Multipropiedad a la mexicana

Los equipos del fútbol azteca cuentan con varios dueños que en muchos casos solo tiene como misión hacer negocios y el balón apartado. Un análisis de un sistema polémico y que no se respeta. "La pelota no se mancha".



Esta semana llega a su fin el Torneo Apertura 2014 de la Liga Azteca con una final inédita, entre los Tuzos del Pachuca y los Esmeraldas del León, dos escuadras que aprovecharon las bondades del campeonato para colarse a la Liguilla y conforme avanzaban fueron creciendo en su accionar hasta ser aspirantes al título. Dos dignos finalistas sin dudas, la controversia tiene otra índole, siendo que los dos pertenecen a Grupo Pachuca, del cual es accionista el multimillonario Carlos Slim por medio de Grupo Carso. Cabe hacer mención que es una final entre padre e hijo, Jesús Martínez Patiño, Presidente de Los Tuzos, y su hijo, Jesús Martínez Murguia, mandatario del León, por si hacia falta algo.

Esta situación no es nueva, hace tiempo el balompié profesional en México dejó de ser de personas para ser de empresas, así es como en 60 años el deporte de mayor arrastre nacional se regía por el Duopolio Televisivo conformado por Televisa y su "antagonista" Televisión Azteca (TV. Azteca).  Actualmente la situación cambió pero la distribución de equipos se maneja de la siguiente manera.

Grupo Televisa, Grupo Salinas, Grupo Pachuca-Grupo Carso, Cementos Cruz Azul, Grupo Caliente, Oceanografía y la Familia López Chargoy tienen el control de 45.4% del fútbol profesional en México en sus dos divisiones más importantes.

En la Liga MX apenas son cuatro las instituciones que tienen detrás la imagen de una persona como dueños y máximos responsables y no a alguna empresa. Tal es el caso de Veracruz (Fidel Kuri Grajales), Toluca (Valentín Díez Morodo), Puebla y Jaguares (los hermanos López Chargoy). El resto de los clubes tiene detrás alguna compañía. Entre la Liga MX y Ascenso MX, apenas nueve dependen de la figura de una persona entre las dos divisiones.

Mapa de los dueños de la Liga y Ascenso MX

La corporación presidida por el segundo hombre más rico del mundo, Carlos Slim Helú, en agosto de 2012 adquirió el 30 por ciento de las acciones del Grupo Pachuca transacción que le valió 356 millones de dólares, unos 790 mil pesos mexicanos aproximadamente. Se hizo dueño de parte del León de Primera División y compró a los Estudiantes de Guadalajara de la liga de ascenso.

La incursión de Grupo Carso en el fútbol presentó el primer reto a las televisoras en un terreno que era de su dominio exclusivo: los derechos de transmisión de los 18 equipos de Primera. Sin un canal de televisión abierta, Slim comercializa los derechos de los partidos del León con Telemundo en Estados Unidos, Fox Sports en México y América Latina y el portal Mediotiempo, que pertenece al grupo CNN/Expansión. Además, León se transmite por el canal de televisión de internet UNOTv, propiedad de Slim.

Foto oficial unión Grupo Pachuca-Carso.

Cuando se especulaba que el magnate buscaba comprar a Chivas, el equipo más popular del país, se convocó a una asamblea para votar en contra de la multipropiedad, algo que durante años había existido en el país, pero que nunca había sido sometido a voto. Así fue como en mayo de 2013, la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) dio a conocer un decálogo, dentro del contexto en que las empresas Televisa y TV Azteca buscaban frenar al empresario Carlos Slim ante su intención de adquirir dos equipos de fútbol mexicano (León y Pachuca). 

Su argumento principal era simple: buscaban mejorar los estándares del fútbol nacional. "La visión de la Liga MX es que cada dueño tenga un sólo equipo, la visión se deberá alcanzar en cinco años, durante los próximos cinco años ningún dueño podrá incrementar la cantidad de equipos que tenga hasta el día de hoy", explicó el presidente de la Liga, Decio de María y agregó: "Siempre es tiempo de analizar dónde estás parado y sobre todo para dónde vas".

Estos fueron los diez puntos sobre la multipropiedad aprobados por la Asamblea de Dueños:

1. La visión de la Liga MX es que cada dueño tenga un solo equipo.
2. La visión se deberá alcanzar en cinco años.
3. En los próximos cinco años ningún dueño podrá incrementar la cantidad de equipos que tenga al día de hoy.
4. El dueño que tenga más de un equipo sólo tendrá un voto en la Asamblea y en los diversos comités.
5. En los casos de multipropiedad con múltiples socios, de existir la posibilidad de adquirir un nuevo equipo, el socio minoritario se tendrá que desinvertir y el vendedor tendrá que someter la solicitud de venta a la Asamblea para su análisis y, en su caso, autorización.
6. En caso de que un equipo de la Liga de Ascenso ascienda y su dueño tenga un equipo en la Liga MX, el dueño tendrá tres años para vender al equipo de recién ascendido. Si el plazo no se cumple, el equipo perderá la categoría.
7. Para las transferencias entre equipos del mismo dueño, los equipos podrán realizar hasta dos transacciones y a partir de la tercera tendrá que ser abierta al resto de los equipos. Las transferencias de categorías inferiores las podrán realizar sin ninguna restricción.
8. La simulación accionaria será penalizada con la pérdida de la categoría.
9. El Estatuto, los Reglamentos, las Reglas y Protocolos para la venta, compra y cambio de sede de equipos de la Liga MX y Ascenso MX deberán ser actualizados y puntualizados en relación a los puntos anteriores.
10. Estos acuerdos adoptados por la Asamblea podrán ser revisados en el próximo ciclo mundialista, es decir, en el año 2018.

Decio ed María, mandamás de la Liga

Todo marchaba viento en popa, Grupo Televisa, se deshizo de Necaxa que militaba en Liga de Ascenso y Grupo Salinas de Jaguares de Chiapas. Solo bastaron siete meses de dicho acuerdo para que la televisora del empresario Ricardo Salinas Pliego violentara la regla que antes defendía al comprar al equipo Atlas de Guadalajara por 500 millones de pesos. 

Tras 97 años como asociación civil, el Atlas de Guadalajara se ahogó en una deuda que ascendía a 380 millones de pesos. Por eso, los 124 asociados activos aprobarían la venta del equipo de Primera División, además de las acciones del estadio Jalisco, los derechos federativos del plantel y el uso de la marca, por un total de 500 millones de pesos.

“No hay por qué pensar mal”, cuestiona Álvaro Dávila, presidente del Morelia. “Se debe analizar la realidad y, a lo mejor, se verá que, en este país, no hay tantos inversionistas como se supone que existen. A ver cuántos lo hacen. Estuvo la oferta del Atlas y nadie le entraba”, arrojó. 

“Soy de la idea de que si hay grupos profesionales, que si van a invertir en el fútbol, fuerzas básicas y van a hacer las cosas bien, no le veo problema que haya dueños con más de un equipo”, respaldó Arturo Elías Ayub, director de alianzas estratégicas de Grupo Carso, y sumó: “Es mucho mejor a que llegue gente al fútbol, a la que le importa el fútbol, y no que sea un escaparate para otros negocios”. “En caso de que haya grupos que les interesa hacer el bien, desarrollar jugadores mexicanos, fuerzas básicas y manejar bien los equipos, adelante...Es imposible pedirle a un grupo de jugadores que se dejen ganar un partido. Son profesionales decentes, que desquitan un sueldo. Si eso (arreglo de partidos) es la limitante para tener dos equipos, es falso, un mito", sentenció Ayub. 

“Se trastoca un proyecto como el que anunciamos, nadie puede decir que no es así”, reconoció el presidente de la liga, Decio De María. “La estructura financiera del club Atlas estaba en una situación muy peligrosa y estaba en riesgo la liquidación del club. Eso llevó al Atlas a abrir el proceso de venta y ahí entró TV Azteca", explicó.  Atlas es un equipo de gran tradición en Guadalajara, ciudad situada en el occidente mexicano. Aunque no ha sido campeón desde 1951, su afición es considerada una de las más fervientes del país.

“Dentro de ese marco se tuvo que tomar una decisión”, agregó el dirigente y reconoció: “Fue una decisión compleja y que fue muy discutida, todos los equipos dieron su opinión”. De María informó que la decisión no fue unánime y para ser aceptada se tuvo que poner un candado más a la televisora, que es la segunda más grande del país. “Se tomó la decisión de que en el espíritu de la unipropiedad, en el verano de 2018 todos los equipos deben tener un solo dueño. Ahora a TV Azteca se le puso de condición que tiene que desincorporar a uno de los dos para el verano del 2016, es decir, dos años antes de la regla que se había decidido hace meses”, agregó De María.

El ex Presidente de Atlas, Eugenio Ruíz Orozco, manifestó su apoyo a la "multipropiedad" al asegurar que la posibilidad de que los "mortales" inviertan en el fútbol ha quedado en el pasado, pues el balompié actual necesita el respaldo de grandes empresas. "El futbol dejó de ser lo que era, quienes piensen que pueden participar con equipos al margen del espectáculo que representa desde el punto de vista comercial están equivocados", lanzó.  "El fútbol es otra cosa, los grandes salarios, las ligas poderosas, el fútbol para los mortales dejó de ser una parte importante en términos de organización y hay que crear sinergias con instituciones poderosas", concluyó. 

Salinas Pliego, nuevo dueño de Atlas.

Entonces la multipropiedad es un "mal necesario", porque a pesar de violar sus acuerdos, los dirigentes del fútbol se justifican al asegurar que no hay suficientes inversionistas. Mi punto de vista es de que la multipropiedad no es sana y estoy de acuerdo en que no es que ésta haya permitido que se registren escenas o historias de corrupción y malos manejos, pero no habla bien de una competencia de un país con tanta diversidad empresarial. Si sólo alcanza para tener 15 equipos porque sólo hay 15 empresarios diferentes pues que sean 15. 

Y así,  entonces todo creeremos en la frase del protocolo de inicio de cada juego, donde un niño o niña, entra al campo con el balón en su manos y al entregar el esférico al árbitro central en presencia de ambos capitanes recita: "Siente tu liga. Juego limpio dentro y fuera de la cancha".

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