Cultura Redonda estuvo en la primer final de la Libertadores, pero disfrutar del fútbol se hace muy difícil cuando la organización es pésima y cuando reina la falta de información. Linda final, triste estructura..
Fue mi primer viaje al exterior y como tal fue un hecho que quedará grabado en mi memoria. Conocer una cultura diferente, una sociedad diferente y aprender a los ponchazos cómo manejarte frente a miles de situaciones que normalmente no se presentan en tu vida cotidiana o simplemente son desconocidas para uno mismo. Esa fue la batalla inicial y la única que pensé que tendría que tener, aunque en el periodismo nunca se sabe y hay que estar atentos a todo lo que pueda surgir. La vida sin problemas es matar el tiempo a lo bobo dice un Indio pelado por ahí.
Fue mi primer viaje al exterior y como tal fue un hecho que quedará grabado en mi memoria. Conocer una cultura diferente, una sociedad diferente y aprender a los ponchazos cómo manejarte frente a miles de situaciones que normalmente no se presentan en tu vida cotidiana o simplemente son desconocidas para uno mismo. Esa fue la batalla inicial y la única que pensé que tendría que tener, aunque en el periodismo nunca se sabe y hay que estar atentos a todo lo que pueda surgir. La vida sin problemas es matar el tiempo a lo bobo dice un Indio pelado por ahí.
Los ubico en situación: Paraguay, final de la Copa Libertadores, Nacional contra San Lorenzo, ese sería el combo en total, pero se fueron agregando condimentos. Al llegar, nuestro primer destino, luego de dejar las maletas claro está, fue la concentración del conjunto guaraní. Ahí nos aguardó la conferencia de prensa del entrenador del equipo, Gustavo Moriñigo. Nada raro por el momento. Tras esperar unos minutos en la entrada del hotel, nos hicieron pasar a una sala en una especie de subsuelo. Un lugar bonito con vista al río. Los medios que nos acompañaban fueron entrando y acomodaron sus cámaras o sus elementos de trabajo. Como era de esperar no había micrófono para la conferencia y por ende no había parlantes para colocar los grabadores o micrófonos de las cámaras.
No sé si fue la obra del señor Jesucristo o la obra de la jefa de prensa, una mujer muy amable por cierto, pero no solo vino el DT, sino que también aparecieron Nacho Don, arquero argentino y titular en el Tricolor, y Raúl Piris, zaguero paraguayo. Una vez que los tres se sentaron en sus respectivas sillas, la turba iracunda de periodistas paraguayos en su mayoría, se arrojó contra los protagonistas. Cuestión obvia porque no había algo que elevara el sonido de las voces de los jugadores. Primer error. Ningún club que se digne de llegar a una instancia similar puede no dejar pasar este dato. Es más cómodo, es más prolijo, los deja mejor parados y por sobre todo los hace entender la realidad.
Este primer inconveniente se solucionó corriendo micrófonos y pelando por un lugar a base de codazos, una técnica legendaria de los maestros periodistas (?). El técnico respondía preguntas a gente que no le veía la cara porque estaban ubicados a sus espaldas y todo siguió su rumbo. Emprendimos el viaje hacía nuestro hogar temporario y más tarde fue el turno de hacer el reconocimiento del campo de juego de los Cuervos en el estadio Defensores del Chaco. Linda cancha por cierto. Después de pelearnos con varias personas en la puerta no nos dejaban pasar pero dejaron pasar a mucha gente no era periodista, ingresamos al terreno de juego y pudimos observar la última parte de la práctica. Pasaron los minutos y nos informaron que Edgardo Bauza y Julio Buffarini iban a dialogar con la prensa.
Como lo que importa es vender, colocaron un banner a metros de uno de los bancos de suplentes e improvisaron una conferencia de prensa. Como no hace falta ser físico nuclear para saber qué paso, no voy a aburrirlos demasiado sin embargo voy a remarcar algunos puntos. Gente que se metía delante de las cámaras, otras que chocaban a sus "compañeros" para tener las declaraciones y tantas otras empujando desde atrás para sacar del plano de las cámaras a los "intrusos". Uno de esos era yo, parte de mi trabajo y "a veces pasa" diría un amigo. ¿Ahora bien no se podía armar algo decente?. Era una de las finales de la Copa Libertadores, es decir, por si no lo saben, el torneo más importante a nivel clubes en América. ¿Tan difícil es pensar un sitio, poner los parlantes, un micrófono y darle lugar uno por uno a los periodistas? Por lo visto la pereza mental les gana a muchas personas.
Igualmente aclaro que esto sería algo más o menos normal en el ámbito periodístico. Lamentablemente es así, pero siguieron sumando porotos porque al otro día fue la hora de ir a buscar las benditas credenciales para ingresar al estadio. Una hora de cola para retirarlas algo extraño porque el cupo estaba cerrado hacía ya varios días y con nombre y apellido de cada uno de los que formábamos parte de la comitiva. De paso cañazo se veía en la puerta de la sede de Nacional como los muchachos vendían entradas para el partido, aunque estaban agotadas. ¿Extraño?. Nah, normal también. Por la noche llegamos a las inmediaciones del Defensores y cuando más organización necesitas peor fue la cuestión.
Cualquier periodista al llegar a un sitio ubica distintos lugares. Zonas mixtas, zonas de conferencias, vestuarios, butacas asignadas para su labor, salidas y demás cuestiones. El primer indicio de problemas fue cuando preguntamos dónde estaba la zona mixta y nos respondieron "¿Qué es zona mixta?" Mi asombro se terminó de superar cuando nos hicieron hacer otra fila para "acreditarnos" (recuerden que esto ya lo habíamos hecho), unos minutitos más tarde unas chicas que seguro de fútbol o de periodismo entendían lo mismo que yo de corte y confección, nos ponen una cintita naranja en las muñecas y nos vuelven a tomar los datos. Chequeaban una por una las caras de los documentos y las caras que tenían frente a sus narices. "Estos están pasando dos veces, a mí no me cagan", arrojó una de las muchachas y sin ánimo de ofender si querían la cagaban. Otra de estas mujeres le comunica a mi compañero que no puede ir a zona mixta y a la conferencia, es decir tenía que elegir entre una de las dos. "¿Vos me estás cargando?", fue la bella respuesta de mi colega.
No quiero tildarlos de nada pero por si no lo captaron es una idiotez que te den a elegir algo así. La chica intentó solucionar el tema diciendo que eramos dos del mismo medio y que uno podía ir a un lugar y el otro a otro. "Nuestros trabajos no son iguales: él es cronista y yo soy productor", fue mi respuesta aunque el tono no fue cordial y no creo que hayan sido exactamente mis palabras. Otras de estas muchachas nos dijo que de "esta forma no íbamos a conseguir nada" y como fuimos muy buenos nos fuimos uno con cada una de las tarjetitas, si eran tarjetitas, para la zona mixta y para la conferencia. Obviamente uno de los dos se quedó con las dos. No contentos con esto, el lugar para la prensa terminó por ser algo pequeño y más de uno se metió en la platea para poder sentarse. Podría enumerar algunas cuestiones más pero creo que queda claro el concepto con todo esto. Decir que Europa nos saca el lustro es decir otra estupidez, estamos peleando palmo a palmo con continentes menos poderosos aunque nos creemos muy grandes.
La Confederación Sudamericana, esa que es dirigida por una manda de dinosaurios que se las creen saber todas, es muy pequeña para armar una fiesta del fútbol. Todo le queda grande, a pesar de que su sede central se encuentra en Paraguay y es muy bonita por cierto. Se ve que para la pantomima de lo que ven los ojos hay dinero pero para organizar algo más o menos acorde a la situación no alcanza. Esto no solo depende de Nacional y de San Lorenzo o de los equipos que lleguen a una instancia final sino que depende en un gran porcentaje de los organismos que controlan el fútbol, pero al parecer eso que te dicen de chico de que hay que enseñar con el ejemplo queda lejos para muchos de estos dinosaurios..
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