Los Reds se llevaron un triunfo importante para seguir arriba. Fue 4-3 en un partidazo, definido en el cierre con un tanto de Henderson. Los locales no le pierden pisada al Chelsea.
En Anfield Road, el Liverpool recibió al Swansea galés en busca de los tres puntos para mantenerse a cuatro puntos del puntero Chelsea. Partido especial para Brendan Rodgers que iba a enfrentar a su antiguo club donde hizo historia con el ascenso a Premier League y el buen juego que demostró en su primera temporada.
En Anfield Road, el Liverpool recibió al Swansea galés en busca de los tres puntos para mantenerse a cuatro puntos del puntero Chelsea. Partido especial para Brendan Rodgers que iba a enfrentar a su antiguo club donde hizo historia con el ascenso a Premier League y el buen juego que demostró en su primera temporada.
Liverpool salió a la cancha decidido, como siempre. Un equipo que presiona bien arriba para recuperar rápido la pelota. Y abrió el marcador antes de los cinco minutos, que viene siendo una costumbre en los dirigidos por Rodgers. Pase al hueco de Raheem Sterling para Daniel Sturridge que eludió al arquero holandés, Michel Vorm y definió para el 1-0.
Tras el gol, el Liverpool dejó venir a un Swansea que con Wilfried Bony, Jonjo Shelvey y compañía empezaba a complicar al local pero en el fútbol es impredecible. Y cuando el Swansea más cerca estaba del empate, llegó el 2-0. Una jugada colectiva, a los 20 minutos, que cae en los pies de Jordan Henderson y este que desde afuera del área la coloca en el ángulo dejando sin posibilidades a Vorm.
Con el 2-0, el Liverpool se relajó. Y en demasía. Tal es así, que a los tres minutos del gol de Henderson, Shelvey recibió y le pegó como vino a la pelota para hacer un verdadero golazo. El partido, otra vez, con ventaja de un gol para el Liverpool.
El gol de Shelvey mareó al Liverpool que no encontró la pelota. Y a los 26 minutos, un tiro libre desde la derecha, Bony que cabecea y un desvío en Martin Skrtel, empatan el partido para los Cisnes.
De 2-0 a 2-2. Así es este Liverpool, y esta Premier que está más rara que nunca. Una meseta de diez minutos hubo tras el empate del equipo galés. Los jugadores tomaban aire en un nublado día en Merseyside. 26 minutos de pura acción fueron.
Tras ese parate que prestó el partido donde no hubo llegadas claras, llegó la jugada de Luis Suárez. El uruguayo con pelota dominada en el área, pensó y le tiró un centro magnífico a Daniel Sturridge para que este anote su doblete. El tercer gol para Liverpool y de esta manera, terminaba el primer tiempo. Liverpool con la ventaja y con un poco más de posesión que su rival.
Bony ya ejecutó el penal para el 3-3 |
Un resultado justo en el entretiempo. Pero en el inicio del complemento, un penal muy zonzo de Skrtel sobre Bony que el marfileño lo convierte para que el partido se ponga 3-3. Sin dudas, un partidazo en Anfield.
Después de este gol, se empezaron a matar futbolísticamente. Partido totalmente de ida y vuelta. Simon Mignolet y Vorm se empezaban a vestir de figuras en el encuentro que salvaban su arco constantemente. Pero una fisura tenía que haber en alguno de los dos arqueros. Y fue Vorm.
En el minuto 74, un remate de Suárez que Chico Flores tapa pero el rebote queda corto para que Henderson llegue en velocidad al área, defina, Vorm tape pero deje el despeje en el área chica y el mismo "Hendo" empujó para el 4-3 definitivo.
Festejo de Henderson en el 4-3. |
Sobre el final se pudo extender la ventaja cuando Steven Gerrard estrelló un remate en el palo. Pero fue 4-3 nomás para el Liverpool que con estos tres puntos suma 56 y sigue a cuatro de Chelsea que tiene 60. La ilusión en Anfield está, pero el tema defensivo es algo a rever por Rodgers para no sufrir siempre. Mientras que el Swansea, con Garry Monk tiene que ver que hacer con sus compañeros y dirigidos (porque es técnico/jugador del club) para levantar este mal momento del equipo.
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