Ads 468x60px

.

Se quedó en la orilla

En un partidazo con todos los condimentos, el Atlético y el Real igualaron 2-2 en el clásico de Madrid. Los de Simeone remontaron la desventaja inicial pero no pudieron aguantar el resultado. Los de Ancelotti se aseguraron el liderazgo. 




Cuando a los dos minutos de juego el Real Madrid se puso en ventaja a través de Karim Benzema, pocos hubieran apostado por el desarrollo posterior. Es que el cruce por Copa del Rey había exhibido a un Real muy superior, casi borrando lo que habían sido los dos encuentros anteriores. Los Merengues se ponían adelante y el libreto del juego iba a contramano de lo que le gusta a Simeone y sus dirigidos. 

Ronaldo en una ocasión y Benzema con una volea estuvieron cerca de ampliar y sentenciar el juego. Una derrota parecía dejar fuera de carrera en la liga a los Colchoneros. No había un mañana en caso de caída para el Atleti. 

Pero el local se recuperó. Con prudencia, se ajustó a su plan original. No se volvió loco por la desventaja el equipo de Simeone y se dedicó a ir progresivamente achicando espacios y presionando cada vez más arriba. Modric y Xabi Alonso carecían de espacios y los externos, Bale y Ronaldo se veían secos: la pelota no les llegaba. El que tenían más opciones de recepción era Di María, pero al rosarino se la dejaban recibir detrás de la mitad de cancha y ahí no solo no pesa el Fideo, sino que incluso sus movimientos más propios de un externo generaban ataques del Atleti. 

En ataque, los dueños de casa se encomendaban a lo que pudiera hacer Diego Costa. Y eso generalmente es mucho. Al igual que lo hiciera en la primera vuelta en el Santiago Bernabéu, fue una pesadilla para Pepe y especialmente para Sergio Ramos. Entre ellos hubo un duelo aparte y elmismo tuvo su punto álgido en un claro penal no sancionado por Delgado Ferreiro. No fue el único que el árbitro no sancionó ya que Pepe bajaría luego a Godín en un tiro de esquina y Gabi metería la mano en un tiro libre de Ronaldo. El juez no se comprometió nunca y dejó seguir. Los Colchoneros se vieron perjudicados, porque además tanto Alonso como Ramos pegaron más de la cuenta y no se vieron sancionados. 

El encuentro, es cierto, se jugó con una tensión muy elevada. Por momentos parecía un partido de barrio, de esos que se juegan con los dientes bien apretados y sin regalar nada. Cholo's rules. En esa intensidad altísima, esas líneas juntas y el ritmo frenético, el Atlético fue reencontrándose tras ese arranque magro que venía a pegarle en una moral alicaída tras la derrota en Navarra ante el Osasuna. 

En un lateral, una buena apilada de Arda Turan dejó a Koke frente a Diego López y el joven volante -convocado por Vicente del Bosque- puso el 1-1 con un lindo remate. El epílogo de la primera parte tenía un claro dominador: el Atleti. Así, el 2-1 (fuerte disparo de Gabi que contó con la floja respuesta de López) se hacía lógico.

De repente, el segundo tiempo contaba con las condiciones que el Cholo hubiera soñado en la previa. Y de arranque Costa pudo haber puesto el tercero, pero definió mal. La presión alta siguió siendo la tónica hasta los 20 del complemento. En ese tiempo, los locales debieron ampliar pero les faltó el último toque. Nuevamente Delgado Ferreiro con una clara falta no sancionada sobre Costa puso su toque en el juego. Esa escapada fue casi la última seria de los locales. El motor comenzó a agotarse en el Colchonero. 

Y Ancelotti le puso su toque con las variantes. Isco, Marcelo y Carvajal adentro, Di María, Coentrao y Arbeloa afuera. Mayor profundidad por las bandas y una preocupación a las espaldas de Mario Suárez y Gabi. Poco a poco fue creciendo el Real. Avisó Ronaldo con un cabezazo que lamió el poste derecho de Courtois. Pero el portugués no perdonó tras una mala cobertura de Suárez sobre una banda. Ante un equipo de tamañas individualidades, la más mínima falla puede terminar en gol.

El empate deja al Real Madrid con la punta y al Atlético si bien lo mantiene en carrera lo castiga por no sentenciar el juego en su momento exacto y por un repliegue demasiado marcado en el cierre. Quizás Simeone debió oxigenar antes ese mediocampo. Cuando estaba cerca de coronar una gran victoria, el equipo se le quedó en la orilla.

0 Comentarios..:

Publicar un comentario