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El silencio de los inocentes

Estados Unidos derrotó a Ghana por 2-1 manteniendo el orden colectivo y aprovechando la ineficiencia de un equipo que no supo qué hacer con el balón y que pagó cara su inocencia defensiva.



En su debut en la Copa del Mundo Brasil 2014, Estados Unidos venció por 2-1 a Ghana en un duelo clave para la continuidad del grupo G de la competición que se disputó en el estadio Das Dunas de la ciudad de Natal que tuvo al seleccionado africano como protagonista principal en la tenencia del balón pero cayó preso de su falta de ideas y de una increíble inocencia en la faz defensiva que le costaron una derrota demasiado dolorosa.
Los de Klinsmann consolidaron su triunfo en el marco del orden y de la efectividad pero carecieron de talento y de posesión, no encontraron ni en Bradley ni en Dempsey al jugador que manejara los hilos del juego ofensivo y sintieron enormemente la pérdida de Altidore que sufrió una lesión muscular a los 20 minutos de juego y debió dejar su lugar a un estático Aron Johannsson que no preocupó nunca a la defensa ghanesa.
El rápido gol marcado, ante la primera siesta defensiva de Ghana, por Clint Dempsey tras una triangulación por izquierda con Beasley y Jones y una gran definición del jugador de Seattle Sounders, sostuvo una diferencia favorable hasta el minuto 82 cuando la ocurrencia de Asamoah Gyan dejó a Andrew Ayew delante del arco para definir al primer palo y dejar sin chances a Tim Howard, que con su solidez y sin grandes sobresaltos había sido uno de los mejores valores norteamericanos.
En todo el desarrollo del encuentro desde aquel primer minuto y la llegada del empate ghanés, Estados Unidos no consiguió sostener la pelota en ningún momento y Ghana, que la tuvo por la ineptitud norteamericana, repitió una y otra vez formulas intrascendentes que terminaron con muy poco peligro serio para  Howard y con una andanada de centros que convirtieron a los centrales norteamericanos y al arquero del Everton de Inglaterra en los grandes protagonistas de la noche de Natal.
Cuando el partido se moría y el empate ghanés entregaba la idea de un probable triunfo africano con un rival cansado y golpeado por la igualdad, Jonathan Mensah regaló un tiro de esquina por cubrir mal un balón que se iba por línea final ante la arremetida de Johnson y Brooks se encargó de aprovechar la inacción defensiva tras la ejecución de Zusi para cabecear al gol cuando tres jugadores ghaneses no tenían marca asignada y Boye perdió la suya en el borde del área chica.
Así, Ghana se fue en silencio pagando carísima, y probablemente con una futura eliminación del certamen, su inocencia defensiva ante un Estados Unidos que, feliz con la victoria fundamental lograda hoy, debe preocuparse por su rendimiento y modificar considerablemente su esquema de juego de mitad de campo en adelante para enfrentar a dos rivales como Portugal y Alemania que difícilmente le perdonarán semejante incapacidad para retener el balón.

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