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Empate épico en Anfield Road


Un nuevo día de derby en Merseyside, Liverpool. En Anfield Road, el equipo de Brendan Rodgers recibió al Everton de Bob Martínez en busca de recuperar la senda del triunfo tras dos derrotas consecutivas. En la misma situación se encontraban los Toffees, que no tuvieron su mejor arranque esta temporada. Acabó siendo empate 1-1 con un final lleno de épica.

El partido arrancó con un Liverpool demoledor, se notaba al equipo red con ganas de volver a ser lo que fue la temporada anterior. Y eso demostró en los primeros 25 minutos donde salió a matar o morir en el intento. Con un Mario Balotelli protagonista desde las pelotas paradas, donde obligó a Tim Howard cuando un remate suyo picó antes y complicó al arquero estadounidense. Con un Sterling intratable por la banda, donde ganó durante toda la tarde. Un Adam Lallana que tuvo su gol cuando desde un córner de Steven Gerrard ganó de cabeza y apareció otra vez, quién sino, Howard para ahogar el grito de gol del internacional inglés.

Mientras, el Everton aguantaba y salía rápido con Romelu Lukaku y Kevin Mirallas. En uno de esos intentos de contra, el extremo sintió un pinchazo en su posterior derecho y tuvo que ser reemplazado por Aiden McGeady. Y el internacional irlandés mantuvo la constante. En la primera que tuvo, sacó a pasear a Javier Manquillo, de buen partido, para tirar un centro que de no ser por Simon Mignolet era el primero para el Everton tras anticiparse a la llegada de Lukaku.

Liverpool seguía dominando pero sin efectividad. Y las pocas veces que estuvo mano a mano, se hizo enorme Tim Howard. Como en el cierre de ese primer tiempo que tras un error en la salida de los Toffees, Gerrard asistió a Raheem Sterling y el extremo de origen jamaiquino remató para que se luzca, una vez más, Howard. 

El equipo de Rodgers demostraba que no todo estaba perdido, que su identidad seguía intacta. Pero le faltaba efectividad, con Luis Suárez ya en Barcelona hace rato y Daniel Sturridge que no se recuperó a tiempo de su lesión muscular, en el arco contrario. 

Así terminó el primer tiempo, un Liverpool superior que merecía claramente la ventaja pero no lo lograba. Un Everton que moría en la soledad de Lukaku ya que su compañero, Steven Naismith, estaba en cancha pero nunca entró en el juego del Everton. 

En el arranque del complemento, el equipo de Rodgers empezó a notar la falta de un creativo para abrir la defensa de su clásico rival. Y el mismo Brendan se dio cuenta de esto, por eso decidió sacar a Lazar Markovic -de mal partido, todavía le falta para ser el jugador que fue en Benfica, pero es lógico dado que tiene sólo 20 años-, para que ingrese Coutinho

Ya con Cou en cancha, Liverpool ganó en juego. Coutinho y Sterling se encontraron más de una vez y a los 65 minutos esa conexión dio frutos. Una pared entre ellos, un pase a Balotelli y el delantero italiano que inventó una falta totalmente inexistente que Martin Atkinson compró.

Gerrard festeja su 10º gol en los derbi de Merseyside
Esta vez, quién se hizo cargo de la pelota parada de cara al arco de Tim Howard fue Steven Gerrard. En los anteriores tiros libres, el gran capitán le dio la responsabilidad a Balotelli, quién disparó dos mal y uno que como se dijo anteriormente complicó a Howard en el primer tiempo. 

Y en un clásico de Merseyside, en Anfield, en una tarde así con sol todo indicaba que iba a pasar lo que pasó. Stevie G agarró la pelota y con su clásica pegada la clavó en un ángulo para que el esfuerzo de Tim Howard sea en vano y el Liverpool se ponga en ventaja.

Liverpool ganaba, y era merecido sobretodo por lo hecho en el primer tiempo, y quería extender esta ventaja. Sólo dos minutos después, un desborde hermoso de Sterling, sin dudas una de las grandes figuras del fútbol inglés con sólo 19 años, para que Balotelli defina. Pero cuando no hay suerte, no hay suerte. El delantero italiano en el área chica remató al travesaño a sólo dos metros del arco.

Después de esto el partido entró en una meseta. Sin jugadas claras por ninguno de los dos bandos. Liverpool estaba cómodo con la ventaja y mantenía la posesión mientras que el Everton empezaba a desesperarse y eso lo terminaba perjudicando.

A los 80 minutos llegó el momento del cambio ofensivo en Everton. Salió Muhamed Besic y entró Samuel Eto'o. El delantero camerunés tuvo una sola y fue al minuto de ingresar. Un remate desde larga distancia que se fue por encima del travesaño. Pero este cambio, junto a la falta de confianza en Liverpool, empezó a hacer que el equipo retroceda líneas y estuviese cada vez más cerca de Mignolet.

Y en el minuto 91, ante ese gol errado por Balotelli y el hecho de haber entregado la posesión, llegó el momento del desastre para el Liverpool. Una falta tonta de Alberto Moreno, de buen partido a pesar de esto, en el borde del área. Tras el centro desde ese tiro libre, el rechazó le quedó a Phil Jagielka. El central inglés, desde afuera del área, se llenó el empeine de pelota y la clavó en un ángulo, al igual que Gerrard, para poner el empate con un remate inatajable para cualquier arquero.
Phil Jagielka festeja el empate después del partido con el saludo a sus aficionados
Un empate con sabor a derrota para Liverpool y con saber a victoria para el Everton. Pero el Liverpool tiene que estar feliz a pesar del resultado, Rodgers en la semana había pedido que sus jugadores recuperen su identidad. Y lo logró. Liverpool volvió a ser el Liverpool de la temporada anterior. Le faltó contundencia en el arco rival, ya sea por Howard o por errores propios de definición, pero recuperó su nivel. Ahora quedará esperar el próximo partido, que será por Champions League en Basilea, ante el FC Basel de Walter Samuel y Matías Delgado. Mientras, Everton tendrá que disfrutar este empate y seguir trabajando. No fue bueno lo mostrado por el equipo de Bob Martínez y tiene que recuperar también su juego. 

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