Anoche Millonarios y River lo homenajearon en un amistoso. Aquí una semblanza del paso de la Saeta Rubia por Colombia en aquel histórico equipo de "El Dorado".
Cuatro años y tres títulos. De 1949 a 1953 Alfredo Di Stefano jugó en Millonarios e hizo parte de “El Dorado”. Y es que todo sucedió muy rápido. Una huelga de futbolistas en Argentina y una decisión del Ministerio de Trabajo hicieron que las grandes estrellas del fútbol del país del sur tomaran sus maletas y salieran a buscar nuevas oportunidades en otros países. Dadas estas circunstancias, Adolfo Pedernera, que había llegado a Colombia en mayo de 1949, convenció a la Saeta Rubia y a Néstor Raúl Rossi de que fueran a jugar al equipo azul de Bogotá a comienzos de agosto de ese año.
Cuatro años y tres títulos. De 1949 a 1953 Alfredo Di Stefano jugó en Millonarios e hizo parte de “El Dorado”. Y es que todo sucedió muy rápido. Una huelga de futbolistas en Argentina y una decisión del Ministerio de Trabajo hicieron que las grandes estrellas del fútbol del país del sur tomaran sus maletas y salieran a buscar nuevas oportunidades en otros países. Dadas estas circunstancias, Adolfo Pedernera, que había llegado a Colombia en mayo de 1949, convenció a la Saeta Rubia y a Néstor Raúl Rossi de que fueran a jugar al equipo azul de Bogotá a comienzos de agosto de ese año.
Cuando Alfredo llegó al país se
estaba jugando la segunda edición del torneo de fútbol profesional, a diferencia
de países como Argentina, Perú o Uruguay donde el popular deporte ya se había
profesionalizado mucho tiempo antes.
Los más viejos cuentan que en esa época lo que se veía en Colombia era
mágico. Era el juego bonito en el que los mejores jugadores se exhibían y
hacían del torneo algo espectacular.
Los rumores de que los mejores
jugadores estaban llegando al país acercaron a la gente al estadio. Millonarios
recuperó el dinero e incluso logró mantener la costosa nómina que tenía. La
gran reputación y la gran labor del equipo llevaron al gobierno a realizar
obras para aumentar la capacidad del Estadio El Campín. Esa prosperidad
económica llevó a que los equipos realizaran partidos amistosos en otros países.
Fue por esta razón que los azules se ganaron el mote de “Embajadores”. En estos
partidos no oficiales también brilló la Saeta Rubia, 67 goles en 81 juegos
amistosos con los bogotanos.
Así mismo, Di Stefano anotó 90
goles en 101 partidos oficiales y desde entonces ha quedado en la historia del
equipo albiazul como uno de sus máximos goleadores. Sin embargo, el mayor
recuerdo que dejó para la hinchada colombiana se dio en un partido amistoso
frente al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Aquel día, Alfredo anotó 2 de los 4 goles con
los que Millonarios derrotó por 2-4 al elenco español. En Colombia dicen que
Millonarios era el mejor equipo del mundo en ese momento.
Sin lugar a dudas aquel paso por
Colombia fue fundamental para que la carrera de Di Stefano tomara el rumbo que
tomó. A pesar de esto, los beneficios fueron mayores para aquella
Liga que había surgido en 1948. La calidad de los jugadores que pasó por el
fútbol de Colombia comenzó a formar lo que hoy es esta práctica en el país.
“El Dorado” fue una época
inolvidable, incluso para los que no la vivimos. Las diferencias entre la
Dimayor y la FIFA propiciaron toda esta situación que le permitió al fútbol
colombiano tener un sinfín de estrellas. Además de esto, fue en este equipo
donde Alfredo destacó y llamó la atención del Real Madrid que lo contrató. De
ahí en adelante, todo es historia. Paz en la tumba de la histórica y brillante
Saeta Rubia de Buenos Aires, Bogotá y Madrid. Descanse, Don Alfredo.
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