Carrow Road, el escenario de este mediodía inglés. El Liverpool visitó al Norwich City con una sonrisa mediante. Ayer el Chelsea cayó derrotado sorpresivamente ante el Sunderland y sí ganaba el equipo de Brendan Rodgers se separaba cinco puntos de su inmediato perseguidor.
Los dirigidos por Brendan Rodgers sufrieron las bajas de Daniel Sturridge y Jordan Henderson. El delantero sufrió una molestia muscular y se lo evaluará partido a partido, mientras que "Hendo" pagó una de las tres fechas de suspensión tras su expulsión en el partido ante el Manchester City.
Y el Liverpool salió a jugar el partido como lo que era. Una final contra un rival menor pero no por eso fácil. Aunque el camino se allanó tras sólo cuatro minutos. Raheem Sterling, uno de las figuras de este Liverpool, recibió el pase de Coutinho y desde larga distancia disparó para hacer estéril la volada de John Ruddy. Con el 1-0 tempranero, el Liverpool no paró y lo siguió buscando.
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| El festejo de Sterling con Rodgers en el 1-0 |
Extendió la ventaja a los 11 minutos, cuando tras una asistencia perfecta de Sterling, Luis Suárez definió al palo más lejano de Ruddy y puso el 2-0. De esta forma, el delantero uruguayo suma 30 goles y llegó a su tanto número 12 enfrentando al Norwich. Sin dudas su "víctima" predilecta.
Con los dos goles a favor, el Liverpool se relajó y le regaló la pelota al Norwich que con un estilo muy inglés, empezó a preocupar al fondo de Liverpool. Los Canarios, empezaron a inundar de centros el área de Simón Mignolet pero sin eficacia. Y el Liverpool apostó a la contra, que con un mejor manejo hubiesen sentenciado el resultado pronto.
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| Suárez festejando el 2-0 con Sterling |
Pero el primer tiempo se cerró así. Un Norwich yendo a buscar en la desesperada por arriba, punto flojo de la defensa red, y el Liverpool esperando y saliendo rápido. Aunque no alcanzaron a preocupar en demasía a los arqueros.
Y en el arranque del segundo tiempo, el trámite fue similar. Sólo que esta vez sí dieron fruto. Un córner desde la izquierda del Norwich que salió mal Mignolet, le regaló el descuento a Gary Hooper que sólo la tuvo que empujar a los 54 minutos. Y las dudas volaban sobre Carrow Road. ¿Podría el Liverpool despertar del letargo que tenía tras una rápida ventaja en el partido?.
La respuesta llegó rápido, es que sólo ocho minutos después una jugada individual de Sterling que dejó en el camino a un defensor rival, definió sobre Bradley Johnson y tras un desvío en ese jugador marcó el 1-3 para Liverpool.
De esta manera el Liverpool volvía a tener ventaja de dos sobre los locales y respiraban aliviados los hinchas que fueron hasta Norwich. Pero aun así, la pelota la seguía dominando el local que siempre con la misma fórmula complicaba.
Rechazos de todos los colores se veían en el fondo Red, esa salida clara ya no lo era tanto gracias a la presión que solía recibir de Ricky van Wolfswinkel y compañía. Y esas salidas donde se regalaba la pelota terminaron ayudando al Norwich.
Que a los 77 minutos logró otra vez el descuento. Un centro, de los miles que lanzó el equipo local, de Olsson que Robert Snodgrass mandó al arco de Mignolet y a sufrir los últimos minutos.
El mediocampo del Liverpool era casi inexistente. Steven Gerrard, de bajo rendimiento hoy quizás por estar cuidándose de no llegar a la décima amarilla y perderse el partido contra Chelsea el próximo domingo, no se podía hacer de la pelota. Lucas y Moses sólo la miraban pasar.
Pero la falta de claridad y lo repetitivo del ataque de los Canarios hicieron todo previsible e incluso dejaron espacios atrás que por poco no saca provecho Lucas Leiva cuando se erró un gol increíble.
Así terminó el partido. Un 2-3 para el Liverpool que sacó cinco de ventaja sobre Chelsea y espera que juegue el City mañana para ver sí puede estar más cerca aun del título que se le niega desde su existencia, 24 años.
El Norwich seguirá peleando hasta las chances finales por mantenrse a salvo pero el fixture no fue nada benévolo con ellos porque en las últimas tres tienen al Manchester United, Chelsea y Arsenal.
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