada por poco.

El duelo de la tarde: Balotelli v Senderos.
Así terminó el primer tiempo y así siguió todo el trayecto de la segunda parte. Un Liverpool que tenía la pelota pero que le faltaba profundidad a su ataque y un Aston Villa que esperaba agazapado el error para poder meter un contrataque y sentenciar la historia.

Ante esta falta de profundidad, Rodgers puso en cancha a Fabio Borini, Raheem Sterling y Rickie Lambert durante el segundo tiempo. El equipo logró empezar a preocupar un poco más a Guzan, pero eran pocas las veces que lo consiguió.

La única realmente clara que tuvo el Liverpool fue gracias a Coutinho. El mediapunta brasilero encaró desde la izquierda al centro, acomodándose con su perfil, remató y tras un desvío en un jugador villano la pelota se estrelló en el palo.

El partido terminó así. Con un 0-1, el Liverpool tiene que cambiar rápido el chip. El martes se volverá a vivir una noche de Champions League en Anfield cuando reciba al Ludogorets búlgaro. Mientras que el Aston Villa, con este resultado, se coloca segundo a dos puntos del Chelsea. Y nadie les saca la ilusión a los muchachos de Birmingham.



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