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Fóbal argento al palo..

La locura del fútbol argentino hace que un equipo que está por caer a la cuarta categoría pueda luchar por un puesto en Primera dentro de seis meses. Incoherencia, promedios y Grondona, algunos de los causantes. Pan y circo señores..


El fútbol argentino es puro vértigo, pero vértigo del malo.
Todos corren, nadie piensa, todos asumen, nadie contradice. Hace unos días se comenzó a correr la bola de que desde el 2015 el torneo de Primera División iba a contar con 30 equipos, sí leyeron bien 30. Es decir los 20 con los que cuenta actualmente y otros diez que se sumarán de un minicampeonato que jugará la B Nacional después del Mundial. Increíblemente, según lo que los medios dicen, todos los dirigentes de las entidades argentinas aceptaron el proyecto que presentó Julio Grondona, el longevo e interminable presidente de la AFA. 

Así como maneja los hilos de todo lo que ocurre en el ambiente de la redonda argentina, Grondona se manejó sin que nadie se negara, aunque habría tenido un cruce con el mandamás de Belgrano de Córdoba, Armando Pérez. Nada grave. Todo pasa. Más allá de la incoherencia sobre la cantidad de teams, un formato único en el mundo, hay algunos aspectos que marcan a fuego lo que es el fútbol argentino en la actualidad. Y vamos a tomar como ejemplo de esto al club Defensores de Belgrano, institución histórica del ascenso argentino y que hoy transita en la B Metropolitana, tercera categoría. Las malas campañas y promedios, otro invento de Grondona, hicieron que el Dragón este peleando la permanencia y este muy cerca de descender a la C

Desde el inicio del certamen actual todos los cañones estuvieron apuntados a mantenerse en la divisional, pero debido a esto los muchachos se mataron en la búsqueda de puntos para escaparle a la zona roja. La paridad e irregularidad de casi todos los conjuntos hicieron que los de Núñez treparan a los primeros puestos e increíblemente estén a pasos conseguir un puesto en el cuadrangular final, un pequeño torneo que otorga el segundo ascenso a la B Nacional. Pasando en blanco, Defensores de Belgrano está pelando paralelamente por un descenso y por un ascenso. Si matemáticamente no llegara a concretar su permanencia y clasificara al cuadrangular se vería directamente descalificado porque cayó a la C.

Puede que muchos no comprendan el tema de los promedios o no tengan claro cómo viene la mano en la B Metro, así que de paso nos metemos un poco en la matemática loca con la que conviven los jugadores. Hoy por hoy, Defensores está anteúltimo en la zona de descenso con un promedio de 1.111, debajo aparece Flandria (1.103) con dos puntos menos y arriba se encuentra UAI Urquiza (1.138), que divide por una sola temporada. Recordamos que se dividen los puntos obtenidos por la cantidad de partidos disputados y hay dos descensos. Es decir el rival a vencer para el Dragón es la UAI. Restan cuatro fechas para la finalización del certamen y la única esperanza latente que le queda a los hinchas del Dragón es que el Furgón no sume más de cuatro puntos. Sí así lo hiciera lo condenaría sin dejarlo dar pelea, aunque cabe destacar que en al jornada 40 se enfrentan entre sí. Final para el infarto. 

Un punto separa a Defe del cuadrangular.
La magnitud de esto es aberrante y altamente cruel. Defe aún obteniendo su boleto por la pelea del segundo ascenso (el primero lo logra el campeón del torneo) no podría jugar por algo que se ganó legítimamente en cancha. Esto es el fútbol argentino pero podemos sumarle algo más y que no sería una incoherencia. Si ocurriera lo contrario a nuestra primera especulación, es decir Defensores zafara del descenso, clasificara al cuadrangular y hasta lo ganara, los seis meses restantes del año jugaría en la B Nacional. Ahora bien, como justo en este período se da el cambio que mencionábamos anteriormente, este equipo que se estaba por ir a la C podría pelear por un lugar en Primera. 

Con solo quedar entre los cinco primeros de uno de los dos grupos en los que se dividirá la B, ya estaría en la máxima división del fútbol argentino. En seis meses una institución que iba a caer a la cuarta divisional llegaría a la divisional más importante. ¿Quedan dudas de que esto es altamente incoherente? La teoría dice que los promedios se armaron para sentenciar las malas acciones que ha tenido un club durante tres temporadas o desde que ingresó una categoría, algo que en el caso de Defensores no sería así ya que como dijimos hasta podría llegar a la A. Otro punto sin sentido. 

Esto es el fútbol argentino. Esta serie de absurdos y contradicciones; así esta impregnado en el día a día de los que consumimos este mundo. Puede ser jocoso o divertido, nos podemos reír de lo que sucede y también sorprendernos, sin embargo las situaciones ilógicas o altamente incoherentes manchan a una pelota que vive en el aire y poco en los pies de los jugadores. Los dirigentes no se oponen y "todo pasa", mientras tanto a los que les molesta toda esta serie de mamarrachos sufre o se queda sin palabras cada día que meten mano en algo que ya de por sí estaba mal armado..

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