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Racing: Orden y vértigo

Mostaza Merlo asumió y logró levantar al conjunto de Avellaneda. ¿Cuáles fueron las respuestas tácticas que encontró el entrenador para cambiar el andar del equipo? Las perspectivas para lo que se viene. 



Racing había finalizado la temporada 2012/2013 en alza. Luis Zubeldía había sumado una interesante cantidad de puntos, había logrado establecer en la primera a jóvenes promesas y al mismo tiempo, el descenso del rival de toda su vida invitaba a pensar que el clima sería ideal para que Racing se lanzara por la lucha del campeonato. Luego de mucho tiempo, un entrenador renovaba su vínculo con el club.

Sin embargo, luego de once jornadas del desarrollo del Inicial 2013, ya habían pasado cuatro entrenadores (dos en carácter de interinos) y además de llevar nueve derrotas en el certamen doméstico, Racing también había sido eliminado en la primera ronda de la Copa Sudamericana con otras dos derrotas, esta vez ante Lanús. Dos empates en 13 partidos oficiales arrojaban dos puntos sobre 39 posibles; a su vez, la interna dirigencial había expulsado de sus cargos all presidente, vicepresidente primero y al manager.

Fue en este marco, que Reinaldo Carlos Merlo, Mostaza, asumió por tercera vez en el club. Luego de varios años alejado de la dirección técnica en primera división (su último paso había sido en la Primera B Nacional en Douglas Haig, obviando su intempestiva renuncia en Aldosivi de Mar del Plata luego del primer día de entrenamiento),  el entrenador que sacó campeón a Racing en primera división luego de 35 años volvía al club en una situación complicadísima: el promedio comenzaba a acechar a la Academia.

Luego de ocho encuentros oficiales y pasado el fútbol amistoso de verano, el clima en Racing es otro. A lo largo de este informe, intentaremos explicar qué fue lo que hizo Merlo para alcanzar una serie de resultados que lograron sacar al conjunto de Avellaneda del pozo en el que se encontraba.

Panorama inicial

Zubeldía dejó su cargo luego de la cuarta fecha. Radaelli, coordinador de inferiores, dirigió dos encuentros (la vuelta por Sudamericana y la quinta fecha ante All Boys). Luego llegó Carlos Ischia quien estuvo en su cargo poco más de un mes, ya que dirigió cinco juegos. Luego Nacho González estuvo al frente ante Estudiantes de La Plata y tras ese encuentro dejó el club ya que no retornó a su anterior función de entrenador de arqueros.

En esos 13 partidos oficiales, Racing utilizó diversos sistemas tácticos. Si bien Zubeldía había comenzado con la idea de variar entre un 4-2-3-1 y un 4-3-3, su pronta partida llevó a que el plantel se tuviera que mover en otras variantes como el 4-4-2, el 4-3-1-2, y hasta incluso también con línea de tres atrás.

Por otro lado, al plantel conformado –con muchos inconvenientes por la interna dirigencial- al comienzo de la temporada, Merlo lo recibió con dos bajas: la primera la de Ricardo Centurión por su venta al Genoa y luego la de Mario Regueiro, aquejado por una depresión producto de problemas personales. En el rubro de los lesionados, Viola se recuperaba de un desgarro y Mauro Camoranesi también había caído lesionado y prácticamente Merlo no pudo utilizarlo en todo el campeonato. Ivan Pillud también estaba descartado hasta el final del certamen.

Estructuración táctica del Racing de Merlo

Para desarrollar este análisis tomaremos en cuenta los ocho encuentros oficiales de Merlo en su vuelta a Racing y le sumaremos los dos encuentros disputados en Mar del Plata en este verano, ante Independiente y ante Newell´s. Si bien ambos cotejos tuvieron un carácter amistoso, enriquece el análisis debido a la poca cantidad de partidos del equipo bajo el mando de Merlo; por otro lado descartamos el juego ante Santamarina de Tandil porque la Academia formó con suplentes. Además, en estas semanas gozó de un tiempo de trabajo mayor ya que cuando asumió apenas tuvo 4 días hasta su primer encuentro oficial ante Vélez.

A lo largo de estos diez partidos, Merlo se ha movido básicamente sobre dos módulos. El más habitual, el 4-4-2 y la segunda opción el 4-3-3. Marginalmente, ha usado otros dos esquemas como el 4-4-1-1 y el 4-2-3-1.

A continuación el detalle de las diferentes formaciones de Racing en sus encuentros

Racing vs. Vélez, 0-1, (4-4-1-1): Saja; Quilez, Ortiz, Saveljich, Corvalán; Gómez, Rolheiser, Zuculini, Villar; De Paul; Vietto. (Ingresaron 17' Cahais por Ortiz, 45' Hauche por Quílez, 62' Martínez por De Paul, terminando en 4-3-3).

Olimpo vs. Racing, 0-1, (4-4-2): Saja; Gómez, Ortiz, Saveljich, Corvalán; Villar, Zuculini, Campi, De Paul; Vietto y Viola. (Ingresaron 77' Aued por De Paul, 83' Hauche por Viola, 89' Rolheiser por Villar). Gol: Zuculini

GELP vs. Racing, 1-3, (4-4-2): Saja; Gómez, Ortiz, Saveljich, Corvalán; Villar, Zuculini, Campi, De Paul; Vietto y Viola. (Ingresaron 51' Aued por De Paul, 68' Hauche por Vietto, 78' Rolheiser por Zuculini). Goles: Vietto (2) y Campi

Racing vs. Argentinos Juniors, 0-1, (4-4-2): Saja; Gómez, Ortiz, Saveljich, Corvalán; Villar, Zuculini, Campi, De Paul; Vietto y Viola. (Ingresaron Hauche por Corvalán, 64' Aued por De Paul, 83' Dinenno por Viola, terminando en 4-3-3).

Quilmes vs. Racing, 1-1, (4-4-2): Saja; Gómez, Ortiz, Saveljich, Corvalán; Hacuhe, Zuculini, Campi, De Paul; Vietto y Viola. (Ingresaron 45' Dinenno por Vietto, 59' Quílez por Viola, 60' Aued por De Paul). Gol: Dinenno

Racing vs. River, 1-0, (4-3-3): Saja; Gómez, Ortiz, Saveljich, Cahais; Campi, Zuculini, Pelletieri; Hauche, De Paul, y Viola. (Ingresaron  Aued por Pelletieri, 67' Ibáñez por Hauche, 74' Battaglia por De Paul, terminando en 4-5-1). Gol: Zuculini.

Rosario Central vs. Racing, 1-1, (4-3-3): Saja; Gómez, Ortiz, Saveljich, Cahais; Campi, Aued, Zuculini; Viola, De Paul, y Vietto. (Ingresaron  Ibáñez por De Paul, 62' Dinenno por Vietto, 66' Hauche por Viola, muta a 4-4-2 y luego termina 4-3-2 por la expulsión de Aued). Gol: Hauche.

Racing vs. Godoy Cruz, 2-0, (4-4-2): Saja; Gómez, Ortiz, Saveljich, Cahais; Villar, Campi, Zuculini, De Paul; Viola y Hauche. (Ingresaron: 53' Ibáñez por Villar, 60' Vietto por Viola, 70' Corvalán por De Paul). Goles: Zuculini y Villar.

Racing vs. Independiente, 3-0, (4-4-2): Saja; Gómez, Ortiz, Saveljich, Cahais; Villar, Campi, Zuculini, De Paul; Viola y Hauche. (Ingresaron 10' Vietto por Villar, 54' Migliónico por Saveljich 67' Ibáñez por Viola, 74' Rolheiser por Campi, mutando a 4-2-3-1 y terminando nuevamente 4-4-2). Goles: Hauche, Saja y Viola.

Racing vs. Newell’s, 1-0, (4-3-3): Saja; Gómez, Ortiz, Saveljich, Cahais; Campi, Zuculini, Ibáñez; Hauche, Viola y De Paul. (Ingresaron: '33 Migliónico por Ortiz, '56 Vietto por De Paul y '77 Aued por Hauche, terminando en 4-4-2). Gol: Viola.

Racing en 4-4-2
Racing en 4-3-3
   

Lo que vemos, es que cada vez que Merlo tuvo al plantel entero a su disposición (haciendo las salvedades de las ausencias de Camoranesi y Pillud), su esquema preferido fue el 4-4-2. Por supuesto, a ese dibujo, luego la impronta de los futbolistas le ha ido poniendo su sello al equipo. No es lo mismo tener a Diego Villar como volante por derecha que tenerlo a Gabriel Hauche, un delantero reconvertido a esa posición, como fue el caso ante Quilmes. Lo mismo vale en la faz defensiva, una modificación clave ha sido el ingreso de Campi –marcador central reconvertido a volante central- en el segundo juego, ante Olimpo. Al igual que en el encuentro anterior ante Velez, Merlo repetía los cuatro volantes en el medio, sin embargo, las características individuales dotaban al colectivo de otra fisonomía.

Por otro lado, el 4-3-3 ha sido la variante táctica más usual de Merlo en estos diez encuentros. Siempre que el entrenador optó de arranque por esta opción hubo una ausencia: Diego Villar. Solo en su debut terminó con este sistema y con Villar en cancha. El exjugador de Godoy Cruz, muy cuestionado en los meses anteriores, ha sido uno de los puntos altos de Racing con Mostaza en el banco, sin embargo se perdió tres encuentros en el Inicial y el encuentro ante Newell´s en Mar del Plata.

Racing en ataque estático

Como explicaremos en el siguiente punto, el equipo se siente mucho más cómodo cuando corta y logra salir rápido en contraataque. Sin embargo, dependiendo de la formación utilizada, el ataque estático también ha mostrado en algunos encuentros poder ser un arma válida para la Academia.

Lo mencionamos más arriba y lo volvemos a repetir ahora. Diego Villar se convirtió en un jugador clave para este equipo. Su levantada se inició en el debut de Merlo, con un segundo tiempo fantástico aunque ese día lo haría como volante por izquierda. Tomó confianza, y sin ser enganche como jugó en muchos encuentros en Godoy Cruz, terminó haciéndose la manija de Racing cuando está en cancha. Desde la derecha en esa línea de cuatro volantes, aprovecha la velocidad y el apetito ofensivo de Gómez –el lateral derecho- y entre ellos han formado una buena sociedad que tanto en los partidos ante Gimnasia como ante Argentinos se mostró como la mejor construcción para ataques fijos. A su vez, tanto Viola como Hauche (cuando actúa como delantero, por ejemplo en el partido ante Godoy Cruz) tienen la tendencia de tirarse sobre esa misma banda por lo que Racing suele quedar muy volcado hacia la derecha.


               Se lanza Cahais y Racing construye superioridad

El doble pivote central de Racing no se destaca por su manejo de la pelota, por lo que la construcción de volumen de juego tiene como alternativa a Rodrigo De Paul. El juvenil es un enganche reconvertido a volante por izquierda y pese a sus buenas intenciones en ofensiva, jamás logró hacerse conductor. Es verdad que con Merlo excepto el primer encuentro, siempre lo hizo desde la banda izquierda, donde además hay que resaltar un punto. A diferencia de Villar que cuenta con un lateral de tendencia ofensiva, tanto Corvalán como Cahais no se destacan por sus pasajes en ofensiva, esto genera que De Paul termine siempre en inferioridad numérica ante los defensores rivales (además de no tener apoyos del pivote central y de que la tendencia de uno de los delanteros siempre ha sido caer sobre la banda derecha.

Pese a esto, dos goles que abrieron partidos han sido con un juego que inició sobre la derecha y terminó sobre el otro sector con ataques fijos.  El primero de ellos ante Olimpo, tras una serie de toques, De Paul utilizó la amplitud de esa línea de volantes y cambió de frente a un Villar que  llegaba al vacío. Este la envió al medio como venía y quien terminó empujando también llegando desde atrás fue Zuculini. Bruno, goleador del ciclo de Merlo, mostró ya en la etapa de Zubeldía este plusvalor: tiene olfato goleador y suele ser indetectable llegando desde esa segunda línea, aunque es más habitual que se suelte en la transición defensa-ataque. El segundo tanto se dio ante Godoy Cruz, allí contó con un Cahais liberado en ataque y allí sí pudo De Paul hacer un dos-uno ante el marcador lateral derecho de su rival. El rubio lateral izquierdo terminó enviando un centro que nuevamente Zuculini definió en posición de número “9”.

¿Qué pasa cuando no está Villar? Tanto en los juegos en los que no estuvo por lesión (Quilmes, River, Central y prácticamente los dos juegos de verano) como cuando fue reemplazado, Racing pierde concepto para el ataque y pasa a depender mucho más del robo y la salida veloz. El no tener un volante de sus características –quizás Camoranesi podría suplirlo en este Final en caso de ausencia o reemplazo- genera que decaiga esa opción; ante Independiente, Racing mostró como alternativa a Vietto en la media punta y Hauche y De Paul sobre los extremos, pero también es cierto que su rival jugaba con un menos. Con ese esquema, la jugada del penal a Hauche parte de una buena asociación en el medio y un lanzamiento de Vietto casi como “10”. Teniendo en cuenta que solo se utilizó en este encuentro, parece una alternativa en caso de estar en desventaja el equipo.


                 Vietto retrasado construye tras el pique de Hauche

Resaltamos antes que los dos volantes centrales de Racing no se caracterizan por su capacidad para generar juego desde allí. Pelletieri, ya fuera del club, y Aued, otra de las alternativas tampoco le dieron al equipo esta cualidad y quien mostró pincelazos para darle otra tendencia al mediocampo, Battaglia, no parecía ser del gusto de Merlo y también ya dejó la institución. Rolheiser y Bareiro (que aún no debutó en la primera) tienen un primer pase bastante más claro que Campi y Zuculini.

¿Cómo construye el juego Racing? Si los volantes centrales no tienen limpieza para ese armado (en verdad, Campi es algo más pulcro pero no tiene la velocidad gestual propia de un volante ya que naturalmente es un zaguero central), mucho menos los marcadores centrales. Tanto Ortiz como Saveljich no tienen la capacidad para darle salida clara a Racing a la hora del saque de meta. Cahais, con algo más de técnica, al estar sobre la banda tampoco es de fiar, por lo que con la pelota en movimiento, Gómez se repite como alternativa. Esto hace que la opción de un primer pase sea muy previsible de leer para los rivales ante las pocas variantes (ni el lateral izquierdo, ni los marcadores centrales, ni tampoco la opción de un volante incrustado en la última línea aparecen potables por condiciones técnicas) y que la presión sea fácil de ejercer.

Por eso mismo, Racing utiliza el juego directo como salida más habitual. Si es un saque desde el arco, la variante que ha utilizado Merlo ha sido la de adelantar a Campi hasta la zona de tres cuartos y que el envío de Saja sea a esa zona. Si el lungo la peina hacia alguna de las puntas, puede transformarse en una opción de peligro. Si la jugada es en movimiento, al no tener delanteros de un gran porte físico, los saques de Saja han tenido la tendencia a ir sobre la banda derecha. Allí, Villar –por mañas y experiencia- ha mostrado la capacidad para ganarle a los laterales rivales. Hauche o Viola se muestran como apoyos; en cualquier caso, las dos salidas tienen un alto porcentaje de errores ya que deben contar con un buen envío de más de 50 metros y que luego la recepción sea correcta. Si Racing muestra problemas para armar ataques estáticos, en buena parte se generan en esa primera línea defensiva.

Como apunte, con la llegada de Francisco Cerro, podría darse una doble  mejoría en ese sentido: ganaría un volante con un buen pase interior, y podría reubicar a Campi tanto en la banda como en la zaga y ganar allí también en salida.

La transición defensa-ataque 

Es esta probablemente la cara más peligrosa del equipo de Merlo, como también lo había sido del equipo de Zubeldía en la temporada 2012-2013. Ya sin Fariña ni Centurión, Racing goza cuando tiene metros para correr. Así como depende de Villar para armar juego en estático, la ausencia del barbado volante potencia la otra cara de la Academia. No solo porque Villar le da más volumen de juego, sino porque Hauche es más feroz a la hora de la presión sobre el rival.

Racing lanzado en ataque en 4-3-3

El esquema de 4-3-3 también termina siendo más efectivo para operar esa presión. Campi termina quedando como único pivote defensivo y en verdad a la queda Racing en defensa en un 4-1-4-1. Esos dos internos presionan sobre el volante central rival y los externos acompañan en la misma función, si Racing logra recuperar, tiene el ataque prácticamente armado. Ante River, Godoy Cruz y Newell’s –siempre en la primera mitad- este trabajo se vio a la perfección. En especial ante los rosarinos. Allí el foco de la presión no fueron los tres cuartos rivales, sino más cerca del círculo central. Pero cuando Ibáñez o Zuculini recuperaban, tanto De Paul como Hauche salían disparados por las bandas para generar ventajas ante la desguarnecida defensa rival.

Quizás ante Gimnasia, de todas formas, se haya visto el idea de Merlo, ya que allí se conjugaron buenos ataques en estático como también robos y salidas rápidas. Ese día Racing ganó muchas bolas entre los tres cuartos y con la ayuda de los delanteros, recuperó ejerciendo presión sobre las bandas.

Ya con la pelota en su poder, suele salir un envío hacia una de las bandas, con De Paul o Viola o Hauche como potenciales receptores. Ese 4-3-3 se transforma rápido en un 4-2-4 en cuestión de segundos cuando Zuculini –un prodigio físico- se incorpora a esa línea de delanteros como centroatacante.

Racing lanzado en ataque en 4-4-2

Estando en ventaja y con la presión mucho más baja en los complementos, Racing también intenta aprovechar estas transiciones. Sin embargo, la distancia hasta el arco rival por la zona en la que recupera y una lógica merma física han generado que el equipo no logre ser peligroso y liquidar los encuentros en esta modalidad.

Como último apunte, es interesante notar que en su equipo base (en 4-4-2) se podría convertir en un 4-3-3  (pasando Villar como interior y ubicándose Hauche como extremo) en caso de que prefiriera Merlo modificar la forma de presionar y por ende atacar a su rival en la contra. 

Racing llega al área rival como un 4-2-4


La pelota detenida en ataque

Desde el encuentro ante Olimpo, con el ingreso de Campi, y luego ante River con la incorporación a la formación titular de Matías Cahais, la altura promedio del equipo se ha elevado significativamente. Si a eso le sumamos un muy buen ejecutante como Rodrigo De Paul, se entiende que Racing en la pelota detenida suela sacar buenos dividendos. Cinco goles en 10 partidos es la estadística académica en este apartado. Excluimos el gol de penal de Saja, único directo desde un balón parado.

Tiros de esquina

El número “10” es el encargado principal para ejecutar los tiros de esquina, y Diego Villar aparece como la alternativa entre los habituales titulares. Luego, si están en el campo, Ibáñez y Aued son las opciones en caso de que se desee que el ejecutante sea zurdo.

Ortiz, Saveljich y Campi son la artillería pesada. En caso de estar en campo Villar, también se suma Cahais y el volante se queda con Gómez en el relevo. Zuculini y los delanteros (uno en la zona del rebote) terminan por configurar el panorama de ataque de Racing. Los envíos pueden ir tanto al primer palo (adonde pica Campi, en general) o bien al palo más alejado adonde suele esperar Ortiz.

Tiros libres

En esta  faceta Racing ha sido mucho más efectivo. Cuatro de los cinco goles vinieron por esta vía. Dos en tiros libres desde los costados (casi desde la esquina pero con algo más de ángulo): ante Gimnasia y ante River. Y dos fueron con envíos frontales que fueron peinados previamente (ante Independiente y ante Newell’s).

Acá la pegada de De Paul ha sido clave, en especial desde las bandas ya que sus envíos cuando salen fuertes suelen ser un arma peligrosísimas en caso de que sean desviados. El gol de Zuculini ante River así lo muestra, ya que el arquero no sabe si salir o quedarse. Cabe resaltar que en estas jugadas suelen ir todos los jugadores de altura ya que por lo general, al tener que armar una barrera, los rivales optan por no dejar futbolistas para la salida rápida esto hace que Gómez quede en la mitad del campo. 

La transición ataque-defensa

Volvemos a retrotraernos en el tiempo, al período especialmente anterior al de Merlo. En apenas 5 partidos quedó claro el mayor déficit del Racing de Ischia: la transición defensiva. Con los partidos ante Boca y Belgrano como mayores muestras, podemos decir que ese era una de las carencias más evidentes ante las que tuvo que enfrentarse el entrenador entrante.

¿Corrigió el déficit Merlo? Parcialmente sí, aunque no logró infalibilidad en esta área. Si bien perdió puntos ante Argentinos y Rosario Central producto de goles en salidas rápidas, lo cierto es que Racing ha logrado un equilibrio. ¿Cómo lo hizo Merlo? Por un lado, los ataques del equipo cuentan con menos cantidad de efectivos, por lo que los contraataques rivales deben enfrentarse a una mayor cantidad de defensores. Pero además, dotó al equipo de un futbolista más en la última línea.

El ingreso de Campi ha sido clave en este aspecto. A diferencia de Pelletieri (el anterior volante titular, hoy transferido rumbo al fútbol estadounidense), el lungo guarda más su posición, por lo que ya le daba mayor estabilidad al esquema. Pero además, Campi se suma como quinto defensor en los contragolpes rivales. Esto genera que ante los envíos cruzados (Racing había recibido tantos ante Boca y Belgrano y anteriormente ante Tigre y Colón con Zubeldía), los de Avellaneda sean más preponderantes. De cualquier manera, ante esa sobreprotección en el área se desprotege la zona de rebotes, potenciado esto último por el desorden táctico de Bruno Zuculini quien en esa entrega constante no guarda la posición del doble pivote.

Racing replegado y Zuculini lejos de la zona de rebote


Por otro lado, pese a la lentitud de su zaga, Racing no sufrió los contragolpes rivales. El poco juego interno de los volantes sumado a que la última línea rara vez se adelanta hasta el mediocampo fueron algunas de las razones para esta mejora.

Lo mejor en este apartado se vio ante Gimansia. ¿Por qué? Porque luego de esa primera línea de presión defensiva en los tres cuartos del rival, Racing logró operar una segunda línea de presión antes de llegar a su área. Así, Saja en aquel partido –en especial en el primer tiempo- tuvo un encuentro mucho más tranquilo que la tónica habitual el pasado campeonato. Esto se vio posibilitado por un muy buen partido en aquel caso de los dos laterales.

Racing opera la presión sobre el doble pivote rival con cuatro hombres

Con el esquema alternativo, el 4-3-3, Racing se vio mucho menos expuesto a una potencial mala transición. Campi tenía menos incorporación en ataque y contaba con el apoyo de dos externos más para terminar ubicado en un 5-4-1, prácticamente, en lugar del 5-3-2 en defensa con el cual quedaba diagramado Racing en defensa con el esquema de los cuatro volantes.

Defensa ante ataques estáticos

Cuando Racing parte de una situación de repliegue suele sufrir más. Esto es  porque allí no se suma el quinto defensor y allí Ortiz y Saveljich deben medirse en más de una ocasión ante delanteros que en el duelo individual les sacan ventaja. El gol de Castillejos en Rosario expone las carencias defensivas del ex Vélez hoy en día.

Por otro lado, Zuculini pierde su virtud de apretar en la salida y a su vez Campi queda expuesto por su poca aceleración en movimientos cortos. No es de extrañar que haya sido precisamente Central uno de los equipos que más complicó a la Academia: los de Russo no optan tanto por la verticalidad como la media de los equipos argentinos. Por eso, los rosarinos pudieron aprovechar las espaldas del doble pivote y la fragilidad de los zagueros. A su vez, por las bandas en el mano a mano Gómez tampoco es una garantía –más allá de su velocidad- y en caso de generar un 2-1 por el otro sector, Cahais también expondría su esencia de marcador central. A favor de Racing juega en este caso que pocos equipos explotan ataques pausados y mucho menos, posicionales.

La defensa de la pelota detenida

No tiene mayores sorpresas este apartado. Apenas un gol le hicieron por esta vía a la Academia y fue en verdad en una segunda maniobra tras un tiro libre, rebote mediante (Caneo, para Quilmes). Así como obtiene ganancias en ataque, en defensa Racing tiene mucha preponderancia dada la altura promedio de sus efectivos.

En los tiros de esquina suele estar Gómez cubriendo el primer palo y luego ha sido Valentín Viola quien queda libre en el vértice del área chica también en el primer palo. El resto de la marca es individual. Rodrigo De Paul solía ser el efectivo libre para un posible rebote. Cuando no estuvo Viola, fue Villar aquel que ocupaba el lugar del ex Sporting de Lisboa. Por lo general Vietto (o Hauche) se ubicaban para un posible contragolpe.

En tanto que en los tiros libres, la línea se ubicó entre el punto del penal y el comienzo del área grande. A diferencia de equipos que han mostrado una tendencia a adelantarse mucho más (el Unión de Sava, por ejemplo), la alternativa de Merlo es algo más tradicional. Por otro lado, Saja no suele adelantarse en este tipo de jugadas.

Perspectivas

Hemos visto cómo Racing, con sus carencias, ha logrado establecer una línea de juego en estas diez fechas. Por supuesto, aún es un equipo en formación y deberá ratificar en las próximas jornadas que lo que ocurrió no fue una simple reacción anímica.

Merlo decidió reforzar el mediocampo (con Cerro) y la delantera con un “9” de área, Wason Rentería. Así, de mitad de cancha en adelante parece contar con variantes (los cuatro delanteros tienen características diferenciadas y cuenta con volantes con buen manejo), aunque en defensa parece ser deficitario el plantel.

El decimonoveno puesto del pasado certamen obliga a la que las expectativas no sean demasiado pronunciadas, más allá del muy buen cierre y los dos encuentros de verano con un nivel aceptable. De todas formas, si las lesiones no minan el camino de La Academia, si el orden defensivo se mantiene y si se potencian algunas individualidades en esa idea vertiginosa que puede convivir con pasajes de tenencia, Racing está en condiciones de hacer una campaña, como mínimo, decorosa.


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