El
antecedente inmediato, de esta misma temporada, invitaba a ilusionarse con un
gran partido. Es que en el primer semestre de la actual Serie A, la Juventus
perdía su primer partido visitando a la Fiorentina, después de ir dos goles
arriba, con un gran segundo tiempo de los de Florencia. Esta vez, en Turín, la
historia sería diferente, dado que los de Conte son infalibles en casa, y así continuaría
siendo. Además, la realidad de ambos equipos, con buenos presentes, también
esperanzaba para un buen partido.
Ante la
estadística que dice que los Bianconeri han
marcado en sus últimos 26 partidos como local, respondió el ghanés Asamoah en
esta jornada. Ingresó al área, enganchó con mucha calidad y sacó un derechazo –su
pierna menos hábil- al ángulo. Golazo (mínimo desvío) para abrir un partido que
se le estaba haciendo complicado a la Juventus, no en términos de obligación
del rival, sino ante la impericia de concretar lo generado.
Ese acto
del volante zurdo africano resultó ser agua en el desierto para el local, que
esta vez dominó casi todo el partido desde la posesión pero rara vez le sumó
profundidad. Una vez más, la jerarquía individual, esa que en algunas ocasiones
lo hace pasear sin amenazas por este Calcio, le sirvió para deshacerse de un
rival con grandes intenciones en la presente temporada.
Ante la
baja de Pirlo, fue Marchisio quién se colocó en el lugar de mediocentro, y a
partir de allí el juego de la Juve se vio debilitado de cierta forma. El
centrocampista esta vez titular no acostumbra a jugar en esa posición, y la
precisión que tiene Andrea para habilitar las llegadas de Lichtsteiner y
Asamoah por banda no se encuentra en ningún otro jugador del plantel. Esa fue
una de las principales razones del quiebre en el juego.
Vidal y
Pogba se soltaban, pero no encontraban quién les dé la pelota de forma exacta
para arrancar perfilados al arco contrario. La primera solución que Antonio Conte
encontró a este problema fue que Tevez bajara unos metros más de lo que lo hace
siempre. Carlitos retrocedía hasta poco más atrás de tres cuartos, y allí
comenzaba a unirse y combinar con los interiores. De todos modos, en el primer
tiempo Juventus abusó de centros a Llorente, que fue devorado por los centrales
visitantes y rara vez pivoteó, y pese al dominio se fue en ventaja solo por
encontrar un golazo en una gestión individual.
La
principal forma que la Vecchia Signora había
encontrado para superar al rival era la presión alta, forzar el error del rival
en una premisa clave del equipo de Montella, la salida de balón desde atrás.
Ese concepto fue clave en el dueño de casa para convertir, dada la recuperación
y la velocidad en los movimientos de Asamoah. Al no poder salir en corto,
Fiorentina apostó por el balón directo hacía Gómez, que jugaba muy solo arriba
y no podía superar a Ogbonna.
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| Presión alta de Juventus. Tevez va al piso y genera un ataque corto. |
El
complemento cambió poco en general. Juventus salió con más y mejor ambición,
rotación constante y movimiento de piezas eficiente. Tuvo otra recuperación en
tres cuartos, Tevez pudo haber construido el segundo, pero el arquero Neto se lo negó.
De a poco, los de Florencia fueron animándose, y al Bianconero le costaba llegar con peligro al área rival. Así fue que
los cambios introducidos por Montella fueron llevando al equipo a campo
contrario y a obligar al líder del campeonato.
Cuadrado con
su velocidad estuvo siempre presente, Gómez tuvo una sola y cabeceó desviado. Entró
el brasileño Ryder Matos y su cabezazo pegó en el travesaño. Vargas remató de
afuera y se fue apenas desviado. Fue el último cuarto del partido en el que la
Fiore arriesgó más, y Conte apostó por cambios que aseguraran el resultado:
Cáceres por Lichtsteiner e Isla por Tevez. El uruguayo para formar línea de 4
defensores, y el chileno para equilibrar la mitad del campo.
Finalmente,
Juventus se llevó una victoria clave. Era necesario ganar para seguir sacando
diferencias en la punta. Pronto se enfrentarán ida y vuelta en octavos de
Europa League y la historia podría ser distinta. Mientras tanto, el bicampeón
se tomó revancha de aquel partido ante los violetas que le significó un duro
golpe anímico. Fue 1-0, una vez más la jerarquía individual pudo ante un rival
de relevancia.
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