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Victoria por ellos, los que no volvieron a casa


El Liverpool dio un paso enorme en el camino de quedarse con la Premier League. Derrotó al Manchester City en Anfield por 3-2 y ahora depende de sí mismo para ser campeón de Inglaterra.




Tarde especial se vivió en Anfield Road. Sí, el partido lo ameritaba. Liverpool si ganaba se ponía a siete puntos del Manchester City, su rival de esta fecha, a cinco de Chelsea (hasta que juegue) y dependería de sí mismo para conseguir el título de la liga. Pero a todo esto, se le suma que se cumplen 25 años de la tragedia de Hillsborough

Los 96 asientos vacíos que fueron puestas en honor a las víctimas de la semifinal de FA Cup en el estadio del Sheffield Wednesday, hacían de todo esto un marco más que especial. Una situación deportiva que Liverpool no disponía desde hace cinco años cuando peleó por última vez la liga.

Por el otro lado, el Manchester City que quería arruinar este día en Anfield y acortar la diferencia con el Liverpool pero con dos partidos menos. La previa fue muy emotiva, con la gente dejando flores, bufandas, camisetas tanto en "The Shankly Gates" como en "The Hillsborough Flame". 

The Hillsborough Flame y las flores que dejaron los hinchas hoy
Y el partido también lo fue. El primer tiempo, todo para Liverpool que salió a jugar este partido como lo que era, una final. Mientras que el City, confiado o dormido, no asimiló esto y dejó que el equipo de Brendan Rodgers golpee primero y rápido.

Porque a los seis minutos, un pase entre lineas de Luis Suárez para Raheem Sterling dejan al extremo jamaiquino mano a mano con Joe Hart y tras unos amagos define para el 1-0. La fiesta era completa en el estadio. Mark Clattenburg debería terminarlo ahí para no sufrir pero recién empezaba y faltaba mucho todavía.

El Liverpool se comía directamente al City, que no reaccionó tras el gol. Y tuvo en sus pies Daniel Sturridge el segundo, tras un centro bajo de Sterling, pero no pudo conectarla bien para que terminara en gol. Y luego llegó la mala noticia para Manuel Pellegrini. Yaya Touré sintió una molestia muscular y tuvo que ser reemplazado a los 20 minutos del partido.

El festejo de Sterling en el 1-0
Todo parecía ser Red en esta tarde porque sólo seis minutos despues de la lesión del volante marfileño, llegó el segundo para el Liverpool. Primero, Hart le saca un tremendo cabezazo a Steven Gerrard y la manda al corner. De ese tiro de esquina que ejecutó "The Skipper", Martin Skrtel cabeceó en el primer palo y marcó el 2-0 para los de Rodgers.

Todo era alegría en Anfield Road. "Fields of Anfield Road" sonaba en todo el estadio. Pero en el cierre del primer tiempo, el City empezó a llegar al arco defendido por Simon Mignolet. Primero, con un remate de larga distancia que tapó bien el belga y luego, se rehace de su error en un corner y evita el gol abajo del travesaño. El Liverpool tenía esa cuota de suerte necesaria.

Así terminaron los primeros 45 minutos. Y el arranque del segundo tiempo, por no decir todo, fue como ese cierre. El Manchester City buscando por todos lados. Mignolet agigantándose en su figura hasta que llegó el descuento, que se veía venir.

Una pared hermosa entre Fernandinho y James Milner, que entró en lugar de Jesús Navas, centro atrás y gol de David Silva que pone el 1-2 a los 57 minutos y se armó el partido. 

Liverpool no encontraba la pelota y sufría en el mediocampo en demasía. Cinco minutos después del descuento, llegó el empate. Una jugada por la izquierda del español Silva, que tira un centro rastron, Glen Johnson la desvía y termina en el arco de Mignolet que poco pudo hacer. 

El festejo de Silva en el 2-2
Con el 2-2, el City no estaba conforme y el Liverpool no asimilaba este golpe. Con el ingreso de Sergio Agüero, quién volvió tras la lesión, el chileno buscó velocidad y sorpresa en ataque. Y casi sucede cuando en el minuto 74 cuando Agüero le ganó a Johnson por derecha, tiró el centro para Silva y el ex Valencia no logró tocarla para lo que hubiese sido el 2-3. 

Y cuatro minutos después del gol errado por Silva, apareció la ventaja Red. Un lateral que Vincent Kompany erra en el despeja, la deja en el medio del área y aparece Coutinho que con un remate bajo y fuerte hace que la estirada de Hart sea en vano y convierta el 3-2 para el Liverpool.

Coutinho festeja el 3-2 final
Con sólo diez minutos por delante, el City se desesperó y no se recuperó bien de ese gol recibido. Sólo tuvo una chance en la cabeza de Martín Demichelis que atrapó bien Mignolet. A pesar de los cinco minutos añadidos por Clattenburg, el partido terminó con el 3-2 de los locales.

Victoria y emoción para alguien especial. Es que ni bien se escuchó el pitazo final, Steven Gerrard se quebró. No pudo contenter la emoción. Es que esta victoria, seguramente tiene un lugar especial en su corazón. No sólo por quedar punteros y con dependencia de ellos mismos, sino porque en la tragedia de Hillsborough hubo una victima que tocó de cerca a los Gerrard.

La emoción final de Steven Gerrard lo dicen todo
Jon Paul era primo de Steven Gerrard y solía ir con The Kop a todos lados. Y ese 15 de abril estuvo en Hillsborough y fue una de las victimas. Por él, Gerrard juega al fútbol. Y por eso, hoy fue algo especial para todos. 

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