El equipo de Wenger vuelve a ser eliminado en Octavos de final de Champions, y es inevitable pensar en los supuestos, en todo lo que podría haber sido si pasara una cosa y no otra. Europa parece no dejar al Arsenal. Una serie de motivos siempre se acumulan para no avanzar de llave.
Ya hace mucho Arsenal no celebra
un campeonato y las razones muchas veces han sido compartidas. En esta ocasión,
no se puede no pensar en qué hubiera sido si no dejaba escapar esos puntos en
Italia que le hubieran permitido terminar primero de grupo. También en qué
sería si en vez de 10 hubiera jugado con 11 en Londres contra el Bayern y el
penal errado de Özil, o si nos vamos a
hoy, si hubiera jugado todo el partido como lo hizo luego del gol de Podolski.
Todos son supuestos, y de alguna
manera nos alivia pensar que las cosas pudieron ser de una forma y no de otra.
Pero así como alivia, te atormenta. Los jugadores y Wenger deben estar
matándose por dejar escapar esos puntos contra el Napoli, ahora que se hace más
visible. Los hinchas maldicen que en octavos sea Bayern o Barcelona, y los
supuestamente imparciales acuden a una falta de jerarquía o actitud.
Europa no deja a Arsenal porque
en octavos siempre enfrenta a equipos potencialmente superiores. Tanto en
nómina como en regularidad. Porque, se hace difícil recordar cuándo fue la
última vez que jugó con el 11 titular de la nómina al cien físicamente. Porque
llega al partido de vuelta buscando un milagro. Porque no ha comprendido a
jugar una llave de ida y vuelta. Porque en la vuelta ronda un halo de
resignación.
Si nos vamos a aspectos más
técnicos y específicos, tendríamos que acotar que Europa no deja a Arsenal,
porque Arsenal no está preparado, si bien esta Champions representaba un poco
más de esperanzas, está claro que el equipo no es un candidato. Sin embargo,
hace mucho no tenía una posibilidad clara de ganar un campeonato y hoy lo tiene
con la FA Cup. Tendrá que ir paso a paso y quitarse ese peso de encima.
Arsenal es un equipo que enamora,
que cuando juega bien los elogios se multiplican, y eso quizá nubla las
críticas. Los equipos que juegan priorizando el balón y se enfrentan a equipos
que también lo hacen y mucho mejor, sufren. Esto es básicamente lo que le pasó
a los Gunners. Sumándole, claro, el poderío del equipo de Guardiola. Al
final, Arsenal siempre se va con decoro, intentando elevar la imagen y con la
falsa sensación de que estuvo cerca. Sin embargo, los supuestos aparecen, y
entonces nos preguntamos, ¿cuándo Europa dejará al Arsenal?
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