Fulham le ganó por 1-0 al Norwich City en Craven Cottage y
aspira a salir de los últimos tres puestos. Aún se mantiene en zona de descenso. Hugo Rodallega, el goleador.
Sobre el final de la Premier, un abismo. Uno al que ninguno
desea caer, ese mismo llamado Championship que acecha a todos los que ahondan
sobre la tabla baja. Es más fácil ubicar esto, sin usar
nombres: se enfrentaban el 18° y el 17° (siendo este último quien se salva
del descenso) separados por solo cinco unidades y cuatro fechas restantes.
Una batalla en Londres |
Fulham, local, era el que debía proponer. Rodallega arengaba a
su público antes del encuentro, se alentaban entre ellos. Se podía. Norwich, visitante, cambió de técnico, metió cinco variantes con respecto al partido
anterior y con un fixture complicado adelante, la victoria a conseguir era la de hoy.
La visita fue el que empezó a manejar las cosas. Con Van
Wolfswinkel y Snodgrass tenía el poder ofensivo que necesitaba y complicaba a
una defensa desorganizada, con superpoblación y sin posiciones claras:
Richardson y Riether haciendo la banda, pasando de línea de 3 en ofensiva a
línea de 5 en defensa; Diarra y Sidwell a veces más pensando en atacar que en
ocupar sus funciones de tapar; Kasami y Holtby son generadores de juego, no
marcadores del mismo. Amorebieta, lo más preciso entre tantas fallas.
En los canarios, la claridad era de Snodgrass quién apenas
pasado el cuarto de hora, dejó inmóvil a Stockdale y la clavó contra el
travesaño, ahogando el grito de gol para los suyos.
Mayormente no se habla de tiempo, sino que se sitúa en una
zona específica temporal. Pero en el minuto 27:12 y 27:54 el arquero del Fulham
se recibió de héroe, en un participe fundamental de esta crónica: un centro en
el área chica, una bolea que le fulminó las manos y un abrazo general de sus
compañeros que indicaba el córner. Misma jugada, se levanta el centro y Russell,
nuevamente en el área chica, cabecea de manera impecable, pero no tanto como la
ataja de Stockdale.
El colombiano marcó la diferencia |
Y el Fulham se dispuso a atacar. Comandado por el alemán
Holtby llevó a la carga los primeros embistes del conjunto de Magath, que
terminaba completando sin éxito siempre Hugo Rodallega, solitario, boyando en
las líneas defensivas de los rivales. Hasta que se conectaron de manera
correcta (ayudados por un desconcierto total de la defensa canaria) y el
colombiano concretó con un centro del enganche.
Golpazo para un Norwich que solo espero que el árbitro
señale el final de la primera parte para poder rearmarse nuevamente. El local
estaba tranquilo, logró armarse, organizarse tras la ventaja y parecía más
cómodo de cara al resto del encuentro.
Hugo agradece |
Se empezó a cerrar Magath, colocó a Scott Parker y a Kvist
para colaborar con la mitad de la cancha. Richardson y Riether ya no aparecían
tanto pasando la mitad de la cancha, Sidwell no tenía tanta profundidad y
Amorebieta hoy se recibió de seguro de vida aéreo.
No se vivieron más sobresaltos para el arco de Stockdale,
aunque tampoco Ruddy debió trabajar en demasía. Un cerrojo defensivo en 30
metros los últimos minutos del encuentro, se acoplaron a un equipo desganado,
que tiraba centro a una defensa conformada por tres centrales.
Fulham se colocó a dos unidades del Norwich y tiene un panorama
alentador, ya que los Canarios tienen que enfrentar al Liverpool, al Manchester
United, al Chelsea y al Arsenal, mientras que los Whites deben enfrentar a
rivales directos. Fulham aspira a salir, escaparse de ese abismo al que ninguno
quiere caer, ese mismo llamado Championship.
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