Alejandro Sabella ha ido modificando el equipo sobre la marcha del campeonato y el once titular del sábado dista mucho del que se esperaba en la previa. Holanda, especialmente por Robben, podría ser un rival que invite a más cambios.
Argentina cambia partido a partido. Por convicciones personales del entrenador. Pero también porque aquel equipo ideal que traía la Selección a Brasil, no solo no funcionó, sino que además se vio minado por lesiones y rendimientos individuales. Luego de la mejor actuación en la Copa del Mundo, el sábado último ante Bélgica, ¿se pueden esperar más cambios?
La Albiceleste alcanzó las semifinales de un Mundial luego de 24 años. Que el paso previo haya sido el punto más alto de los cinco juegos invitaría a más de uno a repetir la famosa frase hecha del fútbol argentino: "equipo que gana no se toca". Pues bien, Alejandro Sabella se encargó de desterrar eso primero con dos cambios al entretiempo del debut ante Bosnia -con Argentina arriba en el marcador- y luego con las variantes nominales de Martín Demichelis por Federico Fernández y Lucas Biglia por Fernando Gago.
El rival
Si planteamos la posibilidad de variantes específicas, es porque el rival tiene armas poderosas y ha rendido de manera diferente de acuerdo a la oposición que le han enfrentado. Holanda marcó el primer gran impacto del Mundial con 5-1 sobre España en el debut y ese día exhibió que Arjen Robben está atravesando un gran momento. ¿Cómo detenerlo? ¿Cómo juega el conjunto de Louis Van Gaal?
A diferencia del equipo de Sabella, los neerlandeses han ido de más a menos. Sí, merecieron derrotar a Costa Rica antes de la instancia de los penales, pero su juego no ha tenido a la hora de tener el peso de ser protagonista la contundencia.
De aquel conjunto que inició vapuleando a España en el estreno, algunas cosas se han modificado. Ese día partió con un 5-3-2 que contra Costa Rica fue 4-2-3-1; lo cierto es que el sistema de tres centrales y dos carrileros ha sido la tónica general de Holanda a lo largo del torneo y se especula con que Van Gaal vuelva a ese sistema para el juego de este miércoles. La baja de Nigel de Jong es tan sensible (casi) como si los Naranjas perdieran a Robben. Ningún otro volante puede ejercer tareas de vigilancia de la zona central como el volante rapado.
Pero más allá de sistemas, la gran pregunta es cómo hacer para anular -o al menos disminuir- la importancia de Robben. El delantero del Bayern Munich lanzado en velocidad no solo es imparable, sino que además siempre resuelve de acuerdo a lo que le pide la jugada. Esa carrera ante Sergio Ramos en el Fonte Nova de Salvador será inolvidable: pocas veces se observó una exhibición atlética como esa coronada, claro, con una definición sublime.
Australia y Chile también lo sufrieron, sin embargo ante México y Costa Rica las prestaciones del ex Chelsea y Real Madrid disminuyeron. Es cierto que Holanda en general rindió menos, pero desde el plano individual, esos slaloms han perdido peligrosidad. Tanto aztecas como ticos planificaron un sistema de ayudas para que Robben no quede mano a mano con algún defensor. En el primer partido, el delantero jugó más suelto (lo que permite el sistema de dos delanteros) aunque en el segundo tiempo, con el ingreso de Memphis Depay terminó jugando de puntero derecho. En esa demarcación es donde se movió ante Costa Rica. Pinto, con su 5-4-1 dispuso que dos y hasta tres jugadores se encargaran del futbolista del Bayern Munich.
Sí, por supuesto que siguió desequilibrando Arjen, es imposible que no lo haga. Pero sus acciones terminaron siendo menos decisivas. Y Holanda, más allá de Depay, Wesley Sneijder o Robin Van Persie depende demasiado de Robben.
¿Y entonces?
Básicamente por desconocimiento o pereza mental, luego del encuentro ante Bosnia, se repitió que el esquema de los cinco defensores había pasado a la posteridad. Que como no había funcionado en el primer tiempo ante los balcánicos no podía volver a repetirse. Se habló del malestar de Messi, y la mar en coche. Sabella reconoció su mal palnteo -para ese partido- y modificó sobre la marcha.
Ahora, que no haya servido ante Bosnia no implia que no vaya a servir para el match de este miércoles. No solo por un tema netamente del rival; rendimientos individuales del equipo invitan a creer en el sistema del 5-3-2 como una alternativa viable.
Si se sumara Marcos Rojo sobre el lateral izquierdo y José Basanta se centralizara para formar la línea de fondo -como jugó Basanta algunos partidos de Eliminatorias- la defensa tendría a los intérpretes que tan bien lo han realizado los últimos partidos. Así, tanto si Holanda juega con tres delanteros o con dos (lo más probable) Robben tendría un cerco de vigilancia.
En el mediocampo, la presencia de Javier Mascherano se da por descontada. ¿Quiénes podrían acompañarlo? Enzo Pérez es el tipo que tiene manejo, sirve para los ataques posicionales y puede darle soltura y ruptura al espacio, esto último no al nivel de Ángel Di María. La presencia del volante del Benfica debería estar asegurada, más aún tras el gran partido que realizó ante Bélgica.
¿Debería jugar Lucas Biglia -de muy buen Mundial- o habría que pensar en otra alternativa? Dando por sentado que Higuaín será el punta quedarían dos lugares. ¿Optamos por darle otra compañía más en la delantera a Higauin o reforzamos el medio? Lionel Messi podría ser o mediapunta junto al Pipa, o bien enganche, casi como tercer volante (algo que hizo ante Bélgica por momentos y que repite en muchos juegos en Barcelona). En este último caso, Rodrigo Palacio o Ezequiel Lavezzi podrían ser acompañantes de Higuain. Argentina carece de otro volante interno con ruptura al espacio. Ricky Álvarez no tiene ese posicionamiento táctico como para jugar unos metros más adelante del círculo central. Augusto Fernández podría ser una variante pero no ha visto minutos, Maxi Rodríguez no se mostró cómodo en el debut, pero no habría que descartarlo. Fernando Gago, de mala Copa del Mundo, no tiene ni el despliegue ni la llegada al vacío para potenciar esa carencia holandesa.
Alejandro Sabella puede optar por esta variante, modificar el 4-2-3-1 por un 4-4-2 más tradicional o seguir como ante Bélgica y Suiza. De cualquier forma, escuchando a Javier Mascherano el lunes en Cidade Do Galo, quedó claro que el capitán cree necesario un sistema de ayudas sobre Robben. La pelota la tiene el entrenador hasta el miércoles, luego será tiempo de los jugadores.
A diferencia del equipo de Sabella, los neerlandeses han ido de más a menos. Sí, merecieron derrotar a Costa Rica antes de la instancia de los penales, pero su juego no ha tenido a la hora de tener el peso de ser protagonista la contundencia.
De aquel conjunto que inició vapuleando a España en el estreno, algunas cosas se han modificado. Ese día partió con un 5-3-2 que contra Costa Rica fue 4-2-3-1; lo cierto es que el sistema de tres centrales y dos carrileros ha sido la tónica general de Holanda a lo largo del torneo y se especula con que Van Gaal vuelva a ese sistema para el juego de este miércoles. La baja de Nigel de Jong es tan sensible (casi) como si los Naranjas perdieran a Robben. Ningún otro volante puede ejercer tareas de vigilancia de la zona central como el volante rapado.
Pero más allá de sistemas, la gran pregunta es cómo hacer para anular -o al menos disminuir- la importancia de Robben. El delantero del Bayern Munich lanzado en velocidad no solo es imparable, sino que además siempre resuelve de acuerdo a lo que le pide la jugada. Esa carrera ante Sergio Ramos en el Fonte Nova de Salvador será inolvidable: pocas veces se observó una exhibición atlética como esa coronada, claro, con una definición sublime.
Australia y Chile también lo sufrieron, sin embargo ante México y Costa Rica las prestaciones del ex Chelsea y Real Madrid disminuyeron. Es cierto que Holanda en general rindió menos, pero desde el plano individual, esos slaloms han perdido peligrosidad. Tanto aztecas como ticos planificaron un sistema de ayudas para que Robben no quede mano a mano con algún defensor. En el primer partido, el delantero jugó más suelto (lo que permite el sistema de dos delanteros) aunque en el segundo tiempo, con el ingreso de Memphis Depay terminó jugando de puntero derecho. En esa demarcación es donde se movió ante Costa Rica. Pinto, con su 5-4-1 dispuso que dos y hasta tres jugadores se encargaran del futbolista del Bayern Munich.
Sí, por supuesto que siguió desequilibrando Arjen, es imposible que no lo haga. Pero sus acciones terminaron siendo menos decisivas. Y Holanda, más allá de Depay, Wesley Sneijder o Robin Van Persie depende demasiado de Robben.
¿Y entonces?
Básicamente por desconocimiento o pereza mental, luego del encuentro ante Bosnia, se repitió que el esquema de los cinco defensores había pasado a la posteridad. Que como no había funcionado en el primer tiempo ante los balcánicos no podía volver a repetirse. Se habló del malestar de Messi, y la mar en coche. Sabella reconoció su mal palnteo -para ese partido- y modificó sobre la marcha.
El equipo tiene el sello de Sabella |
Ahora, que no haya servido ante Bosnia no implia que no vaya a servir para el match de este miércoles. No solo por un tema netamente del rival; rendimientos individuales del equipo invitan a creer en el sistema del 5-3-2 como una alternativa viable.
Si se sumara Marcos Rojo sobre el lateral izquierdo y José Basanta se centralizara para formar la línea de fondo -como jugó Basanta algunos partidos de Eliminatorias- la defensa tendría a los intérpretes que tan bien lo han realizado los últimos partidos. Así, tanto si Holanda juega con tres delanteros o con dos (lo más probable) Robben tendría un cerco de vigilancia.
En el mediocampo, la presencia de Javier Mascherano se da por descontada. ¿Quiénes podrían acompañarlo? Enzo Pérez es el tipo que tiene manejo, sirve para los ataques posicionales y puede darle soltura y ruptura al espacio, esto último no al nivel de Ángel Di María. La presencia del volante del Benfica debería estar asegurada, más aún tras el gran partido que realizó ante Bélgica.
¿Debería jugar Lucas Biglia -de muy buen Mundial- o habría que pensar en otra alternativa? Dando por sentado que Higuaín será el punta quedarían dos lugares. ¿Optamos por darle otra compañía más en la delantera a Higauin o reforzamos el medio? Lionel Messi podría ser o mediapunta junto al Pipa, o bien enganche, casi como tercer volante (algo que hizo ante Bélgica por momentos y que repite en muchos juegos en Barcelona). En este último caso, Rodrigo Palacio o Ezequiel Lavezzi podrían ser acompañantes de Higuain. Argentina carece de otro volante interno con ruptura al espacio. Ricky Álvarez no tiene ese posicionamiento táctico como para jugar unos metros más adelante del círculo central. Augusto Fernández podría ser una variante pero no ha visto minutos, Maxi Rodríguez no se mostró cómodo en el debut, pero no habría que descartarlo. Fernando Gago, de mala Copa del Mundo, no tiene ni el despliegue ni la llegada al vacío para potenciar esa carencia holandesa.
Alejandro Sabella puede optar por esta variante, modificar el 4-2-3-1 por un 4-4-2 más tradicional o seguir como ante Bélgica y Suiza. De cualquier forma, escuchando a Javier Mascherano el lunes en Cidade Do Galo, quedó claro que el capitán cree necesario un sistema de ayudas sobre Robben. La pelota la tiene el entrenador hasta el miércoles, luego será tiempo de los jugadores.
0 Comentarios..:
Publicar un comentario