De visitante el Manchester City consiguió un gran triunfo
por 3 a 2 ante un Everton que había logrado ponerse en ventaja y con esta
derrota se aleja de las copas. Agüero (salió lesionado) y Dzeko, con un doblete, los
goleadores. Había abierto el marcador Barkley y descontó Lukaku.
Goodison Park es un calvario para el Manchester City ya que en este estadio en los últimos cuatro partidos no obtuvo ningún triunfo. Y hoy lo necesitaba más que nunca. Estaba la chance de colgarse del liderazgo de la tabla, momentáneamente hasta que el Liverpool jugase.
Los de Pellegrini quisieron salir a buscar los tres puntos
sin ser dubitativos. Empleando como siempre a sus laterales en ofensiva, con
Yaya Touré hilvanado los ataques y con Kompany como seguro de vida. Everton
tenía a Barkley que antes del cuarto de hora clavó un golazo extraordinario.
Desde fuera del área, con rosca, por encima de Joe Hart y colgado del ángulo. Hermoso.
Ahora la adversidad del resultado era un problema para los
citizens que incluso sufrieron un buen toqueteo por parte de los locales. Pero
aparecieron dos jugadores magistrales: Yaya Touré asistió a Agüero que ejecutó
a Howard en el primer palo y el portero no tuvo otra opción que ver a la pelota entrar.
Una de cal y una de arena, el gol le valió una lesión al argentino que debió
ser reemplazado por Fernandinho.
Y el de Costa de Marfil se empezó a florear, con García y el
brasilero cubriéndole la espalda él jugó más suelto y junto a Nasri empezaron a
manejar a un equipo con encontró en Edin Dzeko y su cabeza la ventaja dos a uno
cerca del final de la primera mitad.
Naismith trató de combinar con Lukaku en el final del
encuentro y el belga no encontró destino de red. El primer tiempo fue parejo.
Ambos tuvieron sus chances e incluso pudo haber una anotación más en cada uno
de los arcos.
Explosivo. Así arrancó la segunda parte con Hart sacándole a
Naismith en menos de 60 segundos lo que era el empate. Y solo 60 segundos
después Edin Dzeko hizo lo que el delantero del Everton no pudo. Defensa distraída
y la empujó en el área chica. 3 a 1.
Dzeko festejó por duplicado. |
Todo se ponía color de rosa para un equipo visitante que con
el resto del partido por delante, veía la tabla a la par del Liverpool. Pero el
ingreso de Kolarov por un Yaya golpeado cambió todo. Sistemáticamente, el City
se replegó y le entregó la pelota al equipo de Roberto Martínez que de la mano
de Baines y un centro espectacular que encontró la cabeza de Lukaku puso
suspenso en un encuentro que parecía liquidado.
Se terminaba el partido y un choque dejó a Edin Dzeko tirado
en el piso, se demoró tiempo y se pudo enfriar a un Everton que como loco había
ido a buscar la igualdad. Centros que morían en la cabeza de los centrales y
jugadas que no podían superar un mediocampo totalmente poblado eran las armas de
un elenco desesperado por la victoria.
Un párrafo aparte merece Fernandinho: entró para reemplazar
a Agüero, quizás un cambio un poco extraño. Se soltó Yaya y él jugó más
retrasado. Cortó absolutamente todo lo que pasó por su lado de la mitad de
cancha, e incluso si Javi García fallaba, él estaba para salvar errores. Cuando la situación lo necesitó, en los
minutos finales, apretó arriba y realizó cortes correspondientes al momento, el
jugador del partido.
El City se llevó más que tres unidades. Alcanzó al Liverpool
en la primera posición en la English Premier League y aún con un partido menos,
apunta a la última jornada con chances de poder consagrarse campeón debido a la
diferencia de goles (casi diez) con el equipo de Luis Suárez. Dos finales le
quedan a los de Pellegrini, con el afán de repetir dos campeonatos, en tres
temporadas.
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